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Los chimpancés tienen un complejo sistema de comunicación que les permite combinar llamadas para crear nuevos significados, de forma similar nuestro lenguaje

La comunicación de los chimpancés podría ser un puente evolutivo al lenguaje humano

Habla. El estudio fue encabezado por el Instituto Max Planck (Alemania) y se publica Science Advances. (Archivo)

El ser humano es la única especie que utiliza el lenguaje, pero esta capacidad puede no ser tan única como se pensaba, pues los chimpancés tienen un complejo sistema de comunicación que les permite combinar llamadas para crear nuevos significados, de forma similar nuestro lenguaje.

Ese sistema vocal recién descubierto de los chimpancés, documentado en 53 ejemplares salvajes, podría significar un puente evolutivo entre las llamadas de los animales y el lenguaje humano, señala un estudio encabezado por el Instituto Max Planck (Alemania)  y que publica Science Advances.

El equipo analizó matemáticamente 4.323 sonidos grabados de simios del Proyecto Chimpancé Taï (Costa de Marfil) y los relacionó con acontecimientos concretos: alimentación, anidación, aproximación, agresión o encuentro con un depredador.

Los chimpancés salvajes alteran el significado de las llamadas individuales cuando las integran en diversas combinaciones, reflejando las operaciones lingüísticas del lenguaje humano.

Nuestro lenguaje combina sonidos en palabras y palabras en frases, creando infinitos significados, un proceso basado en reglas lingüísticas y con el componente clave de la sintaxis, que determina cómo el orden de las palabras afecta al significado,

Los demás primates suelen basarse en llamadas únicas y, aunque algunas especies las combinan, estas son escasas y sirven sobre todo para alertar a los demás de la presencia de depredadores.

Sin embargo, los chimpancés tiene cuatro formas de alterar los significados al unir llamadas individuales en 16 combinaciones de dos (bigramas), análogas a los principios lingüísticos clave del lenguaje humano, para transmitir más significado del que cabría en una sola.

Por ejemplo, los bigramas sobre nidificación comunicaban información sobre dónde construir lugares para pasar la noche que también estuvieran a salvo de los depredadores.

Estos hallazgos “sugieren un sistema de comunicación vocal altamente generativo, sin precedentes en el reino animal”, según Cédric Girard-Buttoz, primer autor del estudio.

Además, se hizo eco de hallazgos recientes en bonobos, los cuales sugieren que las capacidades combinatorias complejas ya estaban presentes en el ancestro común de los humanos y estas dos especies de grandes simios.

Un estudio publicado hace un mes por Science señalaba que los bonobos, nuestros parientes vivos más cercanos, son capaces de crear complejas combinaciones de llamadas con las que se comunican y que son parecidas a las combinaciones de palabras de los humanos.

Estos descubrimientos, dijo Girad-Buttoz, cambian los puntos de vista del siglo pasado, que consideraban que la comunicación de los grandes simios era fija, estaba ligada a estados emocionales y, por lo tanto, no podía aportar nada sobre la evolución del lenguaje.

El sistema de comunicación descubierto en el nuevo estudio tiene “importantes implicaciones para entender la evolución del lenguaje humano, señala el Max Planck.

Las complejas capacidades combinatorias pueden haber estado presentes en el ancestro común de los humanos y los grandes simios, y pone de relieve la necesidad de seguir investigando la complejidad de la comunicación animal y su relación con el lenguaje humano, según los autores.

Tambor y golpes

Un segundo estudio sobre chimpancés, publicado también hoy, pero en Current Biology, revela que tocan el tambor con un espaciado regular entre los golpes y con distintos ritmos dependiendo del grupo.

Estos hallazgos sugieren, según los investigadores, encabezados por la Universidad de Viena, que los componentes básicos de la musicalidad humana surgieron en un antepasado común de chimpancés y humanos.

Estudios anteriores demostraron que los chimpancés producen sonidos de baja frecuencia tamborileando sobre las grandes raíces de los árboles que crecen por encima del suelo.

El equipo, que estudió 371 toques en 11 comunidades de chimpancés, incluidas seis poblaciones y dos subespecies, vio claras diferencias en el ritmo entre ellas y descubrieron que compartían similitudes claras con la música humana.

Los investigadores sugieren que los chimpancés utilizan estos patrones de percusión para enviar información tanto a larga como a corta distancia y que cada animal tiene su propio estilo.

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