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Muchos hábitos se vieron impactados por la pandemia y el encierro, pero los compromisos amorosos no se verán detenidos nunca, de allí que a mitad de épocas de crisis persista la necesidad de ideas para bodas originales. Y en verdad que están a la orden del día, incluso como una forma de demostrar que lo peor de una época no del todo buena está quedando finalmente atrás.
Una boda original es la manera de que un día, en sí mismo irrepetible, tenga una marca muy persona. Con ello, verse acompañado, comprometerse con una pareja y tener la promesa de un futuro feliz, se hace aún más inolvidable.
Pero como suele ocurrir en este mundo, el amor es también motor de actividades económicas que satisfacen, en este caso, esa ansia de originalidad. Los diferentes elementos de la boda original generan el impulso a negocios especializados, desde las casas de venta de vestidos de novia hasta las fincas de celebración de eventos.
Actualmente no hay fin de semana sin una boda y las redes sociales lo saben, cada sábado es habitual ver en historias de Instagram o Facebook que alguien asiste a una. En parte se incrementaron luego de la pandemia, pero si hacemos un recuento, fue una de las celebraciones que no dejaron de festejarse. Las bodas tienen un impulso propio.
Aunque algunas bodas se cancelaron, en cuanto se autorizaron eventos de más de 50 personas, con las medidas de salud correspondientes e implementando ideas creativas (cómo invitaciones o ampliaciones digitales de invitados), el impulso del amor volvió a sentirse.
El encierro sólo hizo más evidente que propuestas novedosas han encontrado en Internet su lugar natural para difundirse. Las ideas para bodas originales abundan en la web, incluyendo a aquellas de quienes son verdedaramente expertos.
Joyerías, casas de diseñadores, florerías, jardines, salones de eventos y sobre todo las famosas wedding planners fueron de los primeros en reactivarse y adaptarse a la nueva normalidad; a la gente ya le urgía tener eventos sociales, así que el fin de la pandemia ha tendido a renovar aún más el ánimo de quienes quieren casarse en un lugar y en condiciones únicas.
Hoy, la industria de los eventos sociales se monta en una reapertura de la vida social que ya nos urgía. Las personas, los novios, tienden a invertir más de lo habitual en la tan esperada celebración a la que, saben, ahora sí asistirán todos sus allegados. Y en cada pareja, claro, está el deseo de quedar grabados en la memoria de todos sus invitados.
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