Cultura

Documentan el racismo y clasismo que sufren Mujeres indígenas y afromexicanas en Acapulco

Nadia Alvarado Salas y Magdalena Valtierra publican “Unidas tejemos vida” que narra esta realidad con 15 testimonios

libro

Estas mujeres al llegar a Acapulco buscando mejorar sus condiciones de vida, se enfrentan a la desigualdad, dice Nadia Alvarado Salas.

Estas mujeres al llegar a Acapulco buscando mejorar sus condiciones de vida, se enfrentan a la desigualdad, dice Nadia Alvarado Salas.

Nadia Alvarado Salas es una socióloga quien nació en Acapulco, Guerrero. Ella junto a Magdalena Valtierra, publicaron el libro “Unidas tejemos la vida” (UAGro/AMIARA/Itaca, 2018), donde integrantes de la AMIARA comparten su testimonio sobre la discriminación a la que han tenido que hacer frente al emigrar a este puerto turístico del estado de Guerrero. Magdalena y Nadia analizan estos testimonios, sus formas de resistencia y lucha por sus derechos humanos. A propósito, charlamos con Nadia Alvarado Salas.

- Me gustaría que me cuentes sobre la importancia y logros que ha conseguido esta asociación a lo largo de su historia.

A partir del testimonio de Magdalena Valtierra, fundadora y presidenta de la Asociación de Mujeres Indígenas y Afromexicanas Radicadas en Acapulco AC (AMIARA), del testimonio de las otras 15 compañeras que participan en este libro y el trabajo de campo, observamos que esta es la primera organización de mujeres indígenas y afromexicanas que, a diferencia de otras organizaciones de indígenas radicados en Acapulco -que son mixtas y dirigidas por hombres y que datan desde 1990-, la AMIARA surge en el 2005 por la violencia que viven en este nuevo entorno como mujeres migrantes, procedentes del pueblo nahua, amuzgo, tlapaneco, mixteco y afromexicano de Guerrero y Oaxaca. Estas mujeres al llegar a Acapulco buscando mejorar sus condiciones de vida, se enfrentan a la desigualdad, al clasismo, al racismo y a la falta de oportunidades. Actualmente la AMIARA cuenta con 17 años de trabajo y tiene presencia en más de 40 colonias en la zona urbana y 2 comunidades de la zona rural del municipio. Al trabajar de forma organizada, las mujeres de la asociación gestionan servicios básicos para sus colonias y comunidades, proyectos para el cultivo de la tierra o para la elaboración de artesanías, acceso a la educación, a los servicios de salud y a la justicia, al empleo digno, entre muchos otros.

Ellas desarrollan o participan en actividades culturales y académicas como conferencias y talleres que permitan conocer y reflexionar sobre su identidad. Con la pandemia por el coronavirus, se ha visto la importancia de retomar el cultivo de alimentos, que apoye en el sustento de las familias; tal es el caso de la comunidad de San Martín El Jovero, con población hablante de tlapaneco, en donde con la asesoría de la compañera Ariana Isabel Martha Hernández, como estudiante del Programa de Maestría en Gestión para el Desarrollo Sustentable de la Universidad Autónoma de Guerrero, se desarrolló del 2019-2021 un proyecto que incluyó diferentes prácticas agroecológicas, como un huerto circular comunitario y un jardín botánico con plantas medicinales, entre otras acciones.

- ¿Por qué sigue ocurriendo esta discriminación que se cuenta en el libro en pleno siglo XXI?

Siglos atrás, durante la expansión europea que implicó la conquista y colonización de pueblos de América y África, la población indígena fue despojada, saqueada y violentada en su propia tierra, mientras que la población africana fue arrancada de su tierra para ser esclavizada y traída a las colonias americanas; en ambos casos estamos frente a la deshumanización de personas con motivos económicos, por parte de los europeos. Aunque indígenas y afrodescendientes contribuyeron a la formación del México de hoy, lucharon en las guerras de Independencia y la Revolución mexicana, logrando su libertad, esta se consiguió solamente en el papel, las historias de las compañeras de la AMIARA demuestran que todavía hay muchas prácticas desde quienes han gobernado este país y la sociedad que siguen deshumanizando, agrediendo la dignidad e impidiendo el ejercicio pleno de los derechos humanos de esta población. Es decir, la opresión solamente se ha ido reconfigurando.

El libro.

El libro.

- Recoger los testimonios de estas mujeres hace que las escuchemos para conocer otra realidad, ¿qué piensas al respecto?

Es importante conocer otras versiones sobre todo cuando se trata de una población tan diversa como lo es la de Acapulco. La existencia de una asociación como la AMIARA en este municipio obedece a la problemática económica, social y ambiental que se ha venido agudizando en la última década, al no generar otras opciones que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de todos los sectores de la sociedad, más allá de la zona turística. Es necesaria una visión de desarrollo más incluyente, desde abajo, que supere a la simulación y al discurso.

- En el libro hacen uso de la tradición oral, ¿cuál es la importancia de ésta como herramienta de denuncia y de erradicación de la discriminación y las violencias?

Este trabajo se realiza del 2015-2017 a solicitud de Magdalena Valtierra García, para visibilizarse como gestoras de su desarrollo. Las historias de las integrantes de la AMIARA nos hablan de las luchas permanentes, silenciosas, invisibles, de las mujeres por sus derechos y los de sus familias; mirar sus historias individuales que se entretejen con la historia de la organización les permitió reconocer su trayectoria, sus dificultades y sus formas de resistencia. La mayoría de las mujeres que integran la AMIARA no tuvieron acceso a la educación por lo que la oralidad se vuelve una herramienta fundamental para que nos compartan sus historias, que nos muestran los otros rostros de Acapulco que los tres órdenes de gobierno se niegan a ver, porque no basta con reconocer la diversidad cultural, es urgente atender sus demandas, el ejercicio pleno de sus derechos humanos.

-¿Qué otros proyectos similares estás trabajando en la actualidad?, ¿qué otras problemáticas observas en la región en donde habitas y trabajas?

Lo que Magdalena Valtierra García y las compañeras de la AMIARA me han enseñado es que toda problemática se aborda desde la comunidad y en Acapulco es precisamente la fragmentación de la sociedad uno de los principales factores que impide el que la ciudadanía y el gobierno trabajen juntos para atender, por ejemplo, la desigualdad o el deterioro ambiental. Así que mi trabajo es seguir caminando y aprendiendo junto a ellas, quienes entre sus prioridades tienen el trabajo en la prevención de la violencia de género en coordinación con instituciones públicas como el Centro de Apoyo Interdisciplinario a Víctimas de Violencia.

Las protagonistas

El resto de las colaboradoras del libro son las protagonistas de estos relatos. Ellas son: Leticia Hernández Alvarado, Victoria Santiago Parra, Severina Morales Porfirio, Roberta Mendoza de la Luz, Eleuteria Cisneros Pastrana, Lucía Antonio Nievez, Petra Reyes Lorenzo, Trinidad Lorenzo León, Angélica López, Lucina Encarnación Benito, Gloria Velázquez Nava, Enedina Santiago López, Maritza Alemán Castillo, Verónica Ruiz y Magdalena de la Cruz Dionicio. El libro puede comprarse a través de la página de Facebook de la Asociación de Mujeres Indígenas y Afromexicanas Radicadas en Acapulco AC.

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