Cultura

Los niños viajeros van a instala la base Papalote, manejar rovers y proyectar futuros, dice Alejandra Cervantes, directora del recinto

Papalote Museo del Niño ofrece viaje a Europa, la luna de Júpiter

Museo. La inauguración de la muestra “Estación Espacial Papalote”, que ofrece el Papalote Museo del Niño con el Space Center de Houston.

Trajes de astronautas y una colección de objetos originales de misiones espaciales, así como un collage de fotos e infografía dedicadas a las mujeres astronautas son algunos materiales que acompañan “Estación Espacial Papalote”, exposición temporal que el Papalote Museo del Niño ofrece en colaboración con el Space Center de Houston (Texas, Estados Unidos).

Se trata de una muestra inmersiva, que contempla un total de 16 experiencias interactivas para hasta 14 exploradores a la vez, dirigidas a infancias entre 6 y 12 años y, dos de ellas, para la primera infancia (de 2 a 5 años).

“Ha sido un honor colaborar con Papalote en esta exposición y ser parte del inicio de ese camino para todos estos niños que van a visitar. Realmente espero que les guste y nos visiten más de una vez porque aquí hay muchas cosas por aprender y prometo que cada vez que vengan van a descubrir algo más”, invita la primera mujer astronauta nacida en México, Katya Echazarreta.

INAUGURACIÓN Y RECORRIDO

La ingeniera y astronauta mexicana-estadunidense estuvo presente en la inauguración y los visitantes podrán encontrarla en cada ocasión, a través de proyecciones en las que felicita a los jóvenes exploradores en sus misiones. Además, es su traje espacial el que se exhibe.

En su intervención inaugural, la también divulgadora científica preguntó ¿quién de aquí sueña con viajar al espacio? a lo que solo niñas y niños alzaron la mano.

“¿Me van a decir que nadie de ustedes sueña con viajar al espacio? ¿Quién sueña con viajar al espacio?”, reiteró y procedió a señalar que eso sucede cuando una persona crece y, desafortunadamente, deja sus sueños a un lado.

“Los niños son las personas que tienen estos sueños, que tienen las metas y cuando son niños les decimos: claro que sí, tú puedes hacerlo todo, vas a lograrlo todo, tú prepárate y sigue adelante’”, apuntó, pero ese apoyo a los sueños de las infancias no le parece suficiente.

“Es nuestra responsabilidad, ahora que ya no somos niños, continuar con esos mismos sueños que teníamos de niños. Porque si nosotros mismos no seguimos adelante con nuestros propios sueños, con nuestras propias metas, ¿cómo podemos esperarlo de nuestros hijos?”, invitó.

En ese sentido comentó que exposiciones como ésta son parte del esfuerzo por acercar tecnología espacial al público, con la intención de que “sean el inicio de esa historia que las personas pueden contar años después, cuando finalmente logran sus sueños”.

Ella misma reconoció sus primeras aproximaciones a la ciencia relacionadas con la experiencia en un museo y recuerda que una vez, en una dinámica, le tocó ser científica de muestras lunares.

Aunque en aquella ocasión se frustró de no ser seleccionada como astronauta, fue el inicio de un conocimiento que la llevó a decidir en qué quería trabajar.

“Yo me acuerdo que tuve una conversación con mi mamá y le dije: ‘es que no puede ser. Me estás diciendo que puedo trabajar con muestras lunares, con naves espaciales, con tecnología que algún día puede llegar a Marte o a Júpiter y que aparte me van a pagar a mí dinero; que puedo llegar al espacio, construir tecnología que nos va a enseñar sobre nuestro sistema solar y que eso es un trabajo”, compartió.

“Yo salí de ahí fascinada y ese día tomé la decisión de que algún día viajaría al espacio y de que algún día trabajaría con naves espaciales”, relató.

Por su parte, la directora general del Papalote Museo del Niño, Alejandra Cervantes Mascareño destacó que el objetivo principal del recinto este año es “inspirar y empoderar a las niñas y a los niños de México a soñar en grande, a través de la ciencia, la tecnología, las matemáticas, la ingeniería”.

Para ello, Estación Espacial Papalote ofrece la oportunidad de diseñar y lanzar cohete espaciales con aire a presión; manejar rovers en un escenario que simula las condiciones lunares de Europa (Júpiter); simular la coordinación de abastecimiento de oxígeno y recuperación de basura espacial; y proyectar futuros profesionales en áreas STEM.

La intención de estas actividades es fomentar el trabajo en equipo, compartir conocimiento básico sobre aerodinámica y optimización, inspirar el acercamiento a la ciencia y la tecnología.

Asimismo, esta exposición pone énfasis en la participación femenina a modo de lanzar un mensaje: “no hay ninguna profesión ni chica, ni grande; no hay ninguna profesión que sea o para niñas o para niños. En este lugar creemos fielmente que todos los niños y las niñas tenemos el potencial de convertirnos en lo que nosotros queramos. No hay ninguna barrera y de esto va esta exposición: de quitar tabús muy temprano en la edad de los niños, para lograr su máximo potencial”, según expresó la directora del Museo.

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