Academia

Laura Flamand: Las campañas electorales abren oportunidad para hablar de las desigualdades que padece México

Será una oportunidad importante para tratar el tema de corrección de desigualdades, no sólo en la campaña presidencial sino en las estatales, municipales y legislaturas, añade la investigadora del Colmex

ENTREVISTA

La doctora Flamand habló en Panamá ante 200 periodistas, médicos, líderes de ONGs, autoridades y directivos de América Latina.

La doctora Flamand habló en Panamá ante 200 periodistas, médicos, líderes de ONGs, autoridades y directivos de América Latina.

Roche Press Day

Hace seis años los partidos políticos de México no comprendían del todo el concepto de desigualdades sociales y lo confundían con el de pobreza, como mostró un estudio de plataformas electorales hecho por El Colegio de México. Ahora, cuando el país está por iniciar un nuevo periodo electoral, se abre la posibilidad de que quienes buscan cargos públicos hablen, reflexionen y propongan soluciones para reducir las diferentes desigualdades e inequidades que padece la población mexicana, como sostiene la Doctora en Ciencia Política e investigadora de El Colegio de México, Laura Flamand.

“Será una oportunidad muy importante para tratar el tema de corrección de desigualdades, no solamente en la campaña presidencial sino en las estatales, municipales y de legislaturas. Este tema tiene muchas dimensiones, por ejemplo, el problema de la gran carga de trabajo no remunerado que soportan las mujeres en el cuidado de las familias y que limita sus oportunidades de obtener trabajo remunerado, educación e incluso acceso al cuidado de su salud. Es verdad que esto requiere de una reorganización dentro de la familia, pero a nivel social se debe reconocer que, sin esos cuidados al interior del hogar, no hay trabajo remunerado en la economía ni trabajo social. Los cuidados no remunerados al interior de la familia son el basamento de la vida social”, indica Flamand.

La coordinadora de la Red de Estudios sobre Desigualdades, del Colmex, conversó para los lectores de Crónica en la ciudad de Panamá, donde fue invitada para hablar ante 200 periodistas, médicos, líderes de organizaciones no gubernamentales, autoridades y representantes de la industria farmacéutica, de América Latina, como parte del encuentro Roche Press Day.

En una pausa entre conferencias y talleres, la profesora explicó a este diario que la gran diferencia de oportunidades para tener acceso a salud, educación, trabajo, seguridad, impartición de justicia y creación de patrimonio son ejemplos de las desigualdades sociales. En México existe un legado de desigualdades heredadas histórica y geográficamente, como el excesivo trabajo no remunerado de las mujeres, la baja calidad en los servicios de salud para quienes no tienen seguridad social o el alto riesgo de muerte de menores de un año de edad en el sur y sureste del país.

Adicionalmente, se suman nuevas desigualdades que no se habían contemplado, como las causadas por los efectos de huracanes, sequías, inundaciones generadas por el cambio climático; el cual afecta de manera diferente a quienes tienen cierta seguridad económica, en comparación con quienes viven al día, como se puede observar en el caso de la devastación provocada en Acapulco por el Huracán Otis.

“Los desastres naturales profundizan las desigualdades. En Acapulco vemos casos de familias que perdieron propiedades y negocios, pero que tienen su residencia permanente en la Ciudad de México. Ellos sufren un daño grave, pero es mucho mayor el daño de quienes viven permanentemente en Acapulco y no sólo perdieron su casa y muebles, sino la escuela donde estudiaban sus hijas e hijos y los trabajos que les generaban ingresos. Esto también se había visto en otro desastre, pero sanitario, que fue la pandemia de COVID, donde los niños que no tenían un dispositivo electrónico para tomar clases a distancia perdieron oportunidades de educación”, señala la investigadora formada en el Colmex y en la Universidad de Rochester en Nueva York.

-- ¿Por qué decide usted, una Maestra y Doctora en Ciencia Política, concentrar su energía y preparación en el estudio del tema de las inequidades y las desigualdades?

-- Ya me había topado, en otras investigaciones, con esto que llamamos brechas, asimetrías, inequidades o desigualdades. El momento en que me quedó más claro fue por ahí de 2014 cuando escribí un libro sobre el Seguro Popular, el extinto programa fundado durante el gobierno de Vicente Fox. En ese libro, que publicó el CIDE y que elaboré junto a mi colega Carlos Moreno, experto en política pública, me quedó claro que había cuando menos dos desigualdades en acceso a la salud que es importante mirar:

La primera desigualdad en salud es entre el sistema contributivo, que atiende a quienes tienen seguridad social a través del IMSS e ISSSTE sobre todo, en contraste con el sistema que atendía a quienes no tenían seguridad social, a través del Seguro Popular. Hay una diferencia muy grande entre ambos porque en los servicios no contributivos hay menos financiamiento, menos recursos materiales y humanos, menos calidad y las personas tienen desenlaces menos afortunados.

La segunda gran desigualdad en salud es entre las entidades federativas. Esto ha cambiado, pero si en ese momento uno miraba la tasa de mortalidad infantil, en menores de un año, en Oaxaca era el doble que en Nuevo León. Eso ha mejorado un poco porque ahora la diferencia es de 60 por ciento, pero de todos modos es muy elevada.

-- ¿A partir de ahí usted extiende su mirada hacia otras desigualdades?

-- Sí. Hay que decir que en El Colegio de México ha habido estudios sobre desigualdad desde los años 70s, pero se había prestado mucha atención a desigualdad de ingresos. También hay un estudio muy famoso de Gerardo Esquivel, de Oxfam. Pero hablando con mis colegas investigadoras e investigadores del Colmex nos dimos cuenta de que había que hacer énfasis en desigualdades en plural. No nada más enfocar la atención en desigualdad de ingreso sino ver las desigualdades en capital cultural, en capital social, en capacidades gubernamentales, obviamente en desigualdades de género, desigualdades educativas, de salud, en fin.

-- Ustedes publicaron un informe sobre desigualdades sociales poco antes de las elecciones de 2018 ¿Qué contenía?

-- Sí. Publicamos un informe sobre desigualdades sociales, sólo diagnóstico, haciendo énfasis en tres ejes: En primer lugar, los legados de desigualdad, que se refieren a temas como desigualdad en el acceso al trabajo, a la educación y a la movilidad social. En segundo lugar, analizamos los nuevos desafíos para la igualdad, como cambio climático y migración de retorno. Y en tercer lugar abordamos un tema muy interesante para quienes estudiamos ciencia política: ¿Cómo se posicionan los partidos políticos en el tema de las desigualdades? Y lo que encontramos, en 2018, fue que las plataformas eran muy poco claras en su concepto sobre desigualdades y que casi siempre lo equiparaban con la pobreza, a pesar de que son conceptos distintos, y que no había propuestas concretas de política públicas para abatirlas o para disminuirlas.

-- Después de ese estudio ha realizado usted otras investigaciones sobre desigualdades más puntuales. ¿Qué ejemplos nos puede compartir?

-- Sí. Han surgido muchas colaboraciones para estudiar diferentes desigualdades. En 2021 publicamos un libro llamado Desigualdades sociales en México: legados y desafíos desde una perspectiva multidisciplinaria, que edité con mi colega Melina Altamirano, dando más luz a la idea de que son muy diversas las desigualdades que existen en México, no nada más la del ingreso, y analizando cómo se entrecruzan y se acumulan a lo largo de la vida de las personas, violando sus derechos.

Luego, nos invitaron a un proyecto muy interesante con organizaciones de la sociedad civil que se dedican a apoyar a personas con cáncer de pulmón y publicamos otro informe que se llamó Cáncer y desigualdades sociales en México, también con datos muy preocupantes de cómo el desempeñar un trabajo precario o padecer condiciones marginales en términos de acceso a agua u otros servicios influye sobre la probabilidad de que desarrolles cáncer. Además de cómo afectan las desigualdades sociales la posibilidad de que te trates exitosamente.

Después hemos hecho colaboraciones importantes para estudios sobre desigualdades con la Organización de Naciones Unidas para la Educacón, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), con universidades y organizaciones de Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Uruguay. Todo nuestro trabajo está en el sitio de internet llamado desigualdades.colmex.mx/

Tenemos más estudios relacionados con desigualdades asociadas a género y juventud y ahora vemos que vienen nuevos desafíos que deben atenderse, para evitar más desigualdades emergentes. Ya hablamos de los efectos diferenciados de los fenómenos extremos provocados por el cambio climático, pero no debemos dejar de ver las diferencias en acceso a alfabetización digital, salud de calidad, nuevos trabajos y oportunidades de desarrollo.