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Pedro Cahn: América Latina es la región del mundo menos exitosa en controlar epidemia del SIDA

El rezago tiene su origen en problemas como la falta de educación y acceso a medicamentos, las barreras culturales y estigmas que provocan que el diagnóstico sea tardío, entre otros, añade el expresidente de la Sociedad Internacional de VIH/SIDA


Lo que era una enfermedad uniformemente mortal se ha convertido en una enfermedad crónica, como la diabetes, si se trata con terapia antiretroviral, dice Pedro Cahn.

Lo que era una enfermedad uniformemente mortal se ha convertido en una enfermedad crónica, como la diabetes, si se trata con terapia antiretroviral, dice Pedro Cahn.

Aunque en todo el mundo se ha logrado que ya no sea una sentencia mortal el adquirir una infección de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), América Latina es la región menos exitosa en el control de esta epidemia que ha costado la vida a más de 30 millones de personas desde su identificación, en los años 80s del siglo XX. Este rezago se debe a problemas tan diferentes como la distribución demográfica, la falta de educación y acceso a medicamentos, así como las barreras culturales y estigmas que provocan que el diagnóstico de la enfermedad sea tardío.

Estas son algunas de las reflexiones que compartió, en entrevista exclusiva para los lectores de Crónica, el infectólogo argentino Pedro Cahn, expresidente de la Sociedad Internacional de VIH/SIDA, que es órgano asesor de la Organización de Naciones Unidas (ONU). El experto sudamericano es el actual Director Científico de la Fundación Huésped, en Argentina, que ha realizado una labor transfronteriza para llevar conocimiento y estrategias para detección y atención del VIH/SDA a lo largo de toda Sudamérica.

El doctor Cahn inaugurará mañana, 7 de septiembre, en la Ciudad de México, el encuentro médico-científico Latina Forum 2023 sobre VIH, coorganizado por la investigadora mexicana Brenda Crabtree, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMyNSZ), de la Secretaría de Salud.

Considerado un líder mundial en la lucha contra el VIH y la enfermedad que provoca, que es el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), Pedro Cahn ha laborado más de 41 años en la comprensión y abordaje de esta enfermedad y en esas décadas ha sido testigo de cómo, en los últimos 30 años, se ha logrado que los pacientes con VIH pasen, de tomar 25 pastillas diarias a una sola pastilla por día.

Esta mirada a lo largo del tiempo le permite apuntar con claridad hacia los datos que generan optimismo, pero sin dejar de lado el pensamiento crítico que exige poner atención hacia lo que se ha dejado de hacer o se ha hecho deficientemente en los países latinoamericanos.

-- ¿Ya conocemos todo sobre las características y mecanismos de infección del VIH o qué nos falta por comprender de este agente patológico?

-- En primer lugar, hay que recordar que la única enfermedad infecciosa que ha podido ser erradicada del mundo es la viruela y eso fue posible gracias a la excelencia de una vacuna efectiva y distribuida en todo el mundo. Es imposible pensar en la erradicación de una enfermedad sin la existencia de una vacuna o de una cura definitiva, que funcione como una herramienta que frene la reproducción viral.

Sobre el tema de VIH/SIDA hemos avanzado desde 1996. Hasta ese año teníamos una enfermedad que era uniformemente mortal o prácticamente mortal para el 99 por ciento de los pacientes. Hoy es una enfermedad con la que se puede convivir, si el paciente es tratado a tiempo sus defensas o sus células CD4, que así se llaman las células que funcionan como orquesta del sistema inmune. Si se detecta y trata tempranamente, su perspectiva de vida es similar a la de una persona VIH negativa.

A pesar de esto, todavía tenemos muchos pasos que debemos avanzar todavía. Hay que reconocer el cambio favorable que significa haber cambiado de aquellos tratamientos que exigían tomar más de 20 pastillas al día a los actuales tratamientos de una pastilla diaria. Pero todavía hay pacientes a los que se les complica la toma de una pastilla al día y por eso se están investigando medicamentos que se podrían aplicar de manera intermitente, como un tratamiento inyectable que se pone cada dos meses y también hay en estudio medicamentos que se pueden dar cada seis meses o una píldora que se puede tomar una vez por semana.

Se sigue buscando una mayor calidad de vida para los pacientes y hay un largo camino por recorrer. Ese es el tema que estaremos analizando en el Latina Forum, en la Ciudad de México, desde el 7 de septiembre.

-- Desde hace muchos años se habla del uso de terapias duales para atender mejor a los pacientes ¿A qué se refiere esa expresión de terapia dual?

-- A partir de 1996 la terapia contra VIH, de alta eficiencia, consistía en la aplicación de tres fármacos.

Nosotros, en 2004, en mi grupo de trabajo y basados en la fortaleza de ciertas drogas empezamos a estudiar la posibilidad de hacer tratamientos con terapias duales o con dos fármacos. La razón que tenemos es que, si estas terapias requieren ser tomadas de por vida, era natural buscar que a esos pacientes se les pudieran administrar sólo dos medicamentos, pues si encontrábamos la forma de que se obtuvieran los mismos resultados con dos medicamentos, en lugar de tres, sería, desde luego, más conveniente, y más sano.

En el año 2004 publicamos el primer estudio sobre esto, utilizando un inhibidor de la proteasa, llamado lopinavir/ritonavir (que ya no lo usamos porque requería ser tomado cuatro veces al día), asociado a otra droga que se llama 3TC. Después hicimos otros estudios con la combinación del medicamento dolutegravir con 3TC y demostramos la efectividad de la terapia doble en comparación con la terapia triple. Estos medicamentos, además, son de liberación prolongada.

Así fue como la terapia doble llegó para quedarse y está integrada en todas las guías internacionales de tratamiento, principalmente para las personas que no estén coinfectadas con Hepatitis B, porque las personas con ese tipo de Hepatitis requieren ser tratada con otro medicamento llamado tenofovir, para frenar la replicación de ese virus.

Si un paciente con VIH no tiene Hepatitis B, puede ser tratado con terapia dual.

-- Cuando usted viaja a otras partes del mundo y le preguntan cuál es el estado de la epidemia de VIH/ SIDA en América Latina ¿Qué responde? ¿Cómo lo describe?

-- Si yo tengo que describir lo que pasa en América Latina, la principal preocupación es que ésta es la región del mundo donde menos se avanzó en términos de tener mayor número de pacientes con terapia antiretroviral; reducir el número de nuevas infecciones o reducir la mortalidad.

Somos la región del mundo que menos avanzó en los últimos 5 años. Me parece que esto se debe a que nos hemos dedicado a “pescar en la pecera”, que es una manera de decir que sólo estamos enfocados en llegar a los pacientes que están cerca de los sistemas de salud, pero no hemos salido con suficiente firmeza y persistencia a buscar y atender a los pacientes más alejados, para tratar de alcanzarlos. Si un país usa una combinación de medicamentos u otro no es tan importancia como el hecho de decir que los países latinoamericanos y del Caribe deben hacer un mayor esfuerzo por extender su atención, pues como dice el refrán “si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña”. Si la gente no viene al sistema de salud, el sistema de salud debe ir a buscarla.

El foro Latina 2023 reunirá a médicos y profesionales de la salud de Latinoamérica y el Caribe para revisar aspectos microbiológicos, epidemiológicos y de políticas públicas sobre VIH/SIDA. El encuentro académico es coorganizado por el doctor Cahn y la doctora Brenda Crabtree, del INCMy NSZ, de México.

Más de cuatro décadas de lucha contra el VIH/SIDA

Experto en el estudio y comprensión de los mecanismos de infección y replicación de los virus, el doctor Pedro Cahn afirma que, como infectólogo era natural que en los años 80s capturara su atención el crecimiento de la epidemia que, hasta ahora, ha infectado a 75 millones de personas, de las que la mitad ha muerto. “Me enfoqué en esta enfermedad por el interés en el virus, pero también por otro componente que tiene que ver con mi visión del mundo, pues esta epidemia tiene componentes sociales que son la pobreza, la marginación, la desigualdad social, el estigma y la discriminación. Esto lo hizo especialmente importante y atractivo para mí como para dedicarle tantos años de mi carrera”, dijo a Crónica.