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Edgar Moreno Nolasco, el único policía federal que sobrevivió al linchamiento de San Juan Ixtayopan, en la delegación Tláhuac, confirmó que hubo omisión por parte de las autoridades del Distrito Federal al no intervenir con granaderos y policías aquél 24 de noviembre de 2004.
El agente, quien desde hace más de cinco años radica en Madrid, España, admitió que aun cuando solicitó apoyo de los elementos policiacos, no obtuvo alguna respuesta.
Moreno Nolasco narró que ese día, él y dos compañeros investigaban actividades de grupos guerrilleros asentados en la ciudad de México.
Sin embargo, al llegar al lugar, habitantes enardecidos los acusaron de haber robado a una menor, por lo que fueron detenidos, amarrados y golpeados. En ese momento arribó una patrulla de la policía del Distrito Federal y descendieron dos policías –un hombre y una mujer-, quienes trataron de hablar con la gente; sin embargo, después de minutos, decidieron retirarse del lugar.
“Escuché que les decían que ya venía la delegada [en ese entonces era Fátima Mena], pero la gente, sobre todo unos chavos, no nos quisieron soltar. Insistían en que entregáramos a una niña y nos seguían golpeando y amenazaban con que nos iban a quemar vivos”, narró la víctima en una entrevista con Carlos Loret de Mola.
En el lugar fueron golpeados y quemados Cristóbal Bonilla y Víctor Mireles, quienes junto con Édgar realizaban las pesquisas en la comunidad.
A seis años de la tragedia, los presuntos autores intelectuales, Eduardo Torres Montes, y su esposa Alicia Zamora Luna, alias La Gorda, fueron detenidos por elementos federales en el Distrito Federal.
La aprehensión se llevó a cabo el pasado 5 de junio en la colonia Ajusco, en la delegación Coyoacán, en cumplimiento a una orden de aprehensión girada por el juez cuarto de distrito del Reclusorio Norte.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública federal, la pareja incitó presuntamente a los habitantes de la comunidad para golpear y prender fuego a los agentes.
Sin embargo, ningún mando policiaco fue remitido a las autoridades a fin de que se investigara si había tenido o no omisiones en los hechos.
Cabe señalar que en ese año, cuando Andrés Manuel López Obrador era jefe de gobierno, el subsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Gabriel Regino García, era el responsable de autorizar las acciones de los granaderos y policías de la zona, mientras que al frente de la Secretaría de Seguridad Pública local estaba el ahora mandatario capitalino, Marcelo Ebrard.
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