Opinión

Super Bowl 56: Juventud vs experiencia; maestro vs alumno

Terminó la temporada, los playoffs, y lo que nos deja a la vista el Super Bowl 56 es un duelo fresco que de una u otra manera hace justicia a dos quarterbacks por sus respectivos logros y a dos entrenadores que marcan vanguardia en los esquemas ofensivos.

Después de 12 años en la Liga y con una carrera prácticamente perdida en el olvido con los Leones de Detroit durante largos 12 años, Matthew Stafford por fin vio la recompensa a su talento al llegar al juego por el título de la NFL. Pocos jugadores que pasaron años en equipos malos tuvieron la oportunidad que ahora disfruta el quarterback de los Carneros. Un sistema ofensivo de tendencia agresiva fue la mejor manera de reencontrar al pasador con su verdadera esencia. En ese sentido, la agencia libre ha sido una bendición en casos como el de Stafford.

Por lo que respecta a Joe Burrow, su innegable talento natural mostrado desde el colegial hace apenas un par de años al ser campeón colegial con la Universidad Estatal de Lousiana, se vio tristemente opacado por una sería lesión en la rodilla que lo dejó fuera de la temporada del 2020 como novato.

Burrow, un chico centrado y nada extraviado por la fama, como muchos otros que llegan y se pierden en su nube, regresó y lo hizo de manera más que consistente para llevar a su equipo al Super Domingo. Y digo llevó porque a diferencia de otros mariscales de campo, Burrow efectivamente se echó a la ofensiva de los Bengalíes a hombros.

El duelo entre ambos pasadores luce parejo y como dirían listo para un tiroteo de pistoleros.

En cuanto a los coaches, nuevamente un enfrentamiento entre maestro y alumno, Sean McVay de Los Ángeles contras Zack Taylor de Cincinnati. Hasta hace unos años Taylor era asistente en el staff de los Carneros bajo el mando de McVay. Ahora son rivales y para beneplácito del espectáculo con tendencias ofensivas explosivas.

Como pocas veces, esta ocasión pareciera que no hay malos ni buenos en el Super Domingo, me refiero a un apoyo descarado por el equipo más débil, a la super estrella carismática que creemos merece un título o la antipatía por algún escuadrón que la mayoría de la afición ya no quiere ver en la misma instancia (es lo que pasó con los Patriotas durante 10 Super Bowls).

Sin duda, será de esos juegos en que como aficionado simplemente se desea que sea un buen encuentro, de acción y muchos puntos, y ambos conjuntos tienen los argumentos para hacerlo.

Para el baúl de los recuerdos

Sin más, la postemporada nos deja varias reflexiones: el retiro de Ben Roethlisberger y la penosa reconstrucción que desde ahora enfrentará Pittsburgh, que no gusta de gastar dinero en la agencia libre; el adiós de Sean Payton como entrenador y el legado que deja en Nueva Orleans, otro equipo que enfrentará las de Caín ahora sin un líder que marque el rumbo; el posible retiro de Tom Brady que no deja de ser un rumor pero que ha cobrado fuerza en estos días; la curiosidad de saber a dónde terminará Jimmy Garoppolo tras su inminente salida de San Francisco y la ola de contrataciones de nuevos entrenadores en escuadras que requerían nuevos rumbos, en donde, dicho sea de paso, volvió a sentirse ese sesgo de poco interés por contratar a coaches de raza negra cuando a todas luces hay algunos muy talentosos, sin duda un tema que abordaremos semanas más adelante.

Por lo pronto, a disfrutar de estas semanas previas al Super Bowl que tantas notas dan, donde la especulación es la protagonista del momento.

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