Opinión

Una vuelta más en la historia del CEU

“El que no conoce Los Ángeles tampoco ha leído esta crónica”, dijo en aquel entonces el cronista de la ciudad, Carlos Monsiváis en el apartado «Dancing: Salón Los Ángeles» que aparece en su libro Escenas de pudor y liviandad donde relata cómo se podía encontrar, en aquél entonces, a estudiantes de la UNAM, de la Facultad de Ciencias Políticas, de Filosofía, de Psicología; de la UAM y del Politécnico.

Una vuelta más en la historia del CEU

 

 

El pasado lunes se congregaron de nuevamente algunos de los integrantes del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) se reunieron más de mil asistentes en su 36 aniversario del surgimiento de la agrupación estudiantil en el Salón más emblemático de la Ciudad de México.

En la memoria colectiva se recordó que tuvo su reunión fundacional un 31 de octubre, en el auditorio Ho Chi Minh, con cerca de 200 activistas estudiantiles, representantes de 25 escuelas y facultades de la UNAM para articular la resistencia a la primera gran embestida privatizadora contra la educación superior pública en México y exigir la derogación de las reformas encaminadas a subir las cuotas, eliminar el pase automático del bachillerato a licenciatura y establecer exámenes departamentales en franco agravio a la libertad de cátedra. Se anunciaba una universidad más autoritaria, excluyente y elitista donde no cabían los estudiantes, y ante esa visión, el CEU respondió: “Queremos todo, lo siempre ajeno, lo nunca nuestro, lo tomaremos”.

Ante la ausencia del Estado, la capacidad de movilización y coordinación en la tragedia del terremoto de 1985 nos obligó a formar brigadas ciudadanas, con cientos de jóvenes solidarios, para rescatar de los escombros a los heridos en los derrumbes, nos encontramos organizando asambleas a través de la discusión y organización democrática que se logró proponer en la mesa de discusión, no sólo de la UNAM sino de la sociedad, la importancia de la educación como factor imprescindible para la transformación social.

El movimiento del CEU convocó así un movimiento de masas que apeló a la fuerza de la razón, a la movilización ruidosa pero pacífica, al diálogo de frente buscando siempre convencer con el arma de la palabra, y se conquistó la aprobación del Congreso Universitario como un mecanismo de transformación para nuestra universidad.

Ante la sociedad es un colectivo reconocido y con la influencia para la democratización de la ciudad incluso del país. En reconocimiento a las comunidades zapatistas y del lado del EZLN en su búsqueda de paz con justicia y dignidad, la articulación de la sociedad civil logró llegar a los acuerdos de San Andrés.

En 1995 los activistas del CEU volvimos a participar un movimiento contra el proceso de selección que excluía a miles de jóvenes de la educación superior y media superior, movimiento del que resultó la cobertura casi universal para los jóvenes de la Ciudad de México al bachillerato.

Ante la victoria del candidato de la izquierda en las primeras votaciones democráticas de la Ciudad de México. Ése trabajo fue clave en para que una buena cantidad de ceuístas se incorporaron al nuevo gobierno y fueron determinantes en la generación de importantes políticas públicas en el ámbito social, cultural, educativo y en la política de participación ciudadana. Con convicción desde abajo y a la izquierda se llevó a impulsar el largo movimiento que desembocó en la fiesta popular del primero de julio del 2018 y en el cambio que está ocurriendo sin duda con la Cuarta Transformación.

Hoy, una de nosotras y nosotros, una destacada, valiente y brillante activista del CEU, podría ser la primera mujer en ocupar la presidencia de la República.

Salón Los Angeles era el lugar donde se hablaba de clases sociales pero no se distinguían porque todos bailaban por igual los ritmos tropicales. Se da un pronunciamiento en apoyo al proyecto que Claudia Sheinbaum encabeza, y que ha materializado en acciones las luchas y batallas que muchas generaciones hemos dado.