El Festival Internacional de Cine con Valores recibe en Guadalajara al cineasta estadounidense T.C. Christensen, quien está por presentar su más reciente largometraje Raising the Bar: The Story of Alma Richards. La cinta revive la inspiradora vida de Alma Richards, un joven originario de un pequeño pueblo de Utah que sorprendió al mundo al conquistar la medalla de oro en salto de altura en los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912.

El director compartió que esta historia es particularmente cercana a su corazón, pues Richards fue hermano de su abuela y su recuerdo estuvo presente a lo largo de su infancia. “Es una historia de familia. Desde niño escuché hablar de él y siempre pensé que en algún momento debía contarla en cine. Por fin lo hice”, comentó.
La película, protagonizada por Paul Wuthrich (Escape from Germany, Witnesses), muestra a un joven que, sin una preparación formal, encuentra en el atletismo una puerta para acceder a la educación y a un futuro distinto. Richards, criado en Parowan —un pueblo de apenas 1,100 habitantes en aquel entonces—, entrenaba persiguiendo liebres y saltando cercas hasta que descubrió su talento natural.
Christensen explicó que uno de los aspectos que más le atrajo de la vida de Richards fue su capacidad de reinventarse. Aunque alcanzó la gloria olímpica, el atleta optó por una vida sencilla dedicada a la enseñanza. “Al final no usó el título de abogado que obtuvo en Stanford. Prefirió ser maestro y dedicar su vida a ayudar a los niños. Eso me encantó de él”, relató.

Reconocido por realizar filmes basados en hechos reales y con un fuerte componente espiritual, Christensen aseguró que Raising the Bar también conserva su sello: “Normalmente hago películas de fe, y aunque esta es una historia deportiva, hay un momento clave donde Alma, en medio de una crisis, hace una oración frente al estadio olímpico. Esa parte conecta con lo que siempre busco: mostrar que los valores y la esperanza son universales”.
Sobre el proceso de producción, se le preguntó al cineasta cuál fue el mayor reto de recrear la época de 1912, el cineasta recordó que ya había hecho cine de época, pero que esta vez fue mucho más caro: “Hacer cine de época es caro, pero tenía fotografías y documentos familiares que me ayudaron mucho a lograrlo. Fue un reto, pero valió la pena”.
Durante la entrevista, también reflexionó sobre la evolución del cine en general: “Cuando empecé, las películas se hacían bajo un código muy estricto en Hollywood. Después llegaron los ratings y, más recientemente, las plataformas de streaming que empujan aún más los límites. Por eso estar en Guadalajara, en un festival que promueve valores familiares, es muy importante para mí. Este es el tipo de proyectos en los que quiero participar”.
Christensen destacó que Hollywood ha influido en todo el mundo, pero considera que hay historias que trascienden cualquier frontera cultural. “Mis películas buscan hablar de temas universales: la perseverancia, los sueños, superar obstáculos. Eso conecta a cualquier audiencia, sin importar si está en Estados Unidos, México o en otro lugar”.
En cuanto al papel del cine como puente cultural, señaló: “Todos vivimos experiencias de lucha y de superación. Historias como la de Alma Richards nos recuerdan que, en esencia, todos somos David enfrentando a Goliat. Y esas narrativas inspiran dondequiera que se cuenten”.
Sobre lo que espera que las audiencias se lleven de la película, el director lo resumió en dos puntos: “Primero, que se entretengan y digan ‘qué buena película vi’. Y segundo, que reflexionen sobre la importancia de encontrar un propósito en la vida. Alma encontró el suyo ayudando a los demás, y creo que todos deberíamos buscar lo mismo: qué podemos hacer para mejorar la vida de otros”.

Finalmente, adelantó que la distribución de Raising the Bar en México se realizará principalmente a través de plataformas de streaming, aunque durante el festival tendrá funciones especiales en Cinépolis Ciudadela. “Es un honor compartir esta historia en Guadalajara, una ciudad que apuesta por el cine con valores. Eso habla mucho de la calidad de su gente”, concluyó.