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El proyecto es impulsado por una especialista en Antropología de la Universidad apoyada de estudiantes voluntarios

Proyecto Regresa de la UNAM usa IA para apoyar en la búsqueda de menores desaparecidos

El proyecto Regresa de la UNAM es capaz de realizar la progresión de edad en una persona (eugene barmin)

Ante las alarmantes cifras de desaparición infantil que azotan México, la comunidad académica ha decidido ocuparse en el tema: en el Centro de Estudios Antropológicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM desarrollan el proyecto Regresa, que utiliza un algoritmo, apoyado de la inteligencia artificial, capaz de realizar la progresión de edad en una persona.

La explotación sexual y reclutamiento forzado, son las principales causas por las que desaparecen menores de edad en México; según el Comité sobre los Derechos del Niño de la ONU cada día desaparecen 14 niños en México o uno cada dos horas.

Esta herramienta podrá determinar cómo lucia una persona a los 5 años y cómo lo hará a los 15 o a los 30, con el objetivo de apoyar en la búsqueda de menores desaparecidos, en especial aquellos que por el por el paso de los años ya no pueden ser reconocidos.

La doctora Ana Itzel Juárez Martín, encargada del desarrollo del proyecto, señaló que conjunta las herramientas de la Inteligencia Artificial con los conocimientos y técnicas de la Antropología Física y Social con el objetivo de apoyar en los procesos de búsqueda e identificación de menores desaparecidos en México a mediano y largo plazo.

Aunque actualmente existen programas o aplicaciones que sirven para mostrar cómo se vería una persona con el paso del tiempo, sin embargo, no toma en cuenta rasgos que envejecen como el cráneo, la forma de la nariz, los ojos, las líneas de expresión, o la textura de la piel.

La antropóloga Juárez Martín explica que la intención del proyecto Regresa es “entrenar ese algoritmo científicamente, es decir, que aprenda las trayectorias reales de cómo crece el rostro, porque no es regular desde que uno nace hasta los 20 o 21 años, más bien hay momentos y todo eso tiene que ver con las hormonas de crecimiento y después de la adolescencia con las hormonas sexuales, la genética”.

Regresa ha sido desarrollado por un equipo formado con estudiantes y egresados del Centro de Estudios Antropológicos, quienes fueron becados por parte de la Alianza y del Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro durante un tiempo. Pero a partir de 2024 han trabajado con recursos propios y de forma voluntaria.

La etapa actual del proyecto se encuentra recopilando datos e imágenes de voluntarios mayores de edad para formar un banco de datos para formar una progresión de los datos que dé cuenta de cómo evoluciona el rostro de una persona.

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