El primer ministro francés, Dominique de Villepin, rechazó el martes una capitulación al descartar la retirada de un nuevo contrato laboral, como le han vuelto a exigir los sindicatos y movimientos estudiantiles en otra jornada de manifestaciones salpicada de enfrentamientos.
En un discurso pronunciado ante los diputados de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha en el poder en Francia), Villepin declaró que no aceptará "ni la retirada" ni "la suspensión" del Contrato Primer Empleo (CPE) e insistió en que se opondrá a "su desnaturalización".
"Sobre este tema hay tres cosas imposibles. La primera, es la retirada, porque significaría que capitulamos ante la lógica de los ultimátums y las condiciones previas", declaró Villepin, convencido de que su proyecto reducirá el desempleo.
"La segunda es la suspensión, sencillamente porque es contrario a nuestra Constitución. La tercera, es la desnaturalización de nuestro proyecto porque perder su equilibrio sería privarlo de toda posibilidad de éxito", dijo, según el texto de su discurso distribuido a la prensa.
El CPE, reservado a los menores de 26 años y aprobado por el Parlamento, prevé un periodo de dos años durante el cual se puede despedir al trabajador sin darle explicaciones.
Los sindicatos y las asociaciones juveniles ponen como condición la retirada del texto para sentarse a negociar.
Decenas de miles de jóvenes -- unos 40 mil, según la policía-- volvieron a salir a las calles el martes para protestar contra el CPE y están previstas huelgas y manifestaciones masivas para el 28 de marzo.
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