El gigante sudcoreano de la tecnología mostró al mundo el Galaxy Ring, un anillo elaborado con titanio que tiene la misión de supervisar la salud de quien lo porta. Se trata de un anillo inteligente que la empresa planea comercializar a finales de este mismo año.
El anillo está dotado en su cara interior de sensores capaces de analizar el estado físico del usuario, medir sus pulsaciones, su tiempo de sueño y, se asegura, será capaz de medir el azúcar en la sangre.
La idea es que la gente pueda atenderse a sí misma de inmediato, como una nueva frontera del bienestar, con un costo inferior a 400 euros por pieza. Muchas de las funciones ya se usan en los relojes inteligentes, la gran novedad es el formato de anillo, más discreto y con mejores resultados y con una nueva batería de larga vida.
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