Tercera parte y última

Los futbolistas no están exentos de enfermar. Sin embargo, como muchos hombres, hablan poco del tema. Eduardo el “Toto” Berizzo, central de origen argentino y actual entrenador de la selección de Chile, es uno de los pocos que ha hablado publicamente sobre su encuentro con el cáncer de próstata.

“Enfrenté mi enfermedad con mucha fuerza y ya quedó atrás”, dijo al canal de televisión argentino TyC Sports sobre el cáncer de próstata que le fue diagnosticado en 2017 cuando tenía 48 años y se desempeñaba como entrenador del Sevilla FC. “Lo afronté con la fuerza de poder resolverlo. Fue una situación rápida […] mi tratamiento ha sido muy corto, fui operado y no necesité más cosas. Lo mío ha sido relativamente controlable”, añadió.

A pesar de ser el tumor maligno que más frecuentemente se diagnostica en hombres, llama la atención la temprana edad a la que se presentó la enfermedad en Berizzo. “Es un tumor más frecuente en la quinta y sexta década de vida”, explicó al diario EL ESPAÑOL el urólogo del Lynx Instituto de Urología y del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, Juan Ignacio Martínez Salamanca, al revisar el diagnóstico del Toto. “Pero tampoco es extraño encontrarnos diagnósticos a esta edad, sobre todo por las pruebas del PSA”.

Por ello, aunque las guías clínicas indican que la revisión periódica de la salud de la próstata debe comenzar entre los 50 y 55 años de edad, muchos especialistas recomiendan realizarse pruebas de detección “empezando a los 40 años”, especialmente en aquellas personas que tengan una historia familiar de cáncer, no sólo de próstata sino también de otros tipos de cáncer.

AZUL CLARO. “El objetivo de las pruebas de detección es encontrar al cáncer cuando es curable”, dice a Crónica, Mariano Sotomayor de Zavaleta, expresidente de la Sociedad Mexicana de Urología. Hacerse pruebas diagnósticas periódicas es importante. Más importante, hablar del tema. Discutirlo. Informarse.

El día de hoy, 29 de noviembre, se ha designado el Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Próstata representado por un lazo de color azul claro. Si usted fue de los que se puso camiseta verde para apoyar a la selección el sábado pasado, lo invitamos a que hoy la cambie por una de color azul claro y con ello, hagamos conciencia, evitemos muertes innecesarias. “Tener la oportunidad de curarse es mucho mejor que la detección tardía cuando ya no se puede curar”, señala Sotomayor de Zavaleta, urólogo y especialista en cáncer.

OPUS. Para promover la detección oportuna y reforzar el tratamiento, el Instituto Nacional de Cancerología inició en 2019 un programa para la atención integral del cáncer de próstata. El programa, llamado OPUS, apoya en el diagnóstico preventivo a aquellos hombres de 40 años o más que estén interesados en evaluar la salud de su próstata.

“Le llamamos OPUS porque pensamos en la apertura de una gran obra”, explica Miguel Ángel Jiménez Ríos, jefe del servicio de urología del INCAN. “El programa busca incidir en la orientación preventiva, detección oportuna, atención temprana y tratamiento integral. Para lograrlo hemos conformado un equipo multidisciplinario de trabajo con nutriólogos, psicólogos, urólogos, oncólogos y otros profesionales”, dijo a Crónica el oncourólogo. Este programa es pionero en Latinoamérica al trabajar para mejorar no solo la salud física sino también mental de los pacientes.

El programa se divide en diferentes fases. Durante la etapa de prevención hablamos con los pacientes y buscamos identificar factores de riesgo, refiere a Crónica Marcos Espinoza-Bello, maestro en psicología conductual a cargo del programa de Psicología de OPUS. Luego viene la fase de detección y si es necesario vamos a la estapa de tratamiento. A lo largo de todo el proceso acompañamos al paciente.

TRATAMIENTO. Dependiendo de la situación particular de cada persona, las opciones de tratamiento para el cáncer de próstata pueden incluir, vigilancia activa, cirugía, radioterapia, crioterapia, terapia hormonal, quimioterapia e inmunoterapia.

“Los tratamientos que curan son la cirugía y la radiación”, explica Sotomayor de Zavaleta, ex director de investigación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. La cirugía remueve la próstata y con ella el tumor; la radiación destruye directamente al tumor. Ambos procedimientos, aunque no sin riesgos, suelen ser muy efectivos cuando se realizan antes de que el tumor se disemine a otras partes del cuerpo. “Los criterios a tomar en cuenta son la experiencia del médico que realizará el procedimiento en el caso de la cirugía y la calidad y precisión del aparato que se utiliza para la radiación”, agrega el galeno.

Sin embargo, la decisión final dependerá del resultado de la biopsia y de estudios adicionales que permitan al médico tener un panorama más completo. “Podemos ir desde vigilancia activa hasta tratamiento multimodal con tratamientos que pueden incluir, cirugía, radiación, hormonas, porque hay pacientes de alto riesgo que necesitan todas esas opciones. Y esa es una de las razones por las que estamos a favor de la detección temprana”.

VIGILANCIA ACTIVA. Si el cáncer se clasifica de bajo grado y está perfectamente localizado, y la evaluación se hace con los más estrictos criterios, es posible recomendar a algunos pacientes lo que se conoce como vigilancia activa. En este caso se opta por una supervisión minuciosa del cáncer que incluye visitas al médico y análisis de PSA frecuentes (cada 6 meses) y un examen de tacto rectal al menos una vez al año, junto con estudios de imagenología. Si los resultados de la prueba indican cambios importantes, se evaluarán entonces otras opciones de tratamiento. En estos casos, la biopsia es muy importante, junto con otros estudios de apoyo. También que quien realiza la biopsia tenga mucha experiencia.

“Bien utilizada la vigilancia activa es muy buena opción, hay estudios que muestran su efectividad”, dice Sotomayor de Zavaleta. Un estudio publicado en la revista científica Journal of Clinical Oncology en 2014 mostró la utilidad de la vigilancia activa con buenos resultados de supervivencia a quince años. Sin embargo, como todo, tiene sus pros y contras por lo que es importante siempre hablarlo con el especialista.

SUMANDO VOCES. En abril de este año otro estimado miembro de la familia futbolera compartió su lucha contra el cáncer de próstata. Louis van Gaal de 70 años, ex entrenador del Barcelona y actual seleccionador de los Países Bajos, dijo en una entrevista a la cadena neerlandesa RTL4 que ha recibido 25 sesiones de radioterapia y que enfrenta un tumor especialmente agresivo. “Uno no muere de cáncer de próstata, al menos no en el 90% de los casos”, comentó y agregó, “tuve la opción de preguntarme: ‘¿quiero mostrárselo a la gente o no?’ Bueno, creo que la enfermedad y la muerte son parte de la vida”.

Más importante es que se anime a hablar de la enfermedad, de su tratamiento. De la vida con cáncer de próstata, y con ello, animar a más hombres a traer a la conversación la enfermedad silenciosa, de la que nadie quiere hablar. Hoy toca ponerse el moño azul.

Por lo pronto, los médicos adelantan nuevas opciones de tratamiento. También ven en el futuro la posibilidad de clasificar los tumores con base a sus alteraciones genéticas lo que permitirá un diagnóstico mucho más objetivo. En México ya se estudian biomarcadores moleculares que permitan comprender mejor los tumores que afectan a la población mexicana. Hablaremos de eso en otro reportaje.

Si desea más información del programa OPUS puede visitar el siguiente sitio web: https://prostatamexico.org/programaopus/.