
Una regla simple que parece regir la organización de la vida en la Tierra se describe en un nuevo estudio publicado en Nature Ecology & Evolution.
Un equipo de investigación, dirigido por la Universidad de Umea y con la participación de la Universidad de Reading, cree que esta regla ayuda a explicar por qué las especies se distribuyen de esta forma por el planeta. El descubrimiento ayudará a comprender la vida en la Tierra, incluyendo cómo responden los ecosistemas a los cambios ambientales globales, según los autores.
La regla es sencilla: en cada región de la Tierra, la mayoría de las especies se agrupan en pequeños puntos calientes y luego se extienden gradualmente hacia el exterior, con cada vez menos especies capaces de sobrevivir más allá de estos puntos calientes.
Rubén Bernardo-Madrid, autor principal e investigador de la Universidad de Umea (Suecia), afirmó en un comunicado: “En cada biorregión, siempre hay un área central donde habita la mayoría de las especies. Desde ese núcleo, las especies se expanden a las áreas circundantes, pero solo un subconjunto logra persistir. Parece que estos núcleos proporcionan condiciones óptimas para la supervivencia y la diversificación de las especies, actuando como una fuente desde la cual la biodiversidad se irradia hacia el exterior".
Este patrón pone de relieve el papel ecológico desproporcionado que desempeñan estas pequeñas áreas en el mantenimiento de la biodiversidad de biorregiones enteras. José Luis Tella, de la Estación Biológica de Doñana-CSIC y coautor del estudio, afirmó: “Por lo tanto, es esencial salvaguardar estas zonas núcleo, ya que representan prioridades cruciales para las estrategias de conservación".
Investigadores estudiaron biorregiones de todo el mundo, examinando especies de formas de vida muy diferentes: anfibios, aves, libélulas, mamíferos, rayas marinas, reptiles y árboles.
UN MISMO PATRÓN EN TODAS PARTES
Dadas las enormes diferencias en las estrategias de vida (algunas especies vuelan, otras se arrastran, nadan o permanecen enraizadas) y los contrastantes antecedentes ambientales e históricos de cada biorregión, los investigadores esperaban que la distribución de las especies variara considerablemente entre biorregiones. Sorprendentemente, encontraron el mismo patrón en todas partes.
Este patrón apunta a un proceso general conocido como filtración ambiental. La filtración ambiental se ha considerado durante mucho tiempo un principio teórico clave en ecología para explicar la distribución de las especies en la Tierra.
Hasta ahora, sin embargo, la evidencia empírica global ha sido escasa. Este estudio proporciona una amplia confirmación en múltiples ramas de la vida y a escala planetaria.
La profesora Manuela González-Suárez, coautora del estudio en la Universidad de Reading, afirmó: “No importa si el factor limitante es el calor, el frío, la sequía o la salinidad. El resultado siempre es el mismo: solo las especies capaces de tolerar las condiciones locales se establecen y persisten, creando una distribución predecible de la vida en la Tierra".