Cultura

Claudia Cabrera: “Los traductores hemos sido invisibilizados, no existimos”


Sin ellos, no hay literatura ni cultura universal porque no hay intercambio de conocimiento, añade ganadora de la Medalla Goethe 2024

entrevista

La traductora Claudia Cabrera.

La traductora Claudia Cabrera.

Irving Cabello

“Sin los traductores no hay literatura ni cultura universal porque no hay intercambio de conocimiento”, expresa en entrevista Claudia Cabrera, ganadora de la Medalla Goethe 2024 por sus más de 30 años de trabajo en traducción literaria del alemán al español. En entrevista, la especialista menciona que dedica este premio a la dignificación laboral de los traductores.

“Los traductores hemos sido invisibilizados, no existimos, se considera que una buena traducción es cuando no se nota el traductor y no se piensa que si una obra se lee realmente bien en español es porque el traductor hizo un muy buen trabajo”, comenta.

Hoy, una lucha ganada por el gremio es que el nombre del traductor se coloque en la portada de los libros, situación que en el pasado era impensable.

“Se hace más, es verdad, pero ha sido en gran parte por la lucha que los propios traductores hemos dado, tanto de manera particular como gremio. Es muy importante que se tomen en cuenta y se respeten los derechos de autor que están asentados en la Ley Federal de Derecho de Autor, nosotros generamos derechos patrimoniales, derechos morales y deberían pagarnos regalías y buenas tarifas”, indica Cabrera.

La galardonada comenta que ojalá este premio, instaurado por el Goethe-Institut, sirva para llamar la atención sobre la situación de la traducción literaria en México.

Cabrera ha traducido más de 60 novelas, obras de teatro y libros de no ficción, de autores como Rainer Werner Fassbinder, Cornelia Funke, Franz Kafka, Heiner Müller y Anna Seghers. Además, pertenece a la Asociación Mexicana de Traductores Literarios, A.C. (Ametli).

¿Qué autores alemanes le gustaría que se difundieran más en el país?

La literatura alemana realmente no se conoce mucho en México, se conoce a los clásicos: Goethe, Thomas Mann, Günter Grass y Herta Müller, estos últimos fueron Premio Nobel de Literatura…entonces me pregunto ¿se les conoce por nombre o también porque se les ha leído?

Me he dedicado en los últimos años al rescate de las autoras que estuvieron exiliadas en México en los años 30 y 40, las autoras comunistas y judías que llegaron al país huyendo de la dictadura nazi, periodo en el que murieron personas de todas las profesiones y de todas las clases sociales, simplemente por ser judíos, por ser comunistas, por estar en desacuerdo y ser disidentes en el Tercer Reich.

Las autoras que Cabrera rescata son: Anna Seghers, Alice Rühle-Gerstel y Lenka Reinerová. También señala que el exilio alemán en México fue igual de importante que el español, sin embargo, no es tan conocido.

“Me importa mucho que a estas autoras se les dé a conocer, se les lea, se les entienda, que se vuelva a recuperar el contexto político e histórico en el que se escribieron sus obras literarias”, indica.

También es importante no perder la memoria histórica, añade la traductora. “Con el nuevo auge de las derechas en todo el mundo realmente tendríamos que estar leyendo autores antifascistas todo el tiempo”.

TRES AUTORAS ALEMANAS

Anna Seghers fue una autora alemana que la Segunda Guerra Mundial le arrebató su hogar, migró a Francia pero la guerra la alcanzó, se fue a Estados Unidos y vivió el rechazo, por lo que en 1942 llegó a México pidiendo exilio, el gobierno se lo otorgó y vivió seis años en el país. Una de las obras que actualmente está en proceso de publicación es “La excursión de las niñas muertas”.

De Lenka Reinerová, Cabrera platica que llegó a principios de los años 40, tenía veintipocos años y perteneció al principal grupo de exiliados estalinistas que fundaron instituciones vitales del exilio alemán en México, por ejemplo, la editorial El Exilio y la revista Alemania Libre.

“Cuando terminó la guerra, ella y su esposo fueron de los primeros en regresar a Europa y me parece que llegaron a Yugoslavia después pasaron a Praga y cuando iniciaron las purgas estalinistas de los años 50, se le consideró traidora al movimiento, entonces se le encarceló, se le prohibió escribir, tuvo que trabajar después como periodista, traductora e intérprete”, narra.

Lenka volvió a escribir hasta que cayó el Muro de Berlín en 1989 y a principios de los años 90 regresó a México y también recibió la Medalla Goethe.

Sobre Alice Rühle-Gerstel, la galardona platica que llegó a México a mediados de los años 30.

“Ella se había alejado del estalinismo, incluso tenía cierta cercanía con Trotsky y por lo mismo estuvo, junto con su esposo, muy aislados en México. Cuando llegaron tenían una buena posición laboral, trabajaban en la Secretaría de Educación Pública pero hubo enemistades y hostigamiento, entonces perdieron el trabajo, acabaron una situación económica realmente muy mala”, comenta.

En México publicó una obra autobiográfica sobre su exilio en Praga y otra obra titulada “Ningún poema para Trotsky”, una especie de diario sobre su amistad con este personaje. “Cuando su esposo murió de un infarto en 1943, Alice ese mismo día se suicidó, se tiró de la ventana del tercer piso de su departamento”, narra.

PREMIACIÓN

Claudia Cabrera es la primera mujer mexicana en recibir este reconocimiento, el cual se entregará el 28 de agosto en la ciudad alemana de Weimar, día de nacimiento y lugar de deceso de Johann Wolfgang von Goethe, el escritor más representativo de las letras germanas.

Desde 1955, el Goethe-Institut concede una vez al año la Medalla Goethe como una distinción oficial de la República Federal de Alemania. Se entrega a personalidades de nacionalidad extranjera por sus grandes aportaciones al arte, la ciencia y la cultura, quienes son propuestas por las sedes del Goethe-Institut, en consulta con las delegaciones alemanas en el mundo.