Alejandra Gotoó llega con El amor está en otra parte (Trillas), un libro que reúne 35 cuentos y una noveleta que exploran el amor desde sus múltiples caras: el romántico, el familiar, el queer, el fraternal, el espiritual e incluso el amor hacia los animales. La autora —licenciada en Lengua y Literaturas Modernas Inglesas y formada también en antropología social— reconoce que este libro es el resultado de un camino largo, accidentado y profundamente íntimo.
Sus primeros textos surgieron muy temprano: a los 20 años publicó una novela en España. Sin embargo, la distribución limitada en México dejó una promesa en pausa y, más adelante, una relación dañina con un poeta minó su seguridad creativa. La pandemia fue el momento de quiebre: escribir, leer y viajar como nómada le devolvieron una voz que sentía silenciada.
El punto de inflexión llegó en 2024, cuando ganó la séptima edición de Escrituras Mexicanas de Cuento entre más de 600 obras. Eso le recordó algo esencial: sí podía. Y entonces apareció Trillas. Una amiga editora le sugirió enviar el manuscrito, que pasó por consejo editorial hasta convertirse en una apuesta firme de la casa editora: su primer libro publicado de manera integral en México.
Un libro que incomoda, agita y provoca conversación
Gotoó resume la intención del libro con una claridad directa: “Es un libro que te va a hacer pensar, te va a incomodar. Es un libro que necesitamos leer y escribir porque muchas veces damos por sentado cosas que no siempre son verdad. A mí me gusta agitar eso.”
La recepción lo confirma. Desde que dejó de tener miedo de publicar, también comenzaron a buscarla más. Actualmente colabora con Gandhi en la revista Nemas y lectores la contactan para decirle cuánto les movió un cuento o un artículo. Para ella, esa comunicación lo es todo. “Saber que mis letras le llegan a alguien me hace muy feliz. Yo creo que la literatura puede cambiar el mundo y, sin duda, puede salvar vidas. No como un médico, pero mucha gente se queda en este mundo por algo que leyó.”
Su visión es clara: la literatura es un puente. Escribir, dice, es mostrar un ángulo y preguntar al lector: ¿esto te checa? ¿te hace sentido? “Yo no soy la escritora que dice aquí está la respuesta. Soy la que dice: mira, aquí hay una serie de cuentos donde he visto cómo se manifiesta el amor. Léalo y díganme qué les parece. Un libro se construye en conjunto.”
Un proceso creativo nómada que exige constancia
Gotoó escribe en movimiento, siempre con tres libros en lectura simultánea —en Kindle, audiolibro y ejemplar físico— y con un archivo de Google Drive donde guarda todo, después de haber perdido una novela completa. Abandonó velas, rituales cozy o rincones específicos porque su vida nómada la obligó a escribir donde se pudiera. Algunas notas se convierten en cuentos; otras se quedan ahí, aguardando una historia.
Publicar en México: cumplir un sueño necio
Para la autora, este libro también es una reivindicación emocional profunda: publicar en su propio país. “Yo quería un libro con mi nombre. Sí, he salido en antologías, pero este es mío”, dice entre risas. Tenerlo físicamente, compartirlo, ver fotos de lectoras y lectores con él, es para ella una alegría “que no sabía cuánto iba a tardar en llegar”.
Y aunque obtuvo presentaciones, firmas, entrevistas y una intensa agenda durante la FIL —a la que asistió enferma, pero decidida—, confiesa entre carcajadas que ya necesitaba dormir. Para cerrar el año, tendrá un club de lectura en Casa Tassel (CDMX) y una presentación el 10 de diciembre a las 17:00 horas en la Casa de Cultura Lázaro Cárdenas, en Cuernavaca. Este 2025 suma diez presentaciones y numerosos encuentros con lectores, algo que la tiene “muy feliz y muy agradecida”.
Una escritora que cree en la comunidad lectora
Siempre invita a seguirla en redes porque, dice, la conversación le da al libro su verdadero pulso. Está como Alejandra Gotoó en Instagram y Facebook. “Suban fotos leyendo el libro, coméntenme. Me hace muy feliz. Me hace sentir que sí se puede.”
Y remata: “Un libro es algo muy caprichoso. A veces dice: espérame, mi cielo, yo quiero decir otra cosa.”
Con El amor está en otra parte, Gotoó ofrece precisamente eso: un conjunto de historias vivas, cambiantes, que se completan con la mirada del lector. Una obra que no busca dar respuestas, sino acompañar, sacudir y recordar que el amor —como la literatura— siempre está en otra parte, esperando que lo miremos desde un ángulo nuevo.