Bienestar

Cómo evitar riesgos en internet para los niños

En todos estos casos, la principal vía para evitar riesgos está relacionada con la educación

Foto: Especial

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El uso de las nuevas tecnologías entre los menores es cada vez mayor. De hecho, herramientas como internet se han convertido en una parte fundamental de procesos tan importantes para los niños y los jóvenes como es el proceso educativo. Pero no solo eso, el acceso a la red ha abierto la puerta a innumerables posibilidades en términos de entretenimiento, comunicación e interacción con otras realidades. La conveniencia de estas nuevas herramientas tecnológicas se pone de manifiesto de muchas maneras, especialmente en relación al acceso a la información y a la comodidad que estos medios permiten. Y es que la red global y los dispositivos tecnológicos están creando un auténtico cambio de paradigma en la manera de operar e interactuar con el mundo, sobre todo entre unas nuevas generaciones, que tienen estas herramientas cada vez más integradas, casi como, al haber nacido en medio de su influencia, formaran parte ya de su ADN.

Pero el hecho de que muchos niños y adolescentes estén tan sumergidos en el mundo digital y tengan tan presentes sus herramientas no les exime de muchos de los riesgos y los peligros que la digitalización y la conectividad traen consigo. De hecho, en muchos casos, semejante exposición a estas nuevas realidades incrementa las posibilidades de ser víctimas de ataques o de sufrir las consecuencias de algunas de las amenazas que se esconden tras el uso de las pantallas. Para evitar estos problemas las compañías de seguridad suelen publicar boletines con información útil para los usuarios, como es el caso de este artículo publicado por ExpressVPN.

Algunos de los problemas más graves que podemos encontrar asociados al uso de internet en los menores tiene que ver precisamente con el uso inadecuado de este tipo de herramientas. Es común, por ejemplo, ver cada vez más casos de sobreuso de las herramientas tecnológicas y de sobreexposición a las pantallas y a los entornos digitales que pueden derivar en verdaderas adicciones o en multitud de patologías asociadas con la distorsión de la realidad que generan los personajes digitales que se crean en plataformas como las redes sociales (entre otros entornos web). El acceso a contenido inapropiado para un determinado grupo de edad —como puede ser el caso de la pornografía o la violencia en línea— es otra de las amenazas que podemos encontrarnos al hablar de los peligros de internet para niños. Otros fenómenos como el sexting (la práctica de compartir contenido sexual, ya sea a través del móvil o de los mensajes privados de las plataformas de redes sociales), el grooming (que es el nombre que se le da a las prácticas por las cuales un adulto trata de hacerse con la confianza de menores para propósitos sexuales de diversa índole) o el ciberacoso (que hace referencia al famoso bullying, y que es un fenómeno que, cada vez más, se traslada de los centros escolares al entorno online), son más y más comunes entre los menores que, por desconocimiento o vulnerabilidad se encuentran en muchos casos una posición frágil para identificar y hacer frente a estos problemas. Por último, los menores pueden ser más proclives también, por falta de experiencia o por simple inocencia, a ser víctimas de estafas, falsas ofertas, falsos premios o fraudes por los cuales un ciberdelincuente trata de recabar datos sensibles o información confidencial para utilizarlos para fines ilícitos.

En todos estos casos, la principal vía para evitar riesgos está relacionada con la educación y con una adecuada comunicación con los menores. Informar acerca de los peligros que esconde la red y sus diferentes formas para que sea más fácil identificarlas y comunicarlas en caso de aparecer son una base imprescindible para hacer frente a estas situaciones. Un cierto nivel de control y el establecimiento de unas pautas y unas restricciones de uso para los menores es otra vía eficaz para hacer frente al problema, ya sea presencialmente o a través de herramientas específicas como sistemas de control parental, sistemas de horarios o de limitación de acceso, sistemas de avisos o de seguimiento remoto, etc. Además, fijarse en medios de protección como antivirus, servicios de VPN, sistemas actualizados o configuraciones de seguridad adecuadas en las plataformas que se utilicen, suponen una capa de protección importante que pueden marcar la diferencia. Pero por encima de todo, educar en el uso adecuado y responsables de las nuevas tecnologías será el mejor escudo para evitar las crecientes amenazas.