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Un nuevo análisis de datos colocó nuevamente a 3I/ATLAS en el foco científico por una alineación que parece demasiado precisa para ser accidental.

Experto detecta coincidencia orbital en 3I/ATLAS que, de confirmarse, “podría permitir la liberación de dispositivos tecnológicos”

3I/ATLAS
Loeb, líder del Proyecto Galileo

El objeto interestelar 3I/ATLAS sigue siendo motivo de debate entre investigadores de todo el mundo, alimentando teorías que van desde comportamientos no explicados hasta la posibilidad —aún sin pruebas— de que pueda contener algún tipo de ingeniería creada por inteligencia avanzada. Un reciente estudio del astrofísico Avi Loeb volvió a intensificar la discusión al señalar una coincidencia en su trayectoria que considera especialmente reveladora.

Loeb, líder del Proyecto Galileo, explicó que algunas de las anomalías observadas en su movimiento encajan con la idea de que, si una civilización tecnológicamente superior quisiera enfocar su atención en un punto estratégico del sistema solar, elegiría Júpiter debido a su fuerza gravitacional dominante. Con esa premisa, su revisión más reciente cobró un nuevo sentido.

Una alineación difícil de pasar por alto

En los últimos meses, astrónomos de distintos centros han seguido de cerca el desplazamiento de 3I/ATLAS. La velocidad del objeto ha mostrado variaciones que obligaron a recalibrar varias veces los modelos oficiales, ajustando también la predicción sobre la cercanía que tendrá con Júpiter en marzo de 2026.

3I/ATLAS

Lo que destaca Loeb es que, pese a esas correcciones, las proyecciones siguen coincidiendo casi exactamente con el radio de Hill del planeta, la región en la que la gravedad de Júpiter prevalece sobre la del Sol. Para el científico, que la trayectoria siga apuntando hacia ese punto —incluso después de múltiples modificaciones— resulta difícil de considerar como una simple casualidad.

Los modelos no gravitacionales, que se usan para interpretar cómo cambian los cuerpos al acercarse al Sol, tampoco han logrado explicar por completo por qué esta coincidencia persiste, lo que ha reforzado las dudas entre algunos especialistas.

Lo que podría significar si la coincidencia se mantiene

Lo que más resalta en el análisis de Loeb no es únicamente la cercanía prevista al planeta, sino el tipo de interacción que podría darse cuando 3I/ATLAS entre en la zona donde la gravedad de Júpiter domina totalmente. Si el cruce ocurre justo en el límite del radio de Hill, el investigador sugiere que podría tratarse de un comportamiento dirigido y no de un fenómeno natural.

El periodo determinante llegará entre finales de este año e inicios del próximo, cuando misiones como Juno, Juice y Psyche puedan aportar mediciones más precisas y definir con exactitud la trayectoria real de 3I/ATLAS.

Loeb incluso plantea un escenario más ambicioso:

“Si se confirma la coincidencia entre la distancia mínima de 3I/ATLAS a Júpiter y el radio de Hill, podría interpretarse como una señal tecnológica. En tal caso, el objeto podría liberar dispositivos tecnológicos, como satélites artificiales, en los puntos de Lagrange L1 y L2 de Júpiter, donde el gasto energético para mantener órbitas es mínimo”.

Aunque no hay evidencia concluyente, las próximas observaciones podrían aportar respuestas clave sobre uno de los objetos más enigmáticos que han ingresado al sistema solar.

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