Cultura

La obra de teatro del dramaturgo se presentará por primera vez en la capital

“Después de Peter” llega a CDMX de la mano de Marcelo Treviño

El dramaturgo Marcelo Treviño recibió en 2024 el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo Trejo por su obra Después de Peter, puesta en escena que rescata la memoria de dos artistas de los años ochenta: Peter Hewitt y David Wojnarowicz. En entrevista exclusiva con La Crónica de Hoy, Treviño habló sobre su proceso creativo, los retos de llevar su texto al escenario, la importancia de reivindicar la memoria y el papel del teatro en la justicia social.

Después de Peter (Cortesía)

Treviño se define como un apasionado del teatro desde su juventud, aunque estudió Derecho. Su formación como dramaturgo, cuenta, se dio principalmente en talleres y de manera autodidacta. “Yo respeto mucho el universo de otros géneros, de otros tipos, y es que es una carrera muy celosa, te cansas y tienes que estar ahí”, explica.

El origen de Después de Peter

La obra nació de un acto de curiosidad. Al descubrir las biografías de Peter Hewitt y David Wojnarowicz, Treviño sintió la necesidad de contar su historia:

“Fue muy impactante porque me parecía como extraordinario que no fueran más conocidos, que no se viralizaran más su historia. Entonces, pues cuando un personaje, cuando más bien una historia se ofrece a ti, pues es cuando te das cuenta que tienes que contarla. Es como cuando te enamoras, de que sigues pensando en otra persona y dices: tengo que hacer algo con esto”.

Después de Peter (Cortesía)

El proceso de escritura, reconoce, fue complicado y fragmentario, ya que implicaba hablar de personajes que realmente existieron y que ya no están. Para Treviño, el reto fue narrarlos desde la honestidad y no desde la solemnidad:

“Fue un poco adentrarte al personaje y recordar que al final fueron personas, no solo personajes. Tienes que llegar a ellos con mucha honestidad, como si fueran amigos tuyos, porque si no terminarías haciendo un documental o incluso una caricatura”.

Del texto a la escena

El dramaturgo explica que uno de los mayores retos fue aceptar que, al llevar la obra al escenario, ya no le pertenecía solo a él:

“El escritor es el primer actor de los personajes. Y de repente vas y te enfrentas con un proceso donde los actores son creativos, el director es creativo, y tienes que respetar eso y promoverlo. Recordar que al final la obra ya no es tuya”.

La puesta en escena se concretó gracias al Centro Cultural Helénico, que reunió al equipo creativo encabezado por el director José Uriel. Aunque al inicio Treviño no lo conocía, la colaboración fluyó con respeto y apertura:

“Es difícil porque al final tu texto es tu historia, tu bebé. Pero de eso se trata esto, de confiar que la otra persona tiene la sensibilidad para encontrar las cosas que tú valoras o incluso cosas diferentes. Y creo que eso está bien lindo”.

Premio Nacional de Dramaturgia

Tras haber sido dos veces finalista, en 2024 ganó finalmente el Premio Nacional de Dramaturgia Joven.

“Yo ya tenía una relación muy personal con el premio y con lo que representaba para mí. Al final uno no escribe para ganar premios, pero sí es un medio para llegar a otros lugares, para que te conozcan, para financiarte. Para mí fue un sueño hecho realidad, de verdad, fue muy bello”.

El galardón, dice, también representó un impulso personal frente a las dudas y el síndrome del impostor:

“Que de repente se te valide, aunque tal vez no sea la única forma, pero que alguien te dé una palmadita en la espalda y te diga: oye, ¿vas por un camino correcto? Pues te hace sentir bien”.

Temas urgentes: amor, memoria y justicia

La obra toca temas de memoria, duelo y discriminación. Para Treviño, sin embargo, el centro está en el amor:

“Tal vez la vida es la interrupción de la muerte, pero el amor es la interrupción de la vida. El amor es lo que hace que sientas que la vida tiene sentido, que eres infinito, que puedes volar. Creo que incluso en los momentos más oscuros, recordar el valor del amor es lo que más me interesa, porque es algo universal”.

Además, subraya la responsabilidad social del teatro y su papel en la memoria histórica:

“A veces lo que más me duele de las injusticias es el silencio que llega después de ellas. El teatro, el arte, todo eso es una forma tal vez no de reparar el daño que sufrieron las personas, pero sí de reparar el daño que se puede hacer todavía a los que siguen aquí. Reivindicar la memoria siempre es súper importante”.

El teatro en México y lo que viene

Al hablar del panorama teatral en México, Marcelo es claro:

“Creo que consumen cada vez más teatro, pero no el teatro que hacemos todos. Lo que falta es diversificar, que la gente se sienta igual de emocionada por ver una obra con alguien famoso que por ver una obra sin esos activos. Pero el hecho de que las personas vayan al teatro, sea la obra que sea, ya genera que crean en el arte y que entiendan que no es algo solemne reservado para ciertos grupos, sino que realmente es para todos”.

Actualmente, Treviño trabaja en nuevos proyectos vinculados con la justicia social y la comunidad LGBT, sin dejar de lado el deseo de que Después de Peter pueda llegar a otras ciudades de México:

“Es el sueño de todo escritor que su trabajo llegue. Yo confío que sí, porque es una historia muy universal. No se trata solo de la Ciudad de México, sino de algo mucho más grande”.

¿Dónde la puedes ver?

Con temporada del 24 de septiembre al 30 de octubre de 2025 en el Centro Cultural Helénico

Tendencias