La escuela debería ser un lugar seguro para cada niño o joven, pero en los últimos años se ha convertido en el lugar dónde los mismos estudiantes desatan una conducta bastante hostil y represiva contra sus semejantes.

Antes de saber cómo prevenirlo, hay que definirlo, pues el acoso escolar no es solo la agresión física contra un estudiante, sino que abarca todas las formas de maltrato que existen: verbal, psicológica y hasta cibernética, siendo este último uno de los más populares en la actualidad.

Acciones a tomar para evitar el acoso escolar

Hasta hace muy poco se desconocía que era el bullying o acoso en el colegio, pero a continuación conoceremos cómo afrontar los tipos de acoso escolar que existen desde una perspectiva intrafamiliar, siendo la familia una parte fundamental en el proceso.

La familia como fuente de apoyo

Como padres, debemos amar y aceptar las cualidades de nuestros hijos, así como apoyarles y respetarles en las decisiones que tomen en sus vidas. Además, desde el hogar, se hace necesario hacerles entender sus emociones y conductas, y que los conflictos no deben ser resueltos con culpabilidad o resentimiento.

Generar vínculos de seguridad y confianza

Los adultos juegan un papel fundamental en la seguridad que desarrolle un niño a lo largo de su crecimiento, y más aún en los vínculos significativos que pueda establecer con su entorno. Ambos aspectos definen su patrón de conducta, y en la manera en cómo responden bajo situaciones de presión o dificultad.

Tareas en equilibrio

Está científicamente comprobado que un hogar dónde mamá y papá se comprometen por igual en la educación de sus hijos así como también en su evolución personal, al igual que en el reparto de las tareas del hogar sin distinguir su género, es la mejor forma de crear adultos sanos desde que son muy pequeños.

Responder a las demandas de los hijos

Mientras más pequeños e inquietos son los niños, más atención demandan. Por eso, es importante que como padres sepamos darle la atención y cuidado que necesitan, pero es vital responder a sus llamados desde la sensibilidad y coherencia y así poder ayudar a que sean futuras personas adultas con un alto grado de confianza y empatía por sus iguales.

Establecer límites

Es necesario que los niños puedan respetar los límites dentro del hogar, y puedan copiar ese modelo de respeto también en la escuela, por ello, actualmente existe una matrícula para curso de acoso escolar profesional que provee las herramientas para eliminar las conductas antisociales de los jóvenes, y que estos puedan resolver cualquier problema con la mediación u otras soluciones.

Hablar siempre en positivo

Sin duda que las palabras vienen cargadas con un gran poder, sobre todo para quién las recibe y más aún si se trata de un niño pequeño. Mientras que un niño reciba palabras de amor, de aliento, de elogios y cariño, podrá afianzar estas afirmaciones en su interior y crecer con la confianza suficiente para en el futuro poder cuidar de su propia conducta.

Tiempo de calidad entre padres e hijos

Es necesario que los niños puedan tener tiempo valioso con sus padres, disfrutar de una rutina diaria de juegos, sin preocuparse y dónde puedan compartir libremente. Además, que los pequeños puedan hablar de los que les preocupa o leer un cuento durante ese tiempo exclusivo.

Mantener la motivación

Debemos ayudar a que los niños mantengan su motivación, se superen y logren conseguir sus metas, que los padres no puedan valorar y apoyar esto termina siendo un riesgo de aumentar su necesidad de atención y recurren a la violencia y el protagonismo de forma negativa e imperativa.

Anticipar y cuidar

Ante una rabieta de los niños, los padres tienen que ofrecer soluciones alternativas para calmar esa conducta. También, es necesario cuidarlos cuando son ellos los que reciben de otros niños, indirectas que puedan afectar su personalidad. Por ello, estar alerta es fundamental para crear en ellos una actitud reflexiva sobre los mensajes que reciben del mundo exterior.