
La cocina molecular es una innovadora disciplina gastronómica que aplica principios de la química y la física para transformar ingredientes tradicionales en experiencias sensoriales únicas.
En el caso de los pescados y mariscos, esta técnica permite modificar texturas, realzar sabores y presentar los alimentos de formas creativas y sorprendentes. Mediante el uso de herramientas especializadas y compuestos como gelificantes, espumantes o nitrógeno líquido, los chefs pueden crear esferas, espumas, geles o emulsiones que conservan el sabor del producto marino original, pero con una presentación novedosa. Además de su atractivo visual, la cocina molecular busca preservar el valor nutricional del pescado y reducir el uso de grasas o sales añadidas, convirtiéndola en una alternativa saludable.
Esta fusión entre ciencia y arte culinario convierte al comensal en parte activa de la experiencia, y posiciona a los pescados y mariscos como ingredientes versátiles y sofisticados en la gastronomía contemporánea.
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