
La guerra en Sudán, que enfrenta desde abril al Ejército regular y el poderoso grupo paramilitar Fuerza de Apoyo Rápido (FAR), pone en peligro sitios arqueológicos inscritos en la lista de la Unesco como patrimonio de la humanidad, advirtió hoy la Red Regional de Derechos Culturales.
La ONG, en un comunicado, se refirió, entre otros, a los sitios de la isla de Meroe (norte), que era centro del reino de Kush, que data del siglo III a.C., y es conocida por sus pirámides que servían como monumentos funerarios.
"Advertimos sobre las consecuencias de convertir zonas de antigüedades históricas y culturales en campos de batalla (...), y recordamos a ambos bandos del peligro de dañar el patrimonio cultural y las antigüedades", señaló el comunicado.
La advertencia llega después de que imágenes y vídeos en las redes sociales mostraran en los últimos días enfrentamientos entre el Ejército y las FAR cerca de sitios arqueológicos al sur de la ciudad de Shendi, a 150 kilómetros al norte de Jartum.
Entre estos sitios, la nota destaca los de Naqaa y Musawarat, que se consideran entre los más importantes del país africano, y que abarcan estatuas, antigüedades y santuarios que se remontan a la era del reino de Kush.
"Según fuentes fiables, fotografías y vídeos publicados en redes sociales, una batalla militar tuvo lugar (...) en esos sitios, que probablemente los expuso a vandalismo, destrucción, saqueos y robos", añadió.
Esa nota llega un día después de que el Ejército sudanés afirmara haber utilizado la aviación militar, entre otro material de guerra, para repeler un ataque de las FAR cerca de Shendi, una zona ajena a las operaciones militares desde el inicio de la guerra, el 15 de abril.
De confirmarse sería el primer intento de los paramilitares de atacar el norte del país después de que registraran en diciembre su mayor victoria al expulsar al Ejército de la ciudad de Wad Madani, en el este de Sudán y que ha servido como refugio para decenas de miles de civiles.
El conflicto ha dejado ya alrededor de 12.000 muertos y siete millones de refugiados y desplazados.
Durante esa guerra los paramilitares se han hecho con el control de distintos distritos de Jartum, la vecina ciudad de Um Durman, así como amplias zonas de la región occidental de Darfur, donde varias organizaciones y residentes han denunciado una destrucción casi total tanto de viviendas como de centros educativos, culturales y turísticos.
"Sudán ha perdido muchos recursos culturales, archivos nacionales, bibliotecas universitarias, centros culturales y salas de exhibición por la desastrosa guerra", lamentó el comunicado.
"Hacemos un llamado a los intelectuales de la región y del mundo entero, a la Unesco y al Relator Especial de Naciones Unidas sobre Derechos Culturales, a que asuman su responsabilidad en la protección de los sitios arqueológicos de Naqaa y Musawarat y de todos los sitios arqueológicos y culturales de Sudán", concluyó.
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