Opinión

Xóchitl y Máynez, su última oportunidad

El primer debate. Si creemos en las encuestas de preferencias electorales publicadas hasta ahora, la campaña presidencial está decidida a favor de la doctora Sheinbaum. Claudia podrá hacer realidad su anhelo de ponerle un segundo piso a la 4T.

Xóchitl, Shienbaum y Máynez

Xóchitl, Shienbaum y Máynez

Fotos Cuartoscuro

No ha pasado en las campañas nada que mueva las encuestas. Claudia, disciplinada y cuidadosa, trata de no equivocarse y de irse desmarcando poco a poco, paso a pasito, de su destapador el presidente López Obrador. Con una ventaja de 20 puntos la verdad sería una tontería correr cualquier riesgo. No es que nade de muertito de aquí a junio, pero tampoco puede aventurarse a piruetas de alto grado de dificultad.

Los que tienen que echar su resto son sus contendientes, Xóchitl Gálvez, y Álvarez Máynez. Hace un año, todo mundo sabía que la doctora Sheinbaum sería candidata presidencial de Morena, pero nadie pensaba que Xóchitl y Máynez estarían en la contienda. Ambos sorprendieron. La panista encarna un fenómeno pocas veces visto de popularidad instantánea que sorprendió fuera de base a los dirigentes de PRI, PAN y PRD que tuvieron, a regañadientes, que aceptarla como candidata presidencial. No la querían ni la quieren, pero la realidad es que en los días claves no tuvieron otra opción. Xóchitl, no es un secreto, iba por la jefatura de Gobierno de la CDMX, pero resolvió subir la mira. La ingeniera Gálvez está en la batalla. No cae, pero tampoco sube y tiempo pasa rapidísimo.

Un caso todavía más extraño es del de Movimiento Ciudadano. El partido naranja pasó en pocas semanas de murmurar que Marcelo Ebrard sería su candidato a nominar a un entusiasta diputado, Álvarez Maýnez, que todavía lucha porque que la gente reconozca su imagen y su nombre. Según los expertos MC va por un 5 por ciento de la votación, aunque hay muchas plazas donde los pronósticos lo ubican debajo de los tres puntos lo que significaría perder el registro. En suma, un gran descalabro. Sería un milagro que Dante se quedará al frente del partido después de tantos sinsabores.

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¿Pueden hacer algo para mover las encuestas? Una de las muy pocas oportunidades que tendrán serán los debates presidenciales, el primero de los cuales es este domingo. Para ellos, hablo de Xóchitl y Máynez, no hay mañana. Incluso si tienen un desempeño impecable en el debate podría no ocurrir nada, acaso subir un par de puntos en el mejor de los escenarios, pero un par de puntos no es nada comparada con la ventaja de Claudia. Las personas que ya decidieron su voto no cambiarán por el debate, o por lo que se diga del debate en las redes sociales donde todos los partidos venden su versión de los hechos tratando de pescar incautos. De los debates de la democracia moderna mexicana solo el primero en el que participó el jefe Diego Fernández de Ceballos en 1994 movió las aguas, sobre todo porque mucha gente que no lo conocía y se apantalló con la elocuencia de Diego, que es un abogado imbatible. De cualquier forma, perdió la elección.

En el debate del domingo Claudia saldrá a defenderse. Tiene, como la 4T en su conjunto, un flanco vulnerable que es el de la inseguridad, donde la estrategia gubernamental falló de forma estrepitosa, pero ella en lo particular puede mostrar otros datos de su gestión en la CDMX, con lo que puede parapetarse durante el debate. Xóchitl es ingeniosa y de reflejos rápidos. El debate es su oportunidad para salir de su mala racha. Máynez es el que más puede ganar, porque sus niveles de conocimiento y reconocimiento son muy bajos. Tiene que mostrar que tiene tamaños para estar en la boleta.