
Nuevas excavaciones en la villa de Civita Giuliana, a las afueras de Pompeya (sur), han descubierto restos de legumbres y fruta que formaban parte de la dieta de los esclavos romanos, confirmando que, en algunos casos, su alimentación era más completa que la de ciudadanos libres de la época.
En uno de los ambientes del primer piso del barrio servil se han encontrado ánforas con habas, una de ellas semivacía, y un gran cesto con peras o manzanas, según informó el Parque Arqueológico de Pompeya en un comunicado.
Estos alimentos se sumaban al grano, base de la dieta, y aportaban proteínas y vitaminas esenciales para mantener en condiciones a hombres, mujeres y niños reducidos a la esclavitud, que vivían en pequeñas celdas de unos 16 metros cuadrados con hasta tres camas.
La conservación de los víveres en la planta superior tenía una doble finalidad: protegerlos de roedores, cuyos restos se han hallado en los alojamientos del piso inferior, y facilitar el control del reparto diario en función de edad, sexo o tareas.
Los arqueólogos estiman que para alimentar a los cerca de 50 esclavos que ocupaban el barrio servil eran necesarios unos 18.500 kilos de grano al año, producción que requería unas 25 hectáreas de cultivo.“Es en casos donde se hace evidente lo absurdo del antiguo sistema esclavista”, señaló el director de Pompeya en la nota de prensa, Gabriel Zuchtriegel.
Los romanos consideraban a los trabajadores esclavizados como “instrumentos de habla”, pero para Zuchtriegel “la humanidad no se puede borrar tan fácilmente”.“La frontera entre esclavo y hombre libre corría el riesgo constante de desaparecer: respiraban el mismo aire, comían la misma comida, a veces los esclavos comían incluso mejor que los llamados hombres libres”, añadió.
Las excavaciones, financiadas con 140.000 euros en el marco de la campaña nacional de excavaciones en Pompeya y otros parques arqueológicos, se concentran en el sector norte del barrio servil, bajo la actual vía Giuliana.
Allí se han identificado estructuras de mampostería de los pisos superiores y se han recuperado moldes de puertas y posibles herramientas agrícolas.La villa de Civita Giuliana, que fue objeto de saqueos durante años, es investigada desde 2017 en colaboración con la Fiscalía de Torre Annunziata (sur de Italia).
El proyecto en curso prevé la demolición de construcciones modernas que afectan al área servil y la ampliación de las excavaciones para reconstruir la organización de la villa y garantizar su conservación y puesta en valor.