
Austria celebra este sábado el bicentenario del nacimiento del ‘rey del vals’, Johann Strauss hijo, nacido en Viena el 25 de octubre de 1825, con varios actos y conciertos que combinan sus populares melodías con estrenos mundiales de obras de compositores contemporáneos como John Williams o Max Richter.
‘When the World was waltzing’ (‘Cuando el mundo valsaba)’ es el nombre de la nueva composición que presenta el oscarizado Williams, autor de bandas sonoras como la de ‘Star Wars’ o ‘Indiana Jones’, en la Sala Dorada del Musikverein de Viena, donde Richter da conocer su composición ‘Three dances’ (‘Tres danzas’).
La Orquesta Sinfónica de Viena dirigida por Manfred Honeck, con la violinista Anne-Sophie Mutter como solista, interpretan ambas obras en la noche de este sábado, en un concierto que conecta la magia del vals de Strauss con la música contemporánea.
Para Williams, uno de los compositores más prolíficos de bandas sonoras de la historia del cine, los valses de Strauss “son miniaturas llenas de movimiento, emoción y alegría, casi cinematográficas”. “Quería crear un homenaje a esta cualidad narrativa con mi composición”, declaró el maestro estadounidense, de 93 años.
“Strauss fue pionero de la danza como forma de expresión de una época. Quería trasladar esta idea a la actualidad, con una música rítmicamente inspirada por Strauss, pero emocionalmente anclada en nuestro tiempo”, comentó por su parte Richter (59 años), afamado compositor y pianista británico nacido en Alemania, sobre su nueva creación.
Varias piezas del homenajeado ‘rey del vals’ completan esta velada musical, con la actuación de los Niños Cantores de Viena, el coro infantil más famoso del mundo.
También la Filarmónica de Viena homenajea hoy a Strauss con un concierto titulado ‘Cada 100 años, otra vez’.
Bajo la batuta del maestro Tugan Sokhiev y con la participación del coro Vienna Singverein y la soprano Nikola Hillebrand, los filarmónicos reviven el legendario programa ‘Lo mejor de Strauss’, un concierto histórico que interpretaron hace cien años. Esta vez, será complementado con el estreno mundial de una obra creada por el compositor de jazz austríaco Georg Bainschmid.
‘El Danubio Azul’, himno oficioso de Viena
Con una ‘ceremonia de cumpleaños’ en el neogótico Ayuntamiento de Viena, el alcalde Michael Ludwig rindió homenaje a uno de los hijos más famosos y cosmopolitas de la ciudad, a la que convirtió en ‘la capital del vals’ ya en su época, gracias a una brillante carrera que popularizó en todo el planeta la música ligera de bailes y danzas del siglo XIX.
Johann Strauss fue condecorado con la ciudadanía vienesa en 1884, pero dos años más tarde se enturbió la relación con su ciudad natal debido a que, para casarse con su tercera esposa, aceptó la ciudadanía del ducado de Sajonia-Coburgo Gotha, algo que Viena no le perdonó durante décadas, recuerda el Ayuntamiento en un comunicado.
Entretanto este conflicto está olvidado: sus melodías protagonizan el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, que cada 1 de enero escuchan en directo unos 900 millones de personas en todo el mundo, mientras que el vals ‘El Danubio Azul’ se considera hoy el himno oficioso de Viena.
La jornada de hoy es el punto culminante de un jubileo que abarca todo el año con un sinfín de exposiciones, espectáculos, publicaciones, reportajes e investigaciones sobre el compositor homenajeado, su familia, la dinastía de músicos Strauss y su época.
Johann Strauss hijo fue en su tiempo una especie de estrella del pop. En 1893 fue proclamado una de las tres personas más famosas del mundo junto con la reina británica Victoria, una ferviente admiradora suya.
Esta fama llevó a que su historia se viera envuelta en mitos y leyendas; hasta su ascendencia judía fue tapada por el régimen nazi, que no quería prescindir de sus populares composiciones.
El papel de las mujeres
Es así como, 200 años después de su nacimiento, una nueva investigación de la Universidad del Danubio, en la ciudad de Krems (al oeste de Viena), arroja nueva luz sobre el importante papel que tuvieron en su vida varias mujeres.
Siempre contó con un gran apoyo de su madre Anna, que lo apoyó contra el rechazo de su padre (el también compositor Johan Strauss) a que se dedicara a la música, un conflicto agudizado por una gran rivalidad entre ambos.
Su primera esposa, Jetty, construyó sus contactos internacionales, mientras que la artista Marie Geistinger fue crucial para su carrera como compositor de operetas, y Adele, su tercera esposa, preservó su legado para la posteridad.