Cultura

Realizan rescate de su obra musical y actividades que incluyen conciertos, conversatorios, programas radiofónicos, entre otras

Evocan a Julián Carrillo en el 150 aniversario de su natalicio

Músico Se 100 años del primer concierto del Sonido 13 y los 60 años del deceso del compositor Julián Carrillo. (Inbal)

En el marco del 150 aniversario del nacimiento de Julián Carrillo (1875-1965), los 100 años del primer concierto del Sonido 13 y los 60 años del deceso del compositor, que se cumplen en 2025, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México realiza un proyecto de rescate de su obra musical y una serie de actividades, que incluyen conciertos, conversatorios, programas radiofónicos y otras iniciativas.

Los organismos de la Secretaría de Cultura de México que conservan el legado de Julián Carrillo son el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical “Carlos Chávez” (CENIDIM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) –donde se resguardan partituras, fotografías y documentos– y la Fonoteca Nacional, la cual protege y difunde los soportes en audio y grabaciones.

Mientras que, bajo el cuidado del Centro de Formación, Investigación y Documentación Julián Carrillo, de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, su estado natal, permanecen los muebles, instrumentos modificados, partituras, premios y otros tesoros personales del compositor.

Faltaban unos días para que cumpliera 20 años cuando el músico Julián Carrillo, nacido en Ahualulco, San Luis Potosí, el 28 de enero de 1875, decidió trasladarse a la Ciudad de México con la idea de inscribirse en el Conservatorio Nacional de Música, al que ingresó en 1895. En junio de ese año, con la experimentación de sonoridades, inició lo que él llamaría la “revolución del Sonido 13 en México”.

El 23 de marzo de 1899, Julián Carrillo interpretó al violín la Mazurca de Concert, del compositor belga, Ovide Musin, en la Cámara de Diputados. Su actuación sorprendió al público y el presidente Porfirio Díaz le ofreció su apoyo para que estudiara en el Conservatorio de París. Sin embargo, debido a su edad, no pudo ingresar y decidió viajar a Alemania, y se incorporó al Real Conservatorio de Leipzig, para continuar su formación musical.

De esa época en Europa datan algunas de las reproducciones de obras que se extienden en una mesa del séptimo piso de la torre de Dirección e Investigación del Centro Nacional de las Artes (Cenart). Ahí, el director del CENIDIM, Víctor Barrera García, junto con su equipo, como el coordinador de Documentación, Michel Hernández Lugo, trabaja en varios proyectos, uno de los cuales recupera la obra de Carrillo, en un esfuerzo interinstitucional.

Señala las partituras sobre la mesa, Barrera explica: “Esta es la Primera sinfonía de Carrillo, es la versión preliminar que interpretará la Orquesta Sinfónica Nacional en el Palacio de Bellas Artes. Estamos trabajando en las últimas revisiones antes de enviarlas a la orquesta, que, una vez que la ejecuta, nos envía sus observaciones. Esto nos ayuda a realizar los ajustes finales, esenciales para llegar a la versión definitiva”.

El INBAL presentará la edición revisada de la Sinfoniìa nuìm. 1 en Re mayor, para gran orquesta, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), el 9 y el 11 de mayo de 2025, acompañada de una primera sesión académica y de divulgación, introductoria a la obra del genio del Sonido 13.

Creado en 1974, el CENIDIM es el archivo musical más importante de México. Alberga un vasto acervo que incluye documentos desde 1925 hasta 1983, con 1,400 metros lineales de material (49 toneladas), entre los que destacan partituras, manuscritos y fotografías, testimonios de la historia sonora de México.

Una caricatura luce al lado de las partituras, se trata de Julián Carrillo dirigiendo a la orquesta, realizada por el tenor Enrico Caruso y dedicada a Gerónimo Baqueiro Fóster, en 1923; el documento, en perfecto estado de conservación, es parte de los tesoros que resguarda el Cenidim. Para Barrera, “es un testimonio fantástico que nos muestra la dimensión de Julián Carrillo”.

Al rescate de la música de Julián Carrillo

“Muchas partituras de Carrillo, sobre todo las microtonales, están escritas en notaciones que no son comunes. Nuestra labor es habilitar estas obras para que los músicos contemporáneos puedan interpretarlas. Es otra manera de preservar el sonido”, menciona el coordinador de Investigación del CenidimChristian Eugenio López-Negrete Miranda.

El programa musical en honor a Julián Carrillo inició el 1 de febrero de 2025, con el ensamble del Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic), que interpretó, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes (PBA), el Preludio a Colón, en el concierto inaugural de su primera temporada del año.

Preludio a Colón fue la pieza que, el 15 de febrero de 1925, marcó un hito en la historia de la música en el primer concierto de microtonalismo en el Teatro Principal de la Ciudad de México. La invitación de hace 100 años anunciaba: “Por primera vez, se escucharían composiciones musicales con dieciseisavos, octavos y cuartos de tono, elementos conquistados por México en 1895”.

El pasado 22 de marzo, el Cepromusic presentó el Capricho para viola en 4°, 8° y 16° de tono, en la Sala Manuel M. Ponce, y el 6 de junio, convoca a una mesa de reflexión en sus instalaciones de la colonia Guerrero titulada “Julián Carrillo, el artesanado furioso”.

Carrillo fundó y dirigió diversas agrupaciones, entre ellas la Orquesta Beethoven, la Orquesta Sinfónica Sonido 13 y la Orquesta Sinfónica América, con sede en Nueva York. Ocupó en dos ocasiones la dirección del Conservatorio Nacional de Música y también estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), que en octubre próximo rendirá homenaje a su legado con la interpretación de las seis sonatas para violín solo, la cual incluirá dos recitales especiales con grabaciones históricas del propio maestro, en colaboración con la Coordinación Nacional de Música y Ópera (CNMO).

Otra de las partituras que se rescatan es el Sexteto para cuerdas, que la OSN interpretará en noviembre, junto a concertistas del INBAL, en la Sala Manuel M. Ponce del PBA. “Este año vamos a presentar, con el apoyo del gobierno de San Luis Potosí, las ediciones de tres obras sustanciales en el catálogo de esta primera etapa de Julián Carrillo”, dice Barrera.

El legado de Julián Carrillo para el pueblo de México

En 2016, los herederos de Julián Carrillo donaron al pueblo de México –a través del gobierno del estado de San Luis Potosí– su archivo personal, que se encontraba en la que fuera su última residencia, en el Callejón del Santísimo 25, colonia San Ángel, en la Ciudad de México.

El Centro de Formación, Investigación y Documentación Julián Carrillo, dependiente de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, resguarda parte de la donación, pues los soportes sonoros que contenía se entregaron a la Fonoteca Nacional para su digitalización y conservación.

Algunos de los objetos que resguarda el Centro se encuentran los 19 pianos microtonales, de los cuales 17 son verticales y dos de media cola, diseñados para hacer honor a su teoría del Sonido 13. Además, se conservan 170 partituras originales, que incluyen óperas, sinfonías, cuartetos y misas, compuestas entre 1899 y 1964.

La responsable del Acervo Julián Carrillo, Rocío Moya Paláu, explica que para el centro, dos fechas son especialmente importantes: el 28 de enero, su nacimiento, y el 9 de septiembre, su deceso. La biblioteca es extensa y contiene tesoros, como “documentos personales, boletas de calificaciones del Conservatorio, correspondencia con personalidades como Porfirio Díaz, Leopold Stokowski y Ángel Reyes, así como reconocimientos, revistas y recortes de periódico. También se conserva una colección de medallas y una invitación a las fiestas del centenario de la Independencia de México”.

Un artista multifacético

En 1910, como parte de las celebraciones por el centenario de la Independencia de México, Carrillo estrenó Canto a la Bandera, escrita a iniciativa del entonces secretario de Educación Pública, Justo Sierra, con letra del poeta Rafael López; se estrenó bajo la dirección de Carrillo en presencia de Porfirio Díaz y los secretarios de Estado, en la Plaza de la Constitución.

También incursionó en el cine, en Nueva York, compuso parte de la banda sonora de la película Intolerancia (1916), de D.W. Griffith. Años más tarde, en 1942, introdujo el microtonalismo en el cine, al crear la música coral para la cinta mexicana La Virgen Morena, de Miguel Soria.

En 1922, como integrante del Consejo Cultural de la Ciudad de México, impulsó una iniciativa sobre el Himno Nacional Mexicano, que había perdido su versión original debido a alteraciones en las ediciones impresas. La propuesta fue recuperar el ejemplar auténtico de la primera edición, premiada en 1854. Para lograrlo, se lanzó una convocatoria pública que ofreció una medalla de oro y un diploma a quien presentara la original. La búsqueda culminó con el hallazgo del ejemplar impreso por la Casa Murguía en 1854, que entregó Delfina Bermúdez Vda. de González, originaria de Coahuila. El descubrimiento permitió instituir una versión auténtica del Himno Nacional de México.

La obra de Carrillo es reconocida a nivel mundial. En 2015, seis de sus partituras manuscritas fueron incluidas en el programa Memoria del Mundo de la UNESCO, destacadas por su rareza y valor histórico. Producidas entre 1905 y 1910, incluyen obras para instrumentos de cuerda, una marcha nupcial, una pieza para banda y un andantino.

Su nominación al Premio Nobel de Física, en 1950, refleja la trascendencia de sus contribuciones científicas. “Aquí tenemos todo el expediente de cuando fue candidato al Premio Nobel de Física –explica Paláu–. A raíz de una presentación que él hizo del Sonido 13 en la Sorbona de París, surgió la iniciativa de que podría ser candidato al Premio Nobel. Él hizo algunas modificaciones a la Ley del nodo, pero no existía en el Premio Nobel la categoría de física musical.

“Le pedían que hubiera otros premios Nobel que le dieran su apoyo. Se lo solicitó a Gabriela Mistral, quien lo respaldó, pero le dijeron que tenían que ser de la categoría en la que estaba participando. Hay una correspondencia con Albert Einstein y no sabemos si tiene que ver con esa solicitud que le haya hecho el maestro Carrillo”.

Ahualulco del Sonido 13

Para celebrar la contribución de Julián Carrillo a la música y su impacto en la identidad cultural de México, su pueblo natal, Ahualulco, en San Luis Potosí, fue renombrado como Ahualulco del Sonido 13 en 1932, y el 25 de mayo de 1944, por decreto, se le volvió a llamar solo Ahualulco.

En 2019, el Ayuntamiento impulsó una iniciativa para recuperar el nombre, y en mayo de 2021, el Congreso aprobó que el municipio volviera a ser oficialmente Ahualulco del Sonido 13. “El cambio fue significativo para la comunidad, ya que las calles del pueblo llevan nombres relacionados con Carrillo o el sonido 13, como Leopold Stokowski y Flavio F. Carlos (su maestro)”, puntualiza Moya Paláu.

Soportes sonoros bajo resguardo

Cada soporte sonoro, al igual que cada uno de los más de 600 mil documentos que ha ingresado a la Fonoteca desde el 10 de diciembre de 2008 cuando abrió sus puertas, se somete a un riguroso proceso de limpieza, estabilización y restauración física. Posteriormente, se realiza una digitalización; finalmente, se ingresan a los servidores de almacenamiento masivo y se suben a un sistema de audioteca, lo que permite que cualquier persona pueda acceder a ellos.

Sobre Julián Carrillo, el investigador del Catálogo de Música de Concierto de la Fonoteca Nacional, Theo Hernández, dice que se trata de “uno de los compositores más importantes que ha dado México. Él sabía que estaba logrando una revolución que modificaría la historia de la música y daría gloria a México”.

Del Archivo Julián Carrillo, que se encuentra en la Fonoteca, Hernández destaca como sus favoritas “las grabaciones realizadas en Francia con la empresa Philips, utilizando tecnología de vanguardia. Algunas de estas obras se grabaron bajo la supervisión del propio compositor, como La misa a su santidad Juan XXIII, una pieza monumental escrita en lenguaje microtonal en 1962. De esta obra, la Fonoteca también conserva el disco máster en aluminio, un verdadero tesoro sonoro, además de algunas entrevistas con el maestro, grabadas en cintas de carrete abierto”.

La Casa de los Sonidos de México se suma a los festejos de Carrillo con dos programas de radio especiales que se transmitirán el 23 y 30 de junio, a las 17:30 h, en el programa Fonocaptura de la estación Opus 94, del Instituto Mexicano de la Radio.

Alicia Torres Garza, a sus 91 años, es docente de canto del Conservatorio Nacional de Música. Ella conoció personalmente al maestro del microtonalismo e incluso cantó –en su presencia– algunas de sus obras: “Me encantaba siempre cantar a Carrillo, este tipo de autores no deben desaparecer del mapa elemental de este país. Pienso que todas sus obras deberían ser parte del repertorio de las orquestas del mundo, especialmente para mí, la Sinfonía uno, que recuerdo que cuando recién la escuché, pensaba que era de Arnold Schönberg”.

Theo Hernández y Alicia Torres Garza dictarán una conferencia en la Sala Adamo Boari del PBA el 6 de junio a las 18:00 h. Las actividades artísticas y de reflexión en torno a las etapas compositivas del autor continuarán hasta diciembre.

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