
“Chapultepec sigue siendo el lugar del encuentro, el lugar del amor, el lugar donde florecen las plantas y en donde vemos una carga histórica sin precedente”, señaló el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, de manera virtual, a propósito del libro "El bosque de Chapultepec", presentado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La publicación, editada por Paralelo 21, reúne más de diez textos sobre la historia del Bosque de Chapultepec, ubicado en la Ciudad de México, la cual inició hace 2 mil 500 años y sigue modificándose hasta nuestros días.
Algunos de los autores que escriben son: Eduardo Matos Moctezuma, Miguel León-Portilla, Salvador Rueda Smithers, Ángeles Mastretta, Mónica del Villar, Ángeles González Gamio, Miguel Ángel Fernández del Villar, Héctor de Mauleón y Vicente Quirarte.
“Es un libro que sirve de parteaguas entre lo que ha sido el milenario Chapultepec y lo que será en el futuro. Me correspondió, al igual que al doctor Miguel León-Portilla, referirnos al mundo prehispánico. Chapultepec es un lugar que, según nos revela la arqueología, fue ocupado desde antes de nuestra era y después se han encontrado presencia teotihuacana, toltecas y mexica”, dijo Matos Moctezuma.
El arqueólogo emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y Premio Crónica explicó que esa presencia obedece a que Chapultepec es un lugar privilegiado.
“Contaba con manantiales y sabemos que para grupos agrícolas el tener agua corriente todo el año es un privilegio y eso era Chapultepec, un lugar espacioso en donde estos diferentes grupos se fueron asentando a lo largo del tiempo”, comentó.
Matos Moctezuma señaló que Chapultepec fue indispensable en tiempos antiguos de dos maneras. “Una como agua que alimenta al hombre y, por la otra, agua que sirve para que crezcan los maíces, las calabazas, los tomates, en fin toda flora importante en la dieta del mexicano”.
No obstante, Chapultepec también es un lugar de muerte, agregó el arqueólogo.
“Se nos relata cómo Huémac, el gobernante tolteca, finalmente decide ahorcarse en la cueva de Chapultepec, donde se encuentra el maíz depositado, el elemento de vida, donde Huemac al ver que ya no es seguido por su pueblo va a tomar la terrible decisión de suicidarse”, narró.
La muerte se va a presentar también de otra firma en el momento de la Conquista, dijo Matos Moctezuma.
“En el asedio a la ciudad, Cortés va a dar una orden terrible que consiste en cortar los ductos que llevaba el agua de Chapultepec hasta Tenochtitlan. Así el pueblo mexica empieza a padecer hambre, una hambruna, y si a eso unimos la epidemia de viruelas tenemos un panorama poco halagüeño para el pueblo mexica”, indicó.
En la presentación, la editora Mónica del Villar, comentó que el texto escrito por de Miguel León-Portilla fue entregado en 2019, “cuando el doctor estaba en el hospital; él fue uno de los más entusiastas apoyadores para sacar este tipo de obra”.
Después de ahondar en la parte prehispánica, el libro “El bosque de Chapultepec” resume cinco siglos de historia gracias a la pluma de los historiadores Salvador Rueda Smithers y Amparo Gómez Tepexicuapan.
“Dividieron esos cinco siglos en tres grandes periodos: la parte novohispana, el siglo XIX que lo titulan el ‘Chapultepec romántico’, y el Chapultepec moderno que va desde la Revolución Mexicana hasta las grandes obras que tuvo la zona en el siglo XX”, dijo.
Sobre los primeros 18 años del siglo XXI, el libro incluye textos de Ángeles Mastretta, quien fue parte del primer consejo rector ciudadano del bosque; Ángeles González Gamio, quien narra los nuevas obras; y Mónica del Villar, quien resumen los cambios administrativos y legislativos que ha tenido el bosque.
“Con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se planteó algo titánico con un programa muy grande que está en manos de Orozco. Lo primero fue el cambio de Los Pinos que dejaba de ser residencia y se convirtió en un centro cultural. El otro cambio inmediato fue hacer crecer Chapultepec añadiendo una cuarta sección que estaba en manos del Ejército”, detalló.
En palabras de la editora, “aún faltan tres años y no sabemos a bien que depare pero esperemos que sea en la mayor sustentabilidad y equilibrio de nuestro bosque para entender que museos, fuentes, castillo, ahuehuetes, lagos y aves son uno y lo que le pasa a uno le pasa a todos”.
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