
La UNESCO reconoció este lunes la incapacidad logística y financiera para procesar el creciente volumen de solicitudes que recibe anualmente para proteger el patrimonio inmaterial, con un sistema que ha tocado techo y que, sin nuevos fondos, será imposible acelerar el ritmo de inscripciones que reclaman potencias emergentes.
“El problema al que nos enfrentamos es la carga de trabajo que representan todas estas propuestas de inscripción. El trabajo que debe realizarse con vistas a una inscripción es particularmente cronófago en términos de horas de trabajo con los asesores y el secretariado”, dijo el subdirector general de Cultura de la UNESCO, Ernesto Ottone, en respuesta a las demandas de la prensa local sobre la lentitud del proceso.
La declaración fue hecha en una rueda de prensa por la apertura de la 20ª sesión del Comité Intergubernamental en Nueva Delhi, para enfriar las expectativas de los países que exigen romper la norma que limita a cada Estado a presentar un solo expediente por año.La UNESCO, que este año examinará 68 nuevas candidaturas, opera actualmente al límite de su capacidad técnica.
El proceso de evaluación de cada tradición requiere un análisis riguroso para garantizar su viabilidad y protección, una tarea que el organismo no puede escalar con su presupuesto actual.“Mientras no tengamos más apoyo financiero para el mantenimiento de la Convención, les digo que será difícil tener más propuestas de inscripción cada año”, aseguró el alto funcionario, quien comparó la situación con la gestión de un evento deportivo masivo que se ha desbordado.
“Es un poco como si organizas un gran evento deportivo, como por ejemplo la Copa del Mundo. Ves que año tras año hay más participantes, pero tenemos una restricción: el tiempo a nuestra disposición y los recursos humanos para llevar a cabo el proceso”, ilustró.El debate sobre el sistema de cuotas es recurrente y países con vastos inventarios culturales, como la India o China, consideran que el límite de una candidatura anual es insuficiente para reflejar su diversidad.
Sin embargo, la UNESCO advirtió que la capacidad actual se sitúa entre 45 y 60 expedientes anuales, una cifra que solo se ha superado ligeramente en esta edición.“Simplemente, no tenemos la capacidad de prever más de 60 inscripciones por año”, sentenció Ottone.
El subdirector general recordó que la Convención de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial ha sido víctima de su propio éxito, convirtiéndose en el tratado “más ratificado en muy poco tiempo de todo el sistema de las Naciones Unidas”, con 185 Estados parte en apenas dos décadas.