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El ser humano parece impulsar el declive de los insectos en Europa

Mariposa apolo.

Mariposa apolo.

JUNTA DE ANDALUCÍA

Una revisión de 82 estudios sobre dos grandes grupos de especies de insectos relaciona los descensos en las poblaciones de Europa con actividades humanas que influyen en sus hábitats.

Durante muchos años ha aumentado la preocupación por la disminución de la abundancia y diversidad de insectos en varias regiones de Europa y Norteamérica. La tendencia es compleja; por ejemplo, después de que una especie disminuya, otra podría aumentar gracias a la reducción de la competencia. Además, los factores subyacentes a los descensos observados son complejos y varían de una región a otra, lo que genera incertidumbre sobre los esfuerzos para abordarlos.

Para ayudar a profundizar en su comprensión, Quintana Rumohr, del Instituto de Investigación para el Análisis y la Evaluación de Ecosistemas (Alemania) y sus colegas realizaron una revisión de 82 estudios publicados anteriormente que abordaban los factores impulsores de los cambios en diversas poblaciones de Europa Central y Occidental de dos grandes grupos de insectos, Carabidae (escarabajos de tierra) y Lepidoptera (incluidas polillas y mariposas). Algunos de los estudios se centraron en uno u otro grupo y otros en ambos. Todos los estudios incluían datos de seguimiento de poblaciones de al menos 6 años de duración y se centraban en paisajes agrícolas; la mayoría se localizaban en el Reino Unido, Alemania y los Países Bajos.

El análisis de las tendencias descritas en los 82 artículos reveló tanto aumentos como descensos en la diversidad y abundancia de cada uno de los dos grupos de insectos. Sin embargo, los descensos fueron más frecuentes, lo que subraya una tendencia general a la baja en Europa central y occidental.

Un análisis más detallado de la información contenida en los estudios sugirió que las actividades humanas son las principales causantes de los cambios observados, tanto aumentos como descensos, en las poblaciones de insectos. Entre ellas se encuentran la agricultura, la conservación de la naturaleza, la urbanización y el cambio climático. La mayoría de estos factores no afectan directamente a los insectos, sino que influyen en sus hábitats.

Estos resultados podrían servir de base para modificar las actividades humanas de modo que se reduzcan las perturbaciones de la naturaleza sin dejar de satisfacer las necesidades humanas. Los autores también señalan que su análisis revela la necesidad de que las futuras investigaciones se centren más en el seguimiento de los posibles factores que impulsan los cambios en las poblaciones de insectos, junto con el seguimiento de las propias tendencias poblacionales.

Los autores, que publican resultados en PLOS ONE, añaden que "investigar las causas profundas del declive de los insectos es todo un reto, ya que exige comprender procesos que han tenido lugar hace años o incluso décadas. En nuestro estudio hemos aprovechado la gran cantidad de datos publicados a largo plazo para comprender mejor los factores asociados al declive de los insectos en Europa".