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Más que roedores, la diversidad de mamíferos de la Ciudad de México

Existen por lo menos 64 especies, pero desafortunadamente el  hábitat de muchos mamíferos se ha reducido considerablemente por acciones del hombre 

Therya Ixmana

Individuo de cacomixtle (Bassariscus astutus) en la colonia Jardines de la Montaña, Tlalpan, Ciudad de México.

Individuo de cacomixtle (Bassariscus astutus) en la colonia Jardines de la Montaña, Tlalpan, Ciudad de México.

Pablo Hernández-Romero y David A. Prieto-Torres.

Los habitantes de la Ciudad de México comparten espacio con un gran número de mamíferos como vecinos. Ellos contribuyen a mantener las funciones ecológicas dentro de la gran ciudad y por ello es muy importante conocerlos y conservarlos.

Los mamíferos son un grupo fascinante de animales que inspiran y apasionan a muchos, tanto a biólogos como a conservacionistas y a la sociedad en general. Estas especies presentan grupos muy variados que cumplen importantes funciones ecológicas para el mantenimiento de los ecosistemas naturales, como son la depredación para el control de otras poblaciones de animales, la dispersión de frutos y semillas e incluso la polinización. Todo esto es importante porque los mamíferos ayudan a los procesos de regeneración natural de los ecosistemas.

Desafortunadamente, el hábitat de muchos mamíferos se ha reducido considerablemente por causas antropogénicas. Esto los ha vuelto especies muy susceptibles a la extinción y cerca de la mitad de los mamíferos muestran tendencias de declive en sus poblaciones, sobre todo porque muchas especies como los carnívoros necesitan de áreas muy extensas para sobrevivir.

Pero, ¿sabías que estos animales habitan entre nosotros incluso en las ciudades grandes del mundo como Ciudad de México? Ciertamente, los procesos de urbanización involucran múltiples impactos negativos en la biodiversidad, como el cambio de uso del suelo, la fragmentación del hábitat o el incremento de la contaminación. No obstante, las ciudades también juegan un papel importante en su conservación, principalmente mediante el manejo sustentable de las áreas verdes que contienen (parques, jardines, huertos urbanos, etc.), ya que estas ayudan a restaurar la conectividad del paisaje (características espaciales que permiten el movimiento de la fauna nativa entre zonas con vegetación) y mantener saludables a los ecosistemas. Por ello, la comunidad científica tiene un creciente interés en caracterizar las comunidades animales presentes en estos espacios urbanos e identificar los sitios de alto valor ambiental que contienen.

En la actualidad, gran parte de los mamíferos silvestres de México cohabita con millones de personas en zonas urbanas y en especial en una de las ciudades de mayor tamaño en el mundo: la Ciudad de México (CDMX). Al pensar en esta gran ciudad es inevitable imaginarse grandes edificaciones, avenidas, zonas habitacionales y mucha, pero muchísima gente. Al mismo tiempo, de seguro muy pocos de nosotros pensamos y sabemos que entre todas esas construcciones y condiciones de alteración del paisaje natural existe una gran variedad de mamíferos silvestres de diferentes tamaños y formas. Estos importantes componentes de la biodiversidad se han convertido en unos vecinos sigilosos que muchas veces pasan por desapercibidos para las personas ya que han generado adaptaciones para poder vivir aún en nuestra presencia. Por ejemplo, algunas especies han modificados sus horarios de actividad durante el día para buscar comida y refugios, así como para el cortejo con sus parejas o incluso la crianza. Muchas de estas actividades ocurren mientras nosotros estamos ocupados en nuestra vida cotidiana o cuando estamos dormidos.

En la CDMX, son pocos los estudios dedicados a evaluar los patrones de distribución y estados poblacionales de los mamíferos silvestres. Muchos de los trabajos se enfocan únicamente en reportar a las especies que se mantienen en determinados espacios verdes y los alrededores de la ciudad. De hecho, gran parte de estos estudios son realizados en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) dentro de Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en áreas protegidas localizadas en el norte de la ciudad (Sierra de Guadalupe). Actualmente, sabemos que en CDMX habitan por lo menos 64 especies de mamíferos, los cuales en su mayoría (23 especies) son pequeños roedores silvestres como ardillas y ratones de campo, seguido por los murciélagos (16 especies). Pero también existe la presencia de mamíferos de tamaños medianos como los carnívoros (al menos 11 especies han sido confirmadas) y que son, de hecho, especies muy conocidas por las personas en general. Este es el caso del cacomixtle (Bassariscus astutus), la comadreja (Mustela frenata), el zorrillo rayado (Mephitis macrocura) y, muy particularmente, de la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus). Si bien la mayoría de estas especies habita en las periferias de la mancha urbana, en especial al sur de la CDMX a lo largo de la zona conocida como “Suelo de Conservación” (que es una categoría de protección a esta zona otorgada por el gobierno estatal), otra buena parte de ellos se pueden encontrar en zonas densamente pobladas como el centro de la alcaldía Coyoacán o Iztapalapa.

En nuestras azoteas o entre las paredes de casas continuas es muy frecuente encontrarse con los cacomixtles y los tlacuaches, especies de hábitos generalmente nocturnos que podemos encontrar en casi todas las alcaldías de la ciudad. El cacomixtle tiene un tamaño como de gato doméstico, con una cola larga y anillada, y se alimenta de pequeños animales como ratas y ratones, insectos y hasta frutos; mientras que el tlacuache es un marsupial (esos animales que como los canguros llevan a sus crías en una bolsa llamado marsupio) omnívoro, es decir, se alimenta de una gran cantidad de elementos: insectos, huevos, frutos, carne, semillas e incluso restos de comida en la basura. Además, sabemos que al menos seis especies de los mamíferos presentes en la CDMX son endémicas, es decir, que solo viven en la región del centro de México y por ello tenemos mayor responsabilidad de protegerlas; de no hacerlo podrían desaparecer del planeta por completo. Estas especies son el conejo de los volcanes o teporingo (Romerolagus diazii), el conejo mexicano de monte (Sylvilagus cunicularius), la ardilla cuinique (Notocitellus adocetus), la musaraña coluda (Sorex ventralis), el ardillón (Ictidomys mexicanus) y la musaraña de orejas pequeñas (Cryptotis alticola).

¿Qué hace posible que pueda existir aún esta cantidad y particularidad de especies en CDMX? Una de las principales razones es la presencia de áreas verdes dentro de la mancha urbana y áreas naturales en las orillas de la ciudad, lo cual permite que los animales puedan conseguir elementos importantes para su supervivencia como refugio, alimento y zonas de reproducción. De hecho, muchas de estas áreas verdes se utilizan como corredores que les permiten desplazarse de un área natural hacia la ciudad y dentro de la ciudad, lo cual se conoce como conectividad ecológica en el paisaje. Esto favorece al mantenimiento de poblaciones sanas y evita las extinciones.

Recuerda que estos “vecinos” particulares desempeñan importantes funciones ecológicas que ayudan a que las personas tengamos una mejor calidad de vida. Por ejemplo, hay murciélagos que realizan la polinización de muchos árboles frutales y agaves, mientras que otros se alimentan de insectos nocivos (mosquitos y moscas) ayudando así a controlar plagas e incluso enfermedades. Por ello, es muy importante mantener las áreas verdes en buenas condiciones y conectadas, pues son esenciales para la supervivencia de los mamíferos y otras especies. En este sentido, es necesario fomentar más la participación de la ciudadanía tanto en los proyectos de investigación como en las actividades de manejo y conservación de los espacios verdes y la biodiversidad en general.

Ahora que sabes de la existencia de estos importantes habitantes de la ciudad comparte esta información que apoya a su conservación y mira con más detalle a tu alrededor, pues podrías tener la oportunidad de ver a estos, “nuestros”, tan peculiares e importantes vecinos de la CDMX.

Pablo César Hernández-Romero y David A. Prieto-Torres.

Pablo César Hernández-Romero y David A. Prieto-Torres.

Therya ixmana 2(1):10-11

https://mastozologiamexicana.com

Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México. Tlalnepantla, Estado de México, México. pablohernandez@conbiodes.com (PCH-R), davidprietorres@gmail.com (DAP-T)

*Autor de correspondencia