El nuevo rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, es una persona apacible que externa templanza e incluso candidez; no obstante, todo tiene su límite:

–Usted parece una persona moderada y tranquila, ¿qué lo hace enojar?, pregunta un reportero.

–¿Los medios?, bromea otra reportera.

–Las conferencias de prensa, dice un directivo de comunicación social, en resonancia del jolgorio.

Todos en el sexto piso de la rectoría universitaria ríen ante la mirada impasible del retrato de Justo Sierra, el cual corona la sala de juntas. La broma no es fortuita ante el acoso agresivo de cámaras, micrófonos y grabadoras que lo hicieron despedirse antes de tiempo al final de su toma de posesión en el Palacio de la Antigua Escuela de Medicina, hace casi un par de semanas; sin embargo, este ordenado encuentro se ofrece como una reconciliación.

Diluidas las sonrisas, el primer rector economista de la máxima casa de estudios responde con la misma sobriedad y se refiere a uno de los mayores fracasos de la civilización. “Las injusticias es algo que me indigna, así como la desigualdad, la cual me preocupa mucho”.

Acto seguido entreteje una reflexión humanística que ejemplifica un revés civilizatorio de nuestros días. “Desigualdad como la de una globalización que ha puesto tanto énfasis en abrir las fronteras a la inversión y los productos, pero que se las ha cerrado a las personas. Es la tragedia de los migrantes que enfrentan condiciones tan difíciles (…).

Lomelí no se reunió con la prensa para hablar de migración específicamente, pero se ofrece como uno de los muchos retos que enfrenta el mundo y México, locales y globales, mismos como el cambio climático, y de los cuales la universidad más grande de Latinoamérica no es ajena.

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El rector y la prensa se reunieron para establecer el diálogo que no fue posible el pasado 17 de noviembre ante la urgencia mediática. De esta forma, diversos reporteros realizaron preguntas sobre política, elecciones, educación, seguridad universitaria, presupuesto, violencia de género, investigación y los planes y proyectos de esta gestión en la UNAM. (Incluso un chascarrillo futbolero al final de la reunión para desearle a los Pumas la llegada de glorias reiteradamente pospuestas en los últimos años).

MÁS CIENCIA Y EDUCACIÓN.

Leonardo Lomelí refirió que, ante el inicio de precampañas y campañas electorales, la UNAM está abierta a recibir a las candidatas (os) en formatos que no generen grandes concentraciones públicas, puesto que no han resultado buenas experiencias en el pasado. No obstante, hay formatos más seguros e incluso ofreció las instalaciones universitarias para llevar a cabo debates del INE.

Lo que sí es garantía es que, en este proceso electoral, las universidades, instituciones de educación y academias, encabezadas por la UNAM, impulsarán un posicionamiento-documento diagnóstico que será entregado a las candidatas (os), propuestas que deben ser consideradas sobre los temas prioritarios en ciencia, tecnología e innovación, puesto que, “en diversos aspectos hemos tenido retrocesos lamentables, tomando en cuenta que estamos en el siglo de la sociedad del conocimiento y éste es un factor fundamental para impulsar el desarrollo”.

Enfatizó que, como país –en las últimas décadas– no le hemos dado la continuidad y centralidad que merece apoyar el binomio educación-investigación. “Lo tenemos que hacer o nos rezagaremos más”.

Recordó experiencias como la de Corea del Sur que hace más de media década se encontraba, tras los embates de la guerra, por debajo del nivel de desarrollo que México, pero que invirtió de manera decidida en educación y ciencia para hoy rebasar el nivel de desarrollo de México.

“Tenemos que invertir más en educación e investigación, pero debe ser un esfuerzo nacional donde las universidades, en particular la UNAM, deben insistir y ayudar a que tomemos conciencia de su importancia”.

SEGURUDAD EN LA UNAM.

Lomelí Vanegas recordó que, en esta nueva administración universitaria, hay muchos temas que requieren continuidad y muchos otros que necesiten cambios, por ejemplo, el programa de renovación de la planta académica ha sido eficaz, no obstante, hacen falta cambios en la política de atención a profesores de asignatura y de técnicos académicos. También se realizarán cambios importantes en la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria para reforzar atención a los estudiantes.

La seguridad y la violencia por grupos “que buscan desestabilizar” a la UNAM fueron una constante durante el rectorado anterior. Lomelí, que como secretario General ha estado cerca de estos acontecimientos, refiere que agresiones como las provocadas la semana pasada en la Facultad de Contaduría y Administración, han sido generadas por supuestos activistas encapuchados, pertenecientes a grupos que buscan desestabilizar a la institución. Dijo que además de proceder por las vías legales e internas en la universidad, es muy importante construir una relación más fluida con los estudiantes para atender problemas en las facultades y planteles “y así podamos desactivar posibles conflictos, puesto que muchas veces se utilizan como pretexto por estos grupos, pero tienen otras agendas”.

Añadió que este tipo de grupos han mostrado una reactivación en los CCH Azcapotzalco y Vallejo.

–¿Quiénes están detrás de estas agendas o intereses?, se le preguntó reiteradamente.

–Hay de todo, hasta de propios intereses de grupos dentro de la UNAM, pero también hay actores políticos, como partidos y grupos que hacen política y buscan generar presión en la CDMX (…) En el pasado hemos visto grupos de todas las tendencias, no señalaría a un partido político en especial.

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SEP Y CONAHCYT.

El rector refirió que ha tenido contacto y “relación fluida” con la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través del subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, desde que fungió como secretario general. Dijo que han participado en temas como la Ley de Educación Superior de manera cercana y que incluso, la UNAM ofrece apoyo para el establecimiento del Museo Vivo del Muralismo, que sería adecuado en las actuales oficinas de la SEP.

Aunque no con el mismo acercamiento ni participación de la Universidad en la Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación, refirió que la directora de Conahcyt, Elena Álvarez-Buylla, manifestó su interés por reunirse con la nueva administración universitaria. Actualmente, un tema apremiante para las universidades es el otorgamiento de becas financiadas por esta dependencia, por lo que autoridades de la UNAM han estado en contacto con Conahcyt.

“Ya nos dieron una primera estimación de las becas a las que podríamos acceder el próximo año, lo cual nos ayuda a hacer la planeación. A partir de eso, trataremos de obtener más becas, pero es una relación con diálogo porque estamos convencidos de que es el nivel educativo en el que podemos crecer más. Estamos en la mejor disposición de reunirnos antes de que termine el año”.

Entre los comentarios con los que cerró Lomelí se encontraba uno sobre los retos que deberá afrontar la próxima presidenta (e). “La próxima presidenta (e) debería apoyarse más en el conocimiento científico para atender los problemas del país, tanto los sociales, como las contingencias que deriven del cambio climático y que fue evidente con fenómenos como el huracán ‘Otis’”.

Otro más es un problema estructural: el sistema de salud, en el que la UNAM está en la mejor disposición de apoyar para la construcción de un sistema de salud de cobertura universal. “Son acciones que, en el largo plazo, podrán reducir la desigualdad”, esa que indigna tanto al rector, al mexicano y a toda persona sensible y consciente.

Saturados en atención de violencia de género

Adicionalmente, Leonardo Lomelí Vanegas enfatizó su interés por impulsar una mayor articulación de facultades y escuelas con los institutos y centros de investigación, para propiciar una mayor integración entre dos de las tres funciones importantes de la UNAM: la docencia y la investigación y, a su vez, entre la docencia a nivel superior y el bachillerato. “Atender el bachillerato pasa por reforzar los vínculos con el resto de la Universidad”. Sobre la violencia de género, refirió que las investigaciones y procesos han sido lentos puesto que “estamos saturados y necesitamos reforzar la capacidad de atención de la defensoría”. Enfatizó que los procedimientos pueden ser lentos por falta de personal y oficinas. “De por sí es difícil denunciar y si ven que el procedimiento es lento pueden no dar continuidad a la denuncia y se propicia un círculo vicioso que genera la percepción de impunidad. Se mejorará el procedimiento y la capacidad de atención, además vendrán cambios a la legislación, puesto que se han detectado algunas lagunas”.