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El deterioro del CIDE ya inició; académicos se están yendo

Se está perdiendo el capital humano de forma acelerada, dice Lorena Ruano en el Senado · "Sé de muchos que lo harán en los próximos meses y me incluyo"

crisis institucional

Estudiantes del CIDE en una de las múltiples muestras de repudio a su director y a Conacyt.

Estudiantes del CIDE en una de las múltiples muestras de repudio a su director y a Conacyt.

El CIDE ha sufrido una destrucción sin sentido, pero, ¿por qué? Porque el gobierno actual y el Conacyt “quieren y porque pueden, porque tienen el poder”, dice con amargo pesimismo Lorena Ruano, investigadora de la institución. El desmantelamiento de la institución no va de acuerdo con los planes de este gobierno porque la comunidad de ésta --que se ha manifestado como ninguna otra en las calles y en la conciencia democrática de este país-- “tiene otros datos: porque nuestra labor es criticar y no adular, porque consideramos que nuestra labor es educar con el más alto estándar y no adoctrinar”.

Ruano ha sido una de las académicas más destacadas en la movilización por los derechos de su comunidad y expresó en el Senado, una vez más, los atropellos y violaciones contra ésta por parte de Conacyt y el director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) sin legitimación, José Romero.

Durante el Foro "Momento crítico. Ciencia y educación superior en México", repasó la historia del CIDE de los últimos ocho meses, desde la renuncia forzada de su ex director, Sergio López-Ayllón, pasando por la destitución de funcionarios académicos, el desdén e insulto a la comunidad, la violación de sus estatutos, el congelamiento de sus recursos autogenerados, hasta la mala calidad de los alimentos que se sirven en su cafetería y que enfermó más de un centenar con E. Coli.

¿Qué clase de persona hay que ser para aferrarse a un puesto en una institución después de que su comunidad se ha manifestado en su contra hasta en las calles?, preguntó la académica y respondió: “hay que ser una persona servil con los de arriba y autoritario con los de abajo”. Eso no sólo no es idóneo para dirigir una institución académica, añadió, menos para garantizar su libertad de expresión.

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Lorena Ruano recordó el circo gestado por Conacyt y su directora, Elena Álvarez-Buylla, para dar legalidad al nombramiento de Romero y los funcionarios del CIDE, violando sus mismos estatutos para reformarlos y tratando a su comunidad como “una colonia”.

Recordó la asfixia presupuestal que además ha representado una “presión política”, además de técnica. El fideicomiso del CIDE, apuntó, era el más importante de todos los Centros Públicos de Investigación (300mdp) que permitía la operación de la institución. Sus recursos fueron devueltos, pero están congelados hasta que Conacyt presente las nuevas reglas de operación.

“En ocho meses, José Romero ha sido incapaz de resolverlo; adicionalmente, Conacyt anunció que ya no se cobrarán colegiaturas sin girar una orden por escrito ni otorgar los recursos para cubrir ese hoyo presupuestal”.

Ruano enfatizó su pesimismo no por las consecuencias que traerá esta desarticulación de la institución, sino porque ya se están viviendo: el peligro y el deterioro de lo que fue una institución educativa, por la que académicos de todo el mundo, incluyendo premios Nobel, defendieron hasta hace unos meses, son palpables.

“No se ha podido actualizar la biblioteca y hemos perdido acceso a bases de datos, pero lo más grave es que la gente del CIDE se está yendo. Desde diciembre he contado a 20 académicos que han pedido licencia, se fueron de sabático o buscan refugio en otras instituciones de México o del extranjero; sé de muchos que lo harán en los próximos meses y me incluyo”.

Este Centro Conacyt, enfatizó, está perdiendo el capital humano de forma acelerada. “Tenemos menos postulantes y estudiantes este año. Los jóvenes me preguntan si vale la pena estudiar actualmente en el CIDE… sé a qué institución ingresarán, pero no de cuál egresarán ni qué valor tendrá su título en cuatro años. (…) ¿y todo por qué? Porque quieren y porque pueden”. De esa misma forma, señaló, es como pasarán la ley general de ciencia y tecnología que ya está en la Conamer.

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