
El vibrante distrito financiero de Londres, más conocido como la ‘City’, renovó este martes su particular museo al aire libre con esculturas a cargo del célebre artista chino Ai Weiwei y otros autores emergentes que exploran temas como naturaleza y los orígenes romanos de la capital británica.
En las calles de la antigua Londinium, todavía con resquicios de su pasado, tiene lugar la decimocuarta edición de la iniciativa ‘Sculpture in the City’ (Escultura en la City), con un catálogo de once piezas, tres de ellas nuevas, que pretenden acercar el arte contemporáneo de forma gratuita al público veinticuatro horas y siete días a la semana.
En el acto de presentación, celebrado este martes, el presidente del comité de Cultura, Patrimonio y Bibliotecas de la City de Londres, Brendan Barns, se refirió al distrito como “el lugar de nacimiento” de la ciudad, donde las ruinas romanas confluyen con monumentos clásicos como el Puente de la Torre de Londres y rascacielos modernos: “Me pregunto qué hubieran pensado los romanos de estos últimos”, reflexionó.
Tras cerca de 15 años al frente de ‘Sculpture in the City’, su directora artística, Stella Ioannou, afirmó que cada año el proyecto es diferente, muestra del ritmo cambiante que experimenta la ciudad.
“Esta nueva exhibición explora ideas de memoria, desplazamiento, la historia de la City de Londres (...); la relación entre el conocimiento antiguo y la tecnología moderna o el papel del arte público”, explicó.
Árboles y esculturas de margarina
El punto álgido de esta 14 edición es, sin duda, el regreso del artista chino Ai Weiwei, que ya participó en 2015, con la escultura ‘Palacio’, parte de su serie ‘Raíces’, creada en colaboración con artesanos y comunidades brasileñas a partir de troncos y raíces de los árboles Pequi Vinagreiro, en peligro de extinción.
La escultura, localizada en el jardín de la iglesia de San Botulfo y junto a la antigua calzada romana, hace referencia al exilio personal de Weiwei, la crisis global de refugiados o la migración de las comunidades indígenas de Brasil.
Otra de las nuevas obras, ‘Dendrófilos’ a cargo de las gemelas Jane y Louise Wilson, se encuentra oculta bajo las escaleras del rascacielos conocido popularmente como el ‘Rallador de Queso’ y explora la conexión entre los altos edificios de la ‘City’ y su pasado.
El trabajo combina grabados de tinta basados en imágenes de ADN de muestras de madera de roble de hace 2.000 años proveniente del material excavado en el lugar en el que se encuentra la sede actual de Bloomberg, que podrían haber formado el antiguo paso subterráneo del río Walbrook.
En el mismo espacio en el que hasta el momento se situaban tres esculturas inspiradas por los trencadís de Gaudí, ahora se erige el ‘Looping Loop’ de Andrew Sabin, una obra no apta para personas con tripofobia -miedo a los patrones o agrupaciones de pequeños agujeros-, y que recuerda a una colmena o una especie de lazo de repostería, pues está hecha con pasta de margarina.
El resto de la ruta, congregada en apenas unas manzanas, se completa con piezas ya presentes en ediciones anteriores, como una bolsa de papel bañada en oro, una valla de madera que explora las barreras de las personas ‘queer’ o dos esculturas de mármol italiano inspiradas, también, por las estatuas y los bustos antiguos.
‘Sculpture in the City’ ha congregado 162 obras de 137 artistas diferentes desde sus inicios en 2010 y, en esta ocasión, su programación también incluirá hasta abril de 2026 eventos como una discoteca silenciosa o una actividad para convertir a niños en pequeños críticos de arte.