Sucesos
Jorge Alejandro Peña Landeros*

8M Centennial

Estimados lectores, estamos muy próximos a conmemorar el 8 de marzo, mejor conocido como el 8M Día Internacional de la Mujer, antes denominado Día de la Mujer Trabajadora. Una conmemoración en la que se reconocen las acciones de las mujeres en distintos sectores de la sociedad, su desarrollo integral como persona y su lucha por la igualdad de género.

Esta es una columna especial, ya que tiene el objetivo de conmemorar con fines informativos y elaborada con mucho respeto. Primero realicé una investigación documental y, posteriormente, una de campo, encontrando en esta última interesantes respuestas a mis dudas.

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Especial

Dentro de la investigación documental, pude encontrar sitios interesantes como el de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde a través del artículo “Invertir en las mujeres: acelerar el progreso”, se menciona que aspectos como la igualdad de género y el bienestar de las mujeres son fundamentales para el desarrollo de economías prósperas y la preservación del planeta. Sin embargo, aún existen desafíos cruciales como la falta de financiamiento en materia de género, con un déficit anual alarmante de 360,000 millones de dólares para medidas de igualdad de género hasta 2030. Es por ello que el 8M, además de conmemorar, sirve como una plataforma para continuar realizando acciones en pro y para las mujeres, ya que son un elemento significativo en la transformación del mundo. En materia de información y para tener un contexto global sobre el tema, les recomiendo plenamente ingresar al sitio del 8M de la ONU. En su sección de recursos, podrán encontrar enlaces interesantes como: ONU Mujeres, Biblioteca ONU Mujeres y días internacionales relacionados con el 8M, como: El Día de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos (19 de junio), el Día de la Niña (11 de octubre), el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), el Día de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (6 de febrero), el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11 de febrero) y el Día Internacional de las Juezas (10 de marzo).

Les comparto que llevaba mucho tiempo con la intención y el entusiasmo por escribir esta columna conmemorativa, al grado de asistir el pasado fin de semana a una comida en donde expuse mi iniciativa; comentando que me sentía impactado con el enorme mosaico de información, contenidos, corrientes y opiniones que existen sobre el tema. Enfatizando en cuestiones como: ¿Por qué conmemoramos el 8M?, ¿Dónde surgió?, ¿Cuál fue la primera marcha del mundo y en México?, ¿Qué es el feminismo?, entre muchas más dudas.

Como alivio a mi angustia y una sorpresa reveladora; en la reunión se encontraba Dany Barcenas López, una joven feminista centennial de 19 años, estudiante de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles en la UASLP, artista plástica y lectora. La cual me dijo que no me preocupara, ya que a lo largo de la semana ella me podía instruir en el tema, dándome recomendaciones bibliográficas y contenidos en redes sociales sobre el tema.

Comenzó la charla con una frase contundente: “El 8M, no se celebra, se conmemora”.

Posteriormente, me llevó al origen, comentándome que todo esto comenzó en 1911, tras una tragedia en una fábrica de textiles en Nueva York, conocida como la “Triangle Shirtwaist Factory fire”. En donde el color morado se adoptó como símbolo en la representación de la lucha de la mujer, en este evento 150 mujeres obreras murieron en un incendio debido a la explotación laboral y malas condiciones de trabajo. En un inicio, el movimiento buscaba igualdad laboral, pero con el tiempo evolucionó hacia un enfoque de género y protesta contra la violencia.

En 1975, la ONU estableció el 8M como el Día Internacional de la Mujer, honrando la lucha de las mujeres rusas en 1917, donde se manifestaron por la hambruna y desigualdad que vivían en esos días, llegando a lograr aspectos como el derecho al voto. En México se tienen eventos como el Primer Congreso Feminista de Yucatán 1916, la primera marcha el 9 de mayo de 1971, realizada por el grupo feminista “Mujeres de Acción Solidaria” y las consecuentes marchas.

Entre las pláticas, Dany me comentaba que era sumamente importante conmemorar el 8M y no bajar la guardia; ya que además de reconocer a las mujeres, su desarrollo en la sociedad y la igualdad de género, se visibilizan temas como la violencia de género, sobre todo la que se vive en Latinoamérica, la equidad, la liberación de las niñas y mujeres para cumplir con las expectativas sociales, el derecho al voto, al trabajo, al estudio y a los bienes. Expresó que en México aún existe una enorme brecha histórica que deja en desventaja la lucha de las mujeres, respecto a temas como la igualdad y equidad de género, la falta de oportunidades y el machismo.

Es admirable la pasión, elocuencia y contundencia con la que Dany me compartía temas relacionados con el 8M y el feminismo. Le expuse aspectos teóricos de Simone de Beauvoir, Marta Lamas, entre otras, así como mi percepción sobre el tema, a lo que ella me respondió: -“No todo es lo que parece”-, compartiéndome que en la actualidad existe una diversidad de información, contenidos, corrientes y opiniones, estrechamente vinculada a que sea nutrida de experiencias personales, estilos de vida, contextos familiares y sociales, la amplitud generacional y a que la información clásica sobre el tema está basada en temas eurocentristas.

Aspectos que son catalizadores para estar viviendo el 8M desde la cuarta ola feminista, la cual está enriquecida por la importancia que le han dado al tema, las abuelas, madres e hijas y nietas, logrando un aspecto masivo en los últimos 50 años y que se ve reflejado en una diversidad de contenidos; los cuales proporcionan información, conocimientos y herramientas sobre el tema, para que todas las mujeres tengan un lugar significativo en las manifestaciones, en la sociedad y en la vida. El 8M desde la cuarta ola feminista permite, además de la manifestación, tener arte, expresión y performance. La violencia que aún se ve durante las marchas y en expresiones sociales, es solo el desenlace de una historia incompleta. Dany, invita a que se unan a las manifestaciones, lleven sus ideas, experiencias, talentos y pasiones. El arte y el performance son una expresión que refleja la cultura, valentía, tristeza y feminidad, no es romantizar el problema, es apropiarse de él, del espacio, hacer eco, concientizar y continuar con la lucha. Por último, nos recomienda libros como "Perras de Reserva", "Desde los Zulos" y "Bastarde Disparate" de Dahlia de la Cerda.

Lectores, hasta aquí la columna. Estoy orgulloso de conmemorar y honrar a las mujeres. Me despido deseándoles que tengan un rayito de vida al despertar. Hasta la próxima.