A pesar de que en los últimos cuatro años aumentó, en todo el mundo, la inversión pública para el combate punitivo al narcotráfico y al consumo de drogas, la realidad es que en ese mismo periodo de tiempo 28 millones de personas se convirtieron en nuevos usuarios de sustancias ilícitas. Además, sólo una de cada cinco personas con adicciones tiene acceso a servicios de rehabilitación y, según los datos disponibles, cada año ocurre medio millón de muertes por sobredosis de sustancias psicoactivas.

Estos datos fueron presentados ayer, en Viena, Suiza, por investigadores y representantes de 192 organizaciones civiles, de 75 países, que integran el Consorcio Internacional sobre Políticas de Drogas (IDPC, por sus siglas en inglés), constituido en 2006.

Los autores detallaron que sus hallazgos pueden ser consultados en el documento que lleva por nombre Rumbo equivocado: Informe sombra para el examen de mitad de periodo de la Declaración ministerial sobre Drogas 2019. Esta investigación fue patrocinada por ocho países, entre los que se encuentra México, así como por la Unión Europea. A través de internet puede ser leído el documento en la página:  https://idpc.net/es/publications/2023/12/idpc-informe-sombra-2024

"Estamos a mitad de camino de la actual estrategia mundial de drogas de 10 años, pero no ha habido ningún esfuerzo por parte de los gobiernos para llevar a cabo una evaluación seria. Cuando los gobiernos se reúnan en la ONU en marzo de 2024, es probable que vuelvan a aprobar la continuación de la catastrófica 'guerra contra las drogas' que nadie cree que vaya a tener éxito", dijo Ann Fordham, Directora Ejecutiva del IDPC.

"Nuestro informe se adentra en el vacío y aporta pruebas para influir en el debate de la ONU sobre las drogas. Los gobiernos no pueden seguir rehuyendo décadas de fracaso y deben corregir urgentemente el rumbo. Su continuo abandono del deber será soportado amargamente por las comunidades de todo el mundo".

Las afirmaciones y argumentaciones del IDPC serán entregadas a los representantes de gobiernos que se reunirán a trabajar, en marzo de 2024, para revisar los avances programados en la estrategia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre combate a las drogas, aprobada en 2019 y que los analistas de IDPC calificaron como "humanitariamente devastadora".

PUNTOS CIEGOS

En este informe, el IDPC identifica siete puntos ciegos, o temas que no se reflejaron en los desafíos identificados en la Declaración Ministerial de 2019.

Algunos de estos temas son nuevos, otros se omitieron en la reunión de hace cuatro años. El planteamiento de IDPC es que se deben atender con urgencia los puntos ciegos y que es necesario alinear mejor las políticas de drogas con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los derechos humanos. Para esto, se requiere que la comunidad internacional reconozca los siete puntos ciegos como áreas prioritarias de la política de drogas para los próximos años:

Punto ciego 1: Reconocer el potencial de la regulación legal como herramienta para romper el vínculo entre los mercados de drogas y el crimen organizado.

Punto ciego 2: Reconocer el creciente papel de las tecnologías de vigilancia en las respuestas a las drogas, y la necesidad de normas internacionales basadas en evidencia y en los derechos humanos.

Punto ciego 3: Romper el tabú sobre la reducción de daños en medio de una crisis mundial de salud pública

Punto ciego 4: Situar la justicia racial y los principios de igualdad y no discriminación en el centro de la formulación de políticas sobre drogas.

Punto ciego 5: Descolonizar el régimen de fiscalización de drogas abordando las tensiones entre las convenciones sobre drogas y los derechos de los pueblos indígenas.

Punto ciego 6: Subsanar la falta de directrices y recomendaciones de la ONU sobre la regulación legal de las drogas en consonancia con la salud, los derechos humanos y el desarrollo.

Punto ciego 7: Reconocer los daños medioambientales asociados a la política de drogas.

Informe

Datos que muestran fracaso

de la Guerra contra las drogas

El nuevo reporte de IDPC reúne una amplia gama de datos procedentes de fuentes de la ONU, gubernamentales, académicas y de la sociedad civil. Algunas cifras que ilustra el colapso en todo el sistema son las siguientes:

El número de personas que consumen drogas aumentó de 271 a 296 millones en cuatro años, alcanzando un récord histórico.

El número de personas ejecutadas por delitos asociados al tráfico de drogas, en flagrante violación del derecho internacional, aumentó un 213 por ciento entre 2019 y 2022.

A nivel mundial, solo una de cada cinco personas con drogodependencia tiene acceso a tratamiento.

La escandalosa disparidad en el acceso a los medicamentos controlados continúa, ya que más del 82 por ciento de la población mundial tiene acceso a menos del 17 por ciento de la morfina del mundo.