
Un cuadro desconocido hasta ahora, denominado ‘La Virgen con el Niño sosteniendo la cruz’ y que pertenece a la colección privada Delgado, de Córdoba, en el sur de España, ha sido atribuido a Francisco de Zurbarán, concretamente al periodo que el pintor vivió en Madrid, donde falleció en 1664.
De ‘La Virgen con el Niño sosteniendo la cruz’ no existía ninguna referencia histórica conocida, ha explicado a EFE el propietario de la colección Delgado, Adolfo Ferrín, quien localizó el cuadro en Alemania, donde “probablemente se encontraba desde el siglo XIX”.
Tras su localización, la obra, que a partir de este miércoles forma parte de la exposición permanente de la colección Delgado en el Museo de Antequera (Málaga), fue estudiada por Ignacio Cano Rivero, conservador del Museo de Bellas Artes de Sevilla y especialista en Zurbarán (1598-1664), que es quien lo atribuye al pintor del Siglo de Oro.
Cano califica la obra como “delicada pintura” que, según sus características, la sitúan “con claridad” en la producción de sus últimos años.
Esta época, según el especialista, se caracteriza por un “cambio muy perceptible” en su trayectoria artística porque “abandona casi por completo la producción de ciclos pictóricos para dedicarse a obras de carácter más íntimo y devocional, de menor formato y en su mayor parte protagonizadas por la sagrada familia o solamente por la virgen y el niño, como en esta ocasión”.
La pintura comparte características, como la forma de la cabeza de la virgen, con otras obras de su etapa madrileña, por lo que permite fecharla entre 1658 y 1660.
Excepcional estado de conservación
‘La Virgen con el Niño sosteniendo la cruz’ se encontraba en un estado de conservación “excepcional”, según Ferrín, quien ha añadido que “solo han tenido que quitarle el barniz”.
Rafael Romero, cofundador del Estudio de Restauración Icono I&R de Madrid, que ha analizado la obra, resalta que en ella se pone de manifiesto la fase “más tardía” en la creatividad de Zurbarán, que usa técnicas en consonancia a las que se utilizaban en la Corte en ese momento.
Un ejemplo es el lapislázuli que emplea en el manto y la forma de preparar el lienzo a la “manera madrileña”, que es totalmente diferente a como lo había hecho durante su etapa sevillana.
Romero pone de manifiesto que Zurbarán despliega una técnica de “extremada sensibilidad y efectos atmosféricos, tanto en el tratamiento como en el uso del color”.
Etapa madrileña de Zurbarán
Zurbarán vivió en Madrid los últimos seis años de su vida, aunque en solo cuatro de ellos continuó pintando, ya que enfermó y murió.
En esta última etapa pintó unas treinta obras “de las que no hay ninguna duda que son íntegramente suyas”, no como en su época sevillana, donde tenía más de cuarenta personas en el taller y hay algunas “que pueden tener más de sus ayudantes”.
La “emotividad”, según Ferrín, es uno de los rasgos de esta etapa, en la que las obras eran encargos para particulares.
El cuadro forma parte ya del grupo de 42 obras de la Colección Delgado que se exhiben, por cesión, en principio hasta junio de 2029, en el Museo de Antequera, entre las que se encuentran las de grandes maestros como Diego Velázquez, Bartolomé Esteban Murillo o Francisco de Goya.