Academia

La educación superior después de la pandemia de COVID-19

Después de la pandemia, los sistemas de educación superior en el mundo se deberán enfrentar a múltiples retos

voces de la uam

Los retos de la educación superior a distancia.

Los retos de la educación superior a distancia.

Vivimos en tiempos de Hipermodernidad, lo significa que la sociedad contemporánea ha ingresado a una nueva fase del capitalismo global, potenciado por las tecnologías digitales de la información y articulado a través de cibermedios de comunicación masiva y redes socio-digitales. Nos encontramos en un momento en el desarrollo de la civilización humana que Zygmunt Bauman denomina la Modernidad Líquida, caracterizado por el cambio permanente y el flujo constante de información, la aceleración y la hiper-racionalización, codificación de vida social y el control cibernético de todos los procesos de producción, distribución, circulación y consumo (Bauman Z., 2000).

Al mismo tiempo, desde el año 2020, la pandemia del COVID-19 impacta al mundo entero, provocando una migración masiva de las universidades y las instituciones de educación superior al espacio cibernético. La crisis sanitaria derivada de la pandemia implicó la implantación de políticas de confinamiento de la población, restricción de la movilidad, de los servicios, así como el cierre de instalaciones en escuelas y universidades, lo que propició la cancelación de prácticamente todos los servicios educativos en su modalidad presencial.

De un día para otro, el funcionamiento completo de las organizaciones universitarias e instituciones de educación superior tuvo que trasladarse al ciberespacio y gestionarse de manera virtual, a través de las redes socio-digitales y cibermedios de comunicación. Lo que ha implicado que en la mayoría de las universidades públicas y privadas en el mundo se tomen decisiones urgentes dirigidas a promover la “educación virtual” y la puesta en práctica de formas de educación superior alternativas a la presencial, ya que en muchos casos es una cuestión de sobrevivencia o extinción.

Dada la duración de la pandemia, es muy probable que algunas de estas prácticas alternativas se logren implantar en las universidades y, la “educación virtual” se normalice y se convierta en una cultura legítima que se integre a la formación universitaria y al currículum como un recurso tecno-educativo para la capacitación profesional.

Después de la pandemia, los sistemas de educación superior en el mundo se deberán enfrentar a múltiples retos que tendrán que superar para encontrar su propio nicho en los ecosistemas sociales a nivel global y local, para de esta forma, lograr su supervivencia en estos tiempos hipermodernos.

Entre estos grandes retos, se pueden identificar claramente: la incertidumbre respecto a la futura reconfiguración de los mercados de trabajo profesional a raíz de la irrupción de la una nueva revolución tecnológica derivada del desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), la robótica, la nanotecnología y la biotecnología; la dificultad de ajustar el currículum universitario a la velocidad y al ritmo de producción y distribución de los conocimientos científicos y técnicos; la superabundancia de información y la disponibilidad inmediata de los contenidos; la obsolescencia del conocimiento técnico; así como, el dislocamiento de la relación maestro-alumno como la conocíamos hasta ahora.

Por otro lado, tenemos que considerar que transcurrimos por un momento histórico en donde las condiciones socio-técnicas nos permiten estar permanentemente conectados a través de las redes socio-digitales y los nuevos medios de comunicación que operan en el ciberespacio. Internet, la red de redes, nos ha hecho ver que estamos todos interconectados y, en poco tiempo, estaremos conectados no sólo entre los humanos sino con las cosas a través de la tecnología 5G y la Web 3.0.

Todo esto propiciará, necesariamente, un proceso de cambio de conciencia: la conciencia de interconexión entre los seres humanos con la naturaleza y el cosmos. Lo que significa un cambio de paradigma en la ciencia moderna. Una nueva perspectiva fundada en una concepción compleja de la realidad, que nos permite visualizar el mundo material como complejos sistemas dinámicos de redes interconectadas por las que fluye energía, o en su caso, información, siguiendo la lógica de un caos y un orden que deriva en procesos de auto-organización y en la configuración de estructuras fractales que obran en la realidad concreta.

Este cambio de paradigmas científico y tecnológico nos permite pensar a la universidad y a las instituciones de educación superior desde una óptica distinta a las visiones jerárquico/burocrática, ergo, mecanicista/estructural-funcionalista, características de las ciencias modernas hasta el siglo XX. La pandemia, nos está obligando a concebir nuevos modelos universitarios más horizontales y flexibles, como nodos en una red, y a instrumentar formas alternativas de educación superior que permitan adaptarnos a las condiciones que impone la crisis sanitaria y la nueva revolución científico-tecnológica (Andión, M., 2019. Universidad Nodo: Modelo para la formación de comunicadores en la era digital).

En estas circunstancias, es el momento de innovar, cambiar la forma de enseñar, de aprender, de hacer investigación, de difundir el conocimiento y la cultura, así como, de ofrecer servicios educativos o de consultoría técnico-profesional. Se requiere imaginar nuevas formas de organización universitaria para evolucionar como institución académica, aprovechando los beneficios de la tecnología digital y las potencialidades de las redes socio-digitales y cibermedios de comunicación.

Según la revista The Economist, reconocida por monitorear las tendencias económicas globales, a raíz de la actual pandemia se abrirá en el futuro un espacio para replantear los sistemas educativos en mundo:

La educación nunca volverá a ser igual. Será presencial pero tecnológicamente adaptativa. Cada quien lo que necesita. Estudiar Offline y On-line será lo normal. Las escuelas y universidades se transformarán en un esquema híbrido para siempre. Se regresa al esquema de contratar gente muy preparada para llenar puestos importantes, pero se aceptarán candidatos sin título universitario para puestos menos importantes si tienen la experiencia necesaria (27 septiembre 2021).

Sin embargo, sólo a través de ejercicio práctico de la innovación educativa y la integración de los valores de la educación virtual y del aprendizaje digital, a través del reentrenamiento de la planta docente y el cuerpo estudiantil, será posible que las universidades y demás instituciones educativas logren una transición efectiva hacia modelos híbridos de educación superior. De otra manera, los procesos de cambio cultural y organizacional dentro de estos establecimientos terminarían siendo un fiasco y una simulación.

*Profesor-Investigador del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco de la UAM