
La comunidad científica no ha logrado ponerse de acuerdo en una respuesta que ayude a entender la razón por la cual el ser humano es propenso a darse cuenta cuando alguien nos está mirando fijamente. Pero hay muchas teorías al respecto sobre este fenómeno conocido como “Escopaestesia”.
Especialistas en el tema señalan que lo que se ve dentro del rango de visión es de lo que más consciente está quien se siente observado. Sin embargo, gracias a la visión periférica, es posible percibir la actividad que sucede a nuestro alrededor. Y es de esta manera como el cerebro recibe señales de que efectivamente somos el foco de atención de las miradas de alguien.
Sin embargo, también es cierto que este evento puede derivar de la paranoia por parte de las personas que sufren ansiedad; al estar propensos a juzgar cualquier pequeño movimiento como una señal de que alguien no pudiera estar vigilando. Pero es importante dejar en claro que no todo el que se siente de esta manera es paranoico.
Por otra parte, también hay una gran posibilidad de que el sentimiento de ser observado se deba a que surja el pensamiento de que alguien no mira y que con el objetivo de comprobar la teoría esta situación podría prestarse a una mayor atención a los gestos y actitudes ajenas.
Otra explicación también deriva en la reacción del sistema de alerta “atención exógena”, que permite al cerebro reaccionar de manera automática a cambios a nuestro alrededor. Lo que se traduce en una forma inocente de estar en constante vigilancia del entorno.
Finalmente, también existe el egocentrismo y el fenómeno psicológico al que se le identifica como el efecto spotlight. Este detalle demuestra que a veces el sentimiento de creerse el centro de atención, sobre todo cuando se comete un error o se es parte de un momento vergonzoso se abre un camino para pensar que todo el mundo está complemente al pendiente de ti.
(Con información de la BBC)