A un año y medio de su muerte, El Colegio Nacional rendirá un homenaje presencial a uno de los mexicanos con una trayectoria más vasta a favor de la medicina, la educación superior y la cultura, Guillermo Soberón Acevedo.

El homenaje se realizará este lunes 4 de abril a las 6:00 p.m. y contará con la participación de los colegiados Luis Felipe Rodríguez Jorge, Julio Frenk, Adolfo Martínez Palomo, José Sarukhán y Diego Valadés, así como de Jaime Sepúlveda y Gloria Soberón Chávez.

En entrevista, Adolfo Martínez Palomo recuerda al ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud, quien falleció a los 94 años en octubre del 2020.

“Su muerte es extraordinariamente lamentada, a pesar de su avanzada edad, estábamos acostumbrados a su constante asesoría, entusiasmo por construir instituciones y por su trabajo en El Colegio Nacional”, apunta el investigador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav). También, añade, extrañan su buen ánimo y su actitud positiva, que imprimió en todas sus actividades. “Este lunes muchas de las personas que trabajaron con él y estuvieron cerca lo recordarán desde sus múltiples facetas”.

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La faceta primordial, la del médico, será recordada por Julio Frenk y Jaime Sepúlveda, su discípulo con quien trabajo muchos años para mejorar el sistema de salud del país, agrega el parasitólogo y autor del ciclo y libros “Músicos y medicina”.

Por su parte, el también ex rector de la UNAM y fundador de la Conabio, José Sarukhán, expondrá su trayectoria y papel como rector de la máxima casa de estudios. En su oportunidad, el también colegiado y jurista Diego Valadés explicará cómo llevaron a cabo importantes cambios legislativos para desarrollar leyes de protección a la salud más modernas.

Por su parte, Martínez Palomo hablará sobre el papel de Soberón en la fundación del primer departamento en México de Bioquímica en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

“Guillermo Soberón tuvo una formación sólida como médico, después de dedicarse a la disciplina clínica tuvo la oportunidad de hacer investigación bioquímica y obtuvo una beca para asistir al extranjero 3 años; de esta forma tuvo una sólida formación como investigador y regresó al Hospital de la Nutrición, posteriormente INCMNSZ, donde establece el Departamento de Bioquímica. Desde ahí dio el salto a la UNAM, donde se desempeñó como director del Instituto de Estudios Médicos y Biológicos, de la Coordinación de la Investigación Científica hasta llegar a la rectoría; de ahí pasó a la Secretaría de Salud…”. Finalmente, su hija e investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas, Gloria Soberón, recordará a su padre y su faceta familiar.

“Será imposible en dos horas hacer justicia a la obra maravillosa del doctor Soberón”.

EJEMPLAR.

Adolfo Martínez Palomo recuerda a Soberón como una de las más grandes figuras de la cultura, la educación superior y la salud en México. “Sin duda uno de los grandes de la salud del país, pero contribuyó en la construcción de nuevas instituciones a lo largo de su vida, que ha dado una de las carreras más positivas y generosas del siglo pasado y en parte del actual”.

Los mexicanos pueden recordar a Guillermo Soberón, puntualiza, como el gran constructor de la salud pública moderna y de la modernización de la educación superior.

Palomo refiere otra aportación de Soberón que se enmarca en los momentos actuales de cisma de la ciencia nacional. Si bien el Consejo Consultivo de Ciencias de la República que instauró ha muerto –y nunca cumplió su función a lo largo de más de dos décadas–, el concepto con el que se concibió debe perdurar.

“Esto es importantísimo justo ahora que se discute el Anteproyecto de Ley de Ciencia y Tecnología, la cual es regresiva y negativa. Debemos recordar las palabras y los hechos cuando Soberón impulsó el CCC, cuando insistió que la ciencia y el conocimiento eran la salida para el país hacia el desarrollo. Esa idea está ahora en peligro con la nueva ley presentada”.

Aún más en el contexto actual y los embates en el sector, Palomo enfatiza que “en medio del caos debemos recordar que ha habido personas excepcionales, como Guillermo Soberón”. 

Breve revisión de su trayectoria

El doctor Soberón nació en Iguala, Guerrero, en 1925, y desde muy joven se interesó por las ciencias de la salud. Realizó sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde obtuvo el título de Médico Cirujano en 1949, con mención honorífica, y obtuvo el grado de Doctor en Filosofía en la especialidad de Química Fisiológica en la Universidad de Wisconsin, EUA, en 1956.

Sus investigaciones se enfocan en el efecto de la desnutrición sobre los niveles enzimáticos de los mamíferos. Fue rector de la UNAM (1973-1981), coordinador de los Servicios de Salud (1981-1982) y secretario de Salud (1982-1988). Recibió los premios de la Academia de la Investigación Científica 1965, Elías Sourasky 1968, Luis Elizondo 1974, Nacional de Ciencias y Artes 1980, Abraham Horwitz 1991 y Médico Ilustre de la Nación 2013. Ingresó a El Colegio Nacional el 5 de noviembre de 1981. Falleció el 12 de octubre de 2020, en la ciudad de Cuernavaca, Morelos.

Los legados de Guillermo Soberón, homenaje luctuoso, coordinado por Julio Frenk, se realizará el lunes 4 de abril, a las 6:00 p. m., de manera presencial en la sede de El Colegio Nacional.