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Materiales acústicos: solución al ruido que afecta la salud

En la UAM Azcapotzalco nos hemos dado a la tarea de investigar el uso de materiales que puedan funcionar como aislantes

voces de la uam

Una persona que trabaja en la construcción está sometida a ruidos que pueden alcanzar los 103 decibelios.

Una persona que trabaja en la construcción está sometida a ruidos que pueden alcanzar los 103 decibelios.

Mucho se sabe de los problemas de salud que aquejan a la sociedad, estamos muy habituados a escuchar de enfermedades cardiacas, de cáncer, de diabetes y de otras enfermedades que tienen un alto grado de mortalidad. Sin embargo, en la reciente pandemia quedó en evidencia que se han generado nuevos padecimientos que ponen en riesgo la salud física y emocional de la población. Pero, en particular se habla muy poco acerca de la exposición prolongada al ruido y de los efectos que esta pudiera tener en los seres humanos. Estos efectos pueden ser temporales como dolor de cabeza, traumatismo acústico agudo, estrés y cambios de humor; pero también pueden existir efectos permanentes, siendo el más graves la pérdida total de la audición o traumatismo acústico crónico.

La OMS en 2022 realizó seis recomendaciones para limitar el riesgo de la perdida de la audición, entre las que se encuentran, la exposición de un nivel máximo sonoro de 100 decibelios (unidad de intensidad acústica), medir el tiempo y el nivel de exposición al ruido y usar equipos de protección. El 23 de abril de 2021 se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México un decreto en el que se reforma y se adicionan diversas disposiciones a la Ley Ambiental de Protección a la Tierra en el Distrito Federal , incluyendo diversas acciones para prevenir y controlar el ruido. Es de celebrarse que ahora las Secretarías de Seguridad Ciudadana podrán establecer los límites máximos permitidos y realizar vigilancia e inspecciones a lugares de fuentes sonoras que superen los límites permitidos, así como emprender acciones para atender puntualmente las problemáticas relacionadas con la protección ambiental en materia de ruido.

En general la población está expuesta a ruidos de alto nivel de decibelios, por mencionar un ejemplo, una persona que trabaja en la construcción está sometida a ruidos que pueden alcanzar los 103 decibelios cuando algunas herramientas eléctricas están encendidas operando. Otro ejemplo más cotidiano es escuchar música con audífonos a un volumen alto, con la idea de aislarse del entorno y llevar a cabo actividades específicas. Sin embargo, el usuario no se percibe que este escenario puede someter al oído humano a un ambiente con un nivel sonoro entre 90 y 110 decibelios. Para tener una idea de los ruidos a los que estamos expuestos de forma involuntaria cuando se vive en un lugar como la Ciudad de México, en 2012 investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Azcapotzalco generaron el primer mapa de ruido y encontraron que las principales vialidades como Paseo de la Reforma, Avenida Insurgentes, Rivera de San Cosme, todos los ejes viales, entre otras; generan niveles mayores a 80 decibelios y que varias alcaldías tienen niveles inaceptables de ruido. Si bien determinar el nivel y el tiempo de exposición al ruido para conseguir un daño permanente es complejo, se infiere que la pérdida de audición se puede dar de forma gradual . Según la OMS, más de mil millones de jóvenes adultos corren riesgo de sufrir pérdida de audición debido a las malas prácticas y a las altas y prolongadas exposiciones sonoras.

Es recomendable entonces tratar de disminuir, en la medida de lo posible, la exposición al ruido tanto a los altos niveles como en tiempos prolongados, esencialmente ruidos a los que nos exponemos de forma involuntaria, aunque también es muy importante generar una cultura de convivencia y educación sonora. Al respecto el uso de nuevas tecnologías o materiales que permitan diseñar espacios libres de ruido o con un control acústico, se vislumbran como una opción viable que puede atacarse desde diversas aristas. En primer lugar, es importante diseñar nuevos materiales de construcción que minimicen o detengan la propagación del ruido. En segundo término, se debe implementar el diseño y la arquitectura de espacios con la implementación de estos materiales y geometrías que provoquen la disipación de las ondas sonoras.

En la UAM Azcapotzalco nos hemos dado a la tarea de investigar el uso de materiales que puedan funcionar como aislantes o barreras acústicas1. Estudiamos el uso de fibras naturales que generalmente se consideran desecho como fibras de coco, de bambú, de maguey y de nopal, y las mezclamos con materiales de construcción (arcillas, yeso o cemento), para tener como resultado un material más ligero, con alta estabilidad térmica y sobre todo que funciona bien absorbiendo las ondas sonoras. Una cualidad destacable de estos materiales es su bajo costo de fabricación y que probados en condiciones de humedad y de alta temperatura (70 ºC) mantiene sus propiedades acústicas. Dicho en otras palabras, los materiales pueden instalarse en un muro y este genera un aislante acústico que protegerá a los habitantes de esa vivienda del ruido exterior. Entre las pruebas que se realizaron a los materiales, está la dureza, ya que es importante que un material que se va a usar en la construcción tenga las propiedades mecánicas adecuadas, lo que encontramos es que la mezcla de las fibras y las arcillas pueden recubrirse con mucilago de nopal (baba del nopal) y dar mayor estabilidad a los materiales2. Esta idea se ha probado con éxito en la conservación del patrimonio prehispánico edificado en la tierra, ya que existen numerosos ejemplos de esto, podría destacar, las casas de adobe en Pátzcuaro, San Cristóbal de las Casas o las 40 casa de Huápoca, pero existen muchos otros ejemplos de este procedimiento. El trabajo realizado por el Mtro. Uriel Victoria Martínez, el Dr. Ernesto Cerón y una servidora, pretende generar más alternativas en el uso de materiales y darle a la población opciones baratas para erradicar una problemática que sin duda tendrá consecuencias graves si no se atiene en forma inmediata.

Sandra Loera Serna.

Sandra Loera Serna.

Alejandro Juarez Gallardo.

1. Uriel Victoria Martínez, Sandra Loera Serna, Silvia Gabriela García Martínez, Ernesto Rodrigo Vázquez Cerón. Efecto del uso de materiales para acondicionamiento acústico, UTCJ Theorema, 2023, 20, 31-43.

2. Uriel Victoria-Martínez, Sandra Loera-Serna, Ernesto Vázquez-Cerón. Acoustic properties of composites materials based on bentonite and coconut or cactus (nopal) fibers. Journal of Composite Materials, 2023, 57, 3173-3187.

* Profesora Investigadora Titular C del Área de Química de Materiales del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco