El paisaje, imágenes fantásticas y bodegones hechos por 26 artistas mexicanos de la primera mitad del siglo XX como José Chávez Morado, Olga Costa, Leonora Carrington, Pablo O’Higgins y algunos no tan difundidos como Fidencio Castillo, José García Narezo y Roberto Velasco se reúnen en la exposición “Visitas a la Suave Patria. Arte moderno mexicano en la Colección Muñoz-Kuri” del Museo Casa del Risco.
La muestra reúne una selección de 63 obras entre pintura, dibujo, gráfica y escultura de una colección familiar hasta ahora inédita: la hecha por los médicos Luis Muñoz Castellanos y Magda Kuri Nivón.
“Es una colección doméstica muy bien elegida a partir de la sensibilidad de esta pareja que fue amiga de los artistas que coleccionaron. Mostramos a creadores modernos dentro de la corriente de artistas académicos y es una quinta parte de la obra que tiene la colección la cual también reúne piezas de arqueología y de arte popular. Es la primera vez que como colección se presenta”, detalla en entrevista el curador Jorge Reynoso Pohlenz.
El experto detalla que el doctor Luis Muñoz Castellanos nació en Michoacán en 1936 y posteriormente se trasladó a la capital donde cursó la carrera de médico cirujano y partero en la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional IPN.
Magdalena Kuri Nivón, de profesión química, se casó con Muñoz y ambos encontraron un pasatiempo en la creación de una colección, que se enriqueció a través de la compra de piezas a grandes amigos artistas, añade.
El curador señala que aunque en la exposición se presentan nombres bastantes conocidos del arte mexicano como Chávez Morado y Olga Costa, al mismo tiempo se exhiben obras de artistas que no necesariamente han tenido la misma visibilidad.
"Por ejemplo, Arturo Estrada que fue uno de los discípulos de Frida Kahlo, Rosa y Fidencio Castillo dos escultores que son de la escuela mexicana de escultura, o José García Narezo un artista producto del exilio español”, indica.
Reynoso Pohlenz resalta el concepto de colección doméstica.
“No pensar que es una cosa peyorativa, generalmente estas colecciones tienen paisaje donde se plasma la imagen de la cultura popular desde el ámbito rural. También hay bodegones y en el caso de esta exposición que está Leonora Carrington, hay otros artistas dentro de la vertiente de imágenes fantásticas que es un tema que me interesa porque artistas que se identificaron con el realismo socialmente comprometido de la escuela mexicana de pintura también tienen este tipo de obras”, señala.
¿Cuáles fueron esos artistas?
Junto a la obra de Leonora Carrington colocamos una obra de Chucho Reyes que tiene esta cuestión de que toma elementos de la cultura popular y las pone en otro contexto, también presentamos un Rodolfo Morales.
Sobre los paisajes, está la pintura Reynoso Pohlenz indica que está obra de Pablo O’Higgins, y pinturas que muestran paisajes del bajío hechas por Olga Costa, o la gráfica de Angelina Beloff. “Hay un acuarelista de nombre Roberto Velasco que tiene unas imágenes del bajío y otro, Alfonso Ayala que realizó encáusticas”.
¿Quiénes son esos artistas no tan difundidos?
Alfonso Ayala pintó principalmente paisaje, era tan dedicado a su oficio que no promovió tanto su obra, la que mostramos en la exposición es interesante porque están hechas en encáusticas que es una pintura que se aplica a base de calentar cera, entonces genera texturas interesantes.
Más allá de estar en el Salón de la Plástica Mexicana, era un artista de artistas, lo respetaban sus colegas, pero no tuvo la proyección que después tuvo Luis Nishizawa.
Otro caso es el acuarelista Roberto Velasco, añade. “Vivía en Xochimilco, hizo mucho paisaje del Valle del Anáhuac pero no promovió su obra, Luis Muñoz y María Kuri procuraban por él, pero un poco a la manera de Francisco Goitia: vivía muy modestamente y es interesante verlo en vivo sus obras porque son acuarelas de alta calidad”
Uno más es José García Narezo de origen español. “Siempre tuvo una relación con México, llegó con el exilio español, era sordomudo y su obra resalta porque combina elementos, tiene un ambiente de realismo fantástico muy interesante", añade Reynoso Pohlenz.
La exposición se puede ver en el Museo Casa del Risco, ubicado en Plaza San Jacinto 5, San Ángel, Álvaro Obregón, Ciudad de México.

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