Academia

La Red Nacional de Educación Superior por la inclusión

El número de grupos con personas en condición de exclusión en materia educativa ha venido aumentando

voces de la uam

Educación superior.

Educación superior.

Las y los integrantes del Grupo de Trabajo colaborativo que participamos en la iniciativa que dio vida a la Red Nacional que en el ámbito de la educación superior abordara el tema de la inclusión en general, y el de la educación inclusiva en lo particular, coincidíamos en señalar que es a partir de la modernidad desde donde se ha venido documentado la existencia de varios grupos vulnerados que, junto a sus familiares cercanos, han visto afectado su acceso a una condición de vida digna, a partir de una exterioridad social, económica y cultural que les incide de manera particular.

Dichos grupos como las personas con discapacidad, indígenas, afrodescendientes, personas de la diversidad sexual y genérica, los adultos mayores, por citar algunos, se han enfrentado a la marginación por parte de la sociedad. El rechazo tácito o explícito hacia ellos ha sido acompañado por actitudes que, en muchos casos, han desembocado en comportamientos y prácticas de exclusión, discriminación e injusticia social. Bajo esta dinámica, también se han forjado estructuras que, paulatinamente, han derivado en barreras que impiden su desarrollo como miembros de su comunidad.

El sector educativo no ha estado al margen de estas circunstancias. Por tanto, temas como el de la inclusión y el de la educación inclusiva, llevan aparejada en sus fundamentos la aceptación de la pluralidad y las diferencias, esto es, el que todas las personas necesitan estar incluidas en la vida educativa y social. A partir de tales reflexiones y consideraciones es que cobró relevancia el presentar ante el Consejo Nacional de la ANUIES el proyecto de creación de una Red Nacional sobre Inclusión en las IES Mexicanas.

Con dicha finalidad se solicitó al Consejo Nacional valorara la pertinencia y relevancia de la creación de una red de colaboración con alcance nacional que permita visibilizar la importancia que por derecho tienen los grupos de atención prioritaria para promover que en los diferentes niveles educativos, se cumpla con los preceptos que dan fundamento a la equidad, la accesibilidad, la no discriminación y la inclusión para que incidan en el cambio necesario, real y efectivo de la cultura, las estructuras sociales y políticas, así como de las prácticas institucionales vigentes.

En consecuencia, no ha sido fortuito señalar que la misión de la ya oficializada Red Nacional de Educación Superior por la Inclusión (RENADESI) sea la de integrar una Red Nacional conformada por Instituciones de Educación Superior públicas y privadas que, en términos de su responsabilidad social universitaria, coadyuven en la formulación de iniciativas, programas, lineamientos, planes de acción, políticas culturales educativas y públicas que incentiven la operacionalización institucional, en sus ámbitos de competencia y acción, y fomente la inclusión y la educación inclusiva para las personas con discapacidad y los otros sectores de la población que pudieran encontrarse en condiciones de vulnerabilidad. En consonancia con lo anterior, la visión correspondiente sea lograr que la RENADESI sea reconocida por su contribución al abordaje y generación de propuestas de solución desde cambios estructurales, culturales y sociales, hasta situaciones de singular sensibilidad e interés en la sociedad mexicana como lo es el análisis y la investigación en torno a la inclusión social y educativa de los sectores de la población que pudieran permanecer o ser más proclives al riesgo de ser excluidos del sistema educativo.

Debe anotarse también que el objetivo central de la RENADESI es que sus actividades se encuentren basadas en la amplia y permanente colaboración interinstitucional así como en el intercambio continuo de las experiencias y conocimientos disciplinarios, inter y multidisciplinarios de sus integrantes así como de interlocutores como asociaciones, movimientos y activistas de la sociedad civil, que permitan generar propuestas de solución, transversales e interseccionales, que incidan tanto en los cambios necesarios y requeridos en la cultura, las políticas y prácticas institucionales como en las funciones sustantivas universitarias de las IES para erradicar la brecha entre los estándares que marca, por ejemplo, la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad y la situación actual que vive no solo la población con discapacidad sino de aquellos otros sectores que pudiesen encontrarse en condiciones de vulnerabilidad, discriminación y exclusión.

Ante la situación que prevalece en materia de inclusión y educación inclusiva no sólo en las Instituciones de Educación Superior en el país, sino también en los diferentes niveles de escolaridad, se reconoce que ha habido un avance importante en la temática referida, sin embargo, lo más inquietante es que no bastaron los cambios en las leyes y dispositivos implementados al respecto, toda vez que el número de grupos con personas en condición de exclusión en materia educativa ha venido aumentando a la par de la ampliación de la condición de “vulnerabilidad” de los grupos mencionados.

Aunado a lo anterior, la emergencia sanitaria generada por la aparición del SARS CoV-2, causante de la COVID-19, recrudeció y evidenció las desigualdades, inequidades e injusticias que posicionan a una inmensa mayoría de personas que mantiene e incrementa este lamentable escenario. Por tanto, quizá es tiempo de detenerse y preguntarse si, por ejemplo, en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad se cifra la resolución del problema de la vulnerabilidad de esos grupos, de esas personas denominadas “vulnerables” a las que hay que incluir, o ¿será que la vulnerabilidad se genera desde otras dimensiones? ¿no serán las condiciones y posiciones que devienen desde una exterioridad a estas personas las que han generado la discriminación y la exclusión? ¿no será que las propuestas de derribar las barreras prometiendo accesibilidad, formas de comunicación y acceso a una educación de calidad están rebasadas por otras condiciones más de tipo social, económico, cultural e incluso político? ¿será que tendremos que ir más allá del paradigma de la inclusión y la proclamación de los derechos humanos? ¿Si el enfoque de los derechos humanos no es suficiente, hará falta complementarlo con otros enfoques como el de la justicia básica y la dignidad humana?

* Coordinador de la RENADESI