
El Museo del Louvre instaló este martes una reja de seguridad en la ventana por la que un comando de cuatro ladrones accedió al establecimiento y sustrajo ocho joyas de un valor patrimonial incalculable el pasado 19 de octubre.
La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, avanzó el 12 de diciembre en una comisión de Cultura del Senado francés que la instalación de la reja, que fue retirada en unas reformas realizadas en 2003 y no se había vuelto a colocar, se completaría “antes de Navidad”.
La instalación busca reforzar la seguridad de acceso a la Galería de Apolo, concretamente, desde la fachada que da al río Sena, en el Quai François-Mitterrand, desde la que los autores del robo accedieron usando un montacargas.Esta intervención es una de las medidas previstas en el plan director general de seguridad del Louvre, cuyos orígenes se remontan a 2017, durante la gestión de su anterior presidente, Jean-Luc Martínez (2013-2021), pero que no va a empezar a ponerse en marcha hasta el próximo año.
En una publicación en la red social X, el Museo del Louvre explicó que esta medida de seguridad se suma a un “dispositivo policial móvil” estacionado frente a la entrada del museo “desde el 19 de diciembre” y que, “a partir del año que viene”, también se instalarán “100 cámaras perimétricas suplementarias”.
“El Louvre aprende la lección del robo del pasado 19 de octubre y prosigue su transformación y refuerzo de su arquitectura y seguridad”, agregó el museo en su publicación.La investigación administrativa lanzada a raíz del robo, concluida y presentada el pasado 5 de noviembre, cercioró que los agentes de seguridad privada del Louvre o la Policía podrían haber impedido la fuga de los autores del golpe por un lapso de tan solo unos 30 segundos.
Como explicación de este fracaso, la investigación no apunta a una razón única, sino a una cadena de fragilidades que se arrastran desde hace años, tanto por la vetustez de las instalaciones como por la subestimación crónica de los riesgos de robo y la falta de coordinación.