
En el marco del Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino, que se conmemora cada 28 de noviembre desde 1947, la Embajada del Estado de Palestina en México y el Centro Cultural de España en México (CCEMx) presentaron la película “La voz de Hind Rajab”, cinta que ha recibido importantes reconocimientos, entre ellos el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia y el Premio del Público en el Festival de San Sebastián.
Con la presencia de Nadya Layla Rasheed, embajadora del Estado de Palestina en México, y de José Carlos Balaguer, director del Centro Cultural de España en México (CCEMx), la proyección se inscribe en el conjunto de actividades que la Embajada de España en México, a través del CCEMx, ha programado a lo largo de 2025 para reafirmar su solidaridad con el pueblo palestino, gravemente afectado por el recrudecimiento del conflicto y la crisis humanitaria intensificada desde octubre de 2023, especialmente en la Franja de Gaza.
Convertida en un símbolo de denuncia y memoria, “La voz de Hind Rajab” —escrita y dirigida por Kaouther Ben Hania— ha sido calificada por la crítica como una de las obras más conmovedoras y necesarias del año. La película reconstruye los últimos momentos de Hind Rajab, una niña palestina de seis años, durante la invasión israelí de Gaza.
Previo a la proyección, la embajadora Nadya Layla Rasheed subrayó que la película no se centra en una sola historia: “La voz de Hind Rajab” representa a más de 20 mil infancias palestinas asesinadas en los últimos dos años; es una voz en un mar de infancias silenciadas. No existe una infancia palestina y otra distinta: existe la infancia, y debe ser protegida en todas partes, siempre. Hind Rajab no era una cifra ni un titular; era una niña que pidió ayuda, que esperó una respuesta del mundo, añade.
Por su parte, José Carlos Balaguer expresó que hablar de Palestina implica referirse a un pueblo que ha sufrido décadas de ocupación y desplazamientos forzados, pero también a un pueblo que resiste, que cuida su memoria y que continúa defendiendo su derecho a vivir con dignidad, en libertad y en su propia tierra. “Desde este espacio cultural queremos decirlo con claridad: nos posicionamos del lado del pueblo palestino, del lado de la vida, de los derechos humanos y del derecho internacional”.
Agregó que “la cultura no puede permanecer en silencio frente a una injusticia tan hiriente; el silencio también es tomar partido”.