La petite dernière, es una película dirigida por la cineasta francesa Hafsia Herzi y forma parte de la selección oficial de la veintitresava edición del Festival Internacional de Cine de Morelia.
La historia es protagonizada por Fatima (la menor de tres hermanas), una adolescente de 17 años, apasionada del futbol y practicante de la religión musulmana. Cuando Fatima rompe la relación con su novio, comienza a salir con mujeres sin que su familia lo sepa.
Al inicio parece que no muestra interés real, se presenta con nombres falsos y pasa de una cita a otra sin enamorarse, hasta que asiste a una clase para aprender a profundidad del asma (una condición que padece) y choca con la posibilidad que nunca se habia tomado en serio: su atracción hacia las mujeres. Esta exploración llega en la forma de una joven enfermera que apoya al doctor que imparte la clase.
A partir de ese momento, Fatima comienza a pasar tiempo con Ji-Na, la enfermera, a espaldas de su familia, mientras sus familiares, día a día, hacen comentarios que insinúan el regreso con su expareja.
El conflicto interno de la protagoniza se agudiza cuando pierde contacto con Ji-Na. Ahora que pasa más tiempo a solas, las expectativas de sus familiares y las reglas de su religión, la llevan a un viaje que la orilla a buscar su propio camino.
Fatima es un personaje conformado por una serie de anhelos y miedos, escrito de manera muy humana. Se la pasa exteriorizando sus miedos y durante las casi doras horas que dura la historia, Fatima usa la misma gorra, algo que se siente como si fuese su escudo.
De su habitación, el público conoce poco, aún así hay un énfasis interesante en una de las ventanas que da a la calle. Desde ahí se puede observar la ciudad y Fatima, en repetidas ocasiones, se la pasa contemplando el paisaje como si ahí se hallara la respuesta que tanto necesita. Este elemento es reforzado con ventanas de otros edificios que cumplen el mismo propósito.
La narrativa va pasando por todas las estaciones del año. Cada que acaba una, Fatima ha cambiado bajo las nuevas experiencias.
Al final de la película, Fatima no puede sincerarse con su familia y la incógnita acerca de su futuro no se resuelve.
La escena final, se siente precisamente así: el cierre de un capítulo, el cual brindará paso a uno nuevo.
La directora logra tocar más de un tema: la religión, el amor, la diversidad, las hermanas, dándole su tiempo a cada uno.
Existe respeto e interés de cada escalón que se va añadiendo al guión.