En un panorama editorial atravesado por contratos desequilibrados, nuevas tecnologías y la urgencia de profesionalizar el trabajo creativo, el Foro Internacional de Autores (FIA) presenta en la FIL Guadalajara su segunda jornada organizada completamente por y para autores. María Fernanda —abogada especializada en derecho de autor y coorganizadora del encuentro— una de las organizadoras del evento. explicó cómo este espacio nació de una década de trabajo dedicado a la formación, la defensa y la divulgación de los derechos de quienes crean libros, imágenes e historias.

Con más de 80 asociaciones de autores de todo el mundo y alrededor de un millón de creadores representados —entre escritores, ilustradores, traductores, diseñadores, guionistas y artistas visuales—, el FIA ha encontrado en las ferias del libro el lugar natural para dialogar con quienes integran la cadena del libro. Guadalajara, dice, es el cierre de un año de trabajo que inició en Buenos Aires y que reúne las inquietudes recogidas en distintas reuniones regionales.
Contratos justos y nuevas reglas para la era digital
Uno de los temas recurrentes entre los autores latinoamericanos es la necesidad urgente de equilibrar contratos que, históricamente, han exigido cesiones globales de derechos —para todos los usos, territorios e idiomas—, aun cuando los editores no suelen explotar todas esas modalidades. Para María Fernanda, el camino debe dirigirse hacia negociaciones más claras y segmentadas, que permitan al autor aprovechar otras ventanas de explotación de sus obras si la editorial no lo hará.
La conversación también tocó las tensiones provocadas por las nuevas tecnologías: ilustradores y traductores han sido algunos de los sectores más golpeados por el uso indiscriminado de herramientas de inteligencia artificial. “No estamos en contra de la tecnología”, aclara, “pero sí de la falta de regulación”. Señala que millones de obras protegidas han sido utilizadas para entrenar algoritmos sin autorización ni remuneración: un vacío legal que debe discutirse con urgencia.

La presión del mercado y los límites éticos de la IA
Casos como el de la autora Rebeca Yarros —quien habría usado IA para acelerar la producción de sus libros— abrieron el debate sobre si la propia industria editorial empuja a los creadores hacia estas herramientas para satisfacer un mercado acelerado y altamente consumista.
María Fernanda advierte sobre el riesgo de que algoritmos y decisiones puramente mercantiles terminen homogenizando la oferta cultural: “Si lo único importante es vender, se pierden voces, géneros y formas de creación que quizá no son masivas, pero sí necesarias para la diversidad cultural”. Por ello, propone que los contratos incluyan cláusulas que no obliguen a utilizar IA y que cualquier uso de estas tecnologías —ya sea en corrección, ilustración o modificaciones de obra— requiera autorización expresa del autor.
¿De qué viven los autores? Una discusión impostergable
El foro abrirá con un estudio elaborado originalmente en Argentina: ¿De qué viven los autores? Los resultados desmontan la idea romántica del creador bohemio y subrayan la urgencia de reconocer a los autores como trabajadores que necesitan condiciones dignas, beneficios sociales y claridad contractual. Muchos de ellos, como periodistas y escritores freelance, enfrentan las mismas precariedades que otros sectores creativos en la región.
El programa: voces latinoamericanas para problemas comunes
Las temáticas del foro surgieron de un plan anual que recoge las preocupaciones de las asociaciones de autores latinoamericanas: contratos, remuneración por préstamo público, derechos digitales, IA, profesionalización y políticas públicas. Los ponentes no fueron seleccionados por curaduría externa, sino invitados desde las propias organizaciones que integran el FIA; es decir, son representantes directos de las comunidades de creadores.
Más que cerrar con resoluciones, la intención de la jornada es escuchar, documentar y trasladar a legisladores las percepciones y necesidades reales de quienes producen las obras que sostienen a la industria editorial.