
Durante la construcción del Tren Maya, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han hallado 25 mil monumentos, de los cuales 23 mil son inmuebles, es decir, partes de construcciones y edificios intactos, mismos que forman restos de sitios prehispánicos antes no conocidos y en otros casos extensiones de ciudades mayas ya descritas. Así lo comenta en entrevista Manuel Pérez y Rivas, responsable académico del proyecto de Salvamento Arqueológico en el Proyecto Tren Maya.
¿En qué tramos del Tren Maya ya realizaron salvamento arqueológico?
En los tramos 1 y 2 (Palenque-Escárcega-Calkiní) tenemos un buen avance, prácticamente lo que es el área que va la vía ya está intervenida y con visto bueno. Ahora nos enfocamos en actividades de obras complementarias, el avance es bastante notorio, aunque por parte del INAH seguirán pendientes actividades de supervisión, vigilancia y de procesar los resultados de la investigación porque el salvamento es una investigación.
¿Cómo realizan el salvamento de los vestigios que van hallando?
Hacemos una prospección arqueológica para identificar los monumentos arqueológicos, un monumento puede ser desde una punta de flecha, un metate, un edificio, los cimientos de una casa habitación o un basamento piramidal con templos, todos ellos tienen su importancia para reconstruir el pasado, todos tienen valor de investigación.
Separamos los muebles y los inmuebles. Los inmuebles son las edificaciones que no se pueden mover y los muebles son las cosas portables como cerámica y herramientas líticas. Todo eso lo categorizamos para saber qué vamos a intervenir. En toda el área de influencia del tren, donde hemos podido hacer prospecciones, llevamos identificados más de 25 mil monumentos.
De ésos, cerca de 23 mil son inmuebles y son los que integran sitios arqueológicos. En este proyecto estamos dando atención a todos los monumentos, todos tienen que recibir un registro, recolección, un mapeo detallado e incluso labores de intervención.
¿Eso significa que hay nuevos asentamientos de la cultura maya?
Estamos completando un mapa de la ubicación de los monumentos y de los sitios. Un sitio es lo que nosotros suponemos que son los restos de un asentamiento o un poblado, pero sus límites a veces no son muy precisos y se entrelazan con los límites de otro sitio.
Vamos a tener sitios nuevos y otros que van a ser complemento de otros ya registrados. Estamos esperando terminar todo el proceso de integración de datos para definir los asentamientos con técnicas de análisis geoespacial de datos para conocer los límites tentativos y poder definir aquellos que pertenecen a sitios nuevos y aquellos que son extensiones.
Los asentamientos o sitios mayas son muy extensos y otros tienen gran densidad de edificaciones. Hay sitios como Chichén Itzá que tiene más de 35 kilómetros continuos de asentamientos, Izamal tiene 30 y Cobá más de 75; eran asentamientos de características urbanas.
¿Qué hallazgos destacaría?
En el área cercana a Tenosique, Tabasco, hemos encontrado materiales que provienen de muy diversas partes de Mesoamérica y del área maya. Al ser un área donde pasan ríos intervenimos una zona donde salieron muchos entierros con ofrendas, con cerámica y con objetos que venían de diferentes partes, incluso de Los Altos de Guatemala.
Son vasijas que destacan no solamente por su estado de conservación y valor estético sino porque son datos nuevos que están informándonos que hubo ocupación desde el periodo preclásico, es decir, cerca de 1000 antes de Cristo. Era un área de intercambio de ideas y bienes. Los materiales del Tramo 1, y en especial de esa área, han sido muy importantes de la ocupación temprana.
En el Tramo 2 tenemos edificaciones, construcciones de gran magnitud, son sitios muy complejos y extensos que al menos pudimos documentar con registros. La intervención fue mínima porque ahí logramos que hubiera cambios en el trazo.
Recientemente en el área del norte de Campeche están saliendo entierros y restos de arquitectura del preclásico.
¿Han encontrado cenotes y aguadas?
Este tipo de elementos le llamamos rasgos naturales asociados y pueden ser cenotes, cuevas, canteras que fueron aprovechadas para extraer materiales, y aguadas (almacenamiento de agua). Todos estos fueron aprovechados por el hombre y generalmente en su interior tiene monumentos arqueológicos, los hemos documentado en todos los tramos, pero particularmente en los tramos 3, 4 y 5 (Calkiní-Izamal-Cancún-Playa del Carmen-Tulum).
¿Ha habido modificación del trazo del Tren Maya por presencia de vestigios mayas?
En caso de los tramos 1 y 2 (Palenque-Escárcega-Calkiní) encontramos que había áreas de muy alto potencial arqueológico, algunos son asentamientos nuevos, son áreas que no estaban alteradas. Ahí recomendamos cambios menores a la obra para que no se afectaran los núcleos principales de estos sitios.
En el Tramo 2 fueron ocho zonas y en el Tramo 1 fueron seis (áreas que implicaron cambios). Aunque son importantes desde un tepalcate hasta una punta de flecha o los cimientos de una choza o una pirámide, hacemos una categorización de intervención y de registro.
¿El salvamento se realiza en el derecho de vía?
En primer lugar, hacemos un diagnóstico con datos de vuelo LIDAR que nos fueron proporcionados, no todos los segmentos del tren tienen cobertura LIDAR, pero sí alrededor de un 85 por ciento. Hacemos un primer premarcaje de las áreas potenciales, esta información la montamos en GPS y equipos especiales para hacer verificación en campo y hacer la documentación de los monumentos.
Con eso hacemos un diagnóstico de las áreas que se necesitan intervenir o de cuántos monumentos hay en cada sector. Le damos prioridad en el recorrido de campo hasta 250 metros del centro del eje, pero el área primaria de intervención es el derecho de vía de la obra y las áreas complementarias: laderos, las estaciones, los caminos de acceso y banco de material.
Donde se interviene de manera primaria es en lo que llamamos ceros de obra, el área donde va ir la vía, dependiendo de las características de cada tramo tiene anchos variables, a veces va de 12 hasta 25 metros y sobre ésas concentramos las excavaciones para tener datos, hacemos registros con equipo topográfico y drones para tener detalles tridimensionales de cada uno de los monumentos que intervenimos.
¿Cómo protegen los vestigios de las vibraciones y del paso del tren?
Los monumentos que están en superficie se está optando, en algunas áreas, dejarlos cubiertos de terraplén y una membrana geomalla o textil que no solamente protege los vestigios, sino que implica una protección contra la carga y las vibraciones del tren.
En otros se tienen que hacer estudios, en la parte del Tramo 5 (Cancún-Playa del Carmen-Tulum), ahí nosotros estamos haciendo una documentación y un dictamen de qué estamos encontrando para que se hagan los estudios respectivos por parte de geólogos y técnicos para que ellos midan la resistencia y las medidas que tengan que establecerse.
¿Qué le diría a las voces que critican y se oponen al Tren Maya?
En lo que toca a la parte arqueológica, tengan la seguridad de que les estamos dando un tratamiento lo más escrupuloso posible, estamos garantizando que haya un respaldo de los monumentos y del contexto arqueológico que exploramos. La parte medioambiental no me corresponde.
EQUIPO DE TRABAJO
El grupo de expertos y técnicos que trabajan en el salvamento lo conforman 38 personas que se van rotando en diferentes partes del tramo según se les requiera. El tiempo que tienen para el rescate y registro de monumentos es flexible.
“Los constructores, los consorcios, han entendido que la presencia del INAH en la obra va en todo el proceso constructivo, en una primera instancia para que se intervengan las áreas donde se va a construir la vía pero también se acompaña en las obras complementarias que puedan afectar el subsuelo”, señala Manuel Pérez y Rivas.
Además, nunca están exentos de hallazgos fortuitos, indica. “Tenemos que estar pendientes en algunos lugares cuando pasa la máquina por si hay algún hallazgo incidental”.
Cuando los investigadores recuperan materiales de un entierro o una ofrenda, éstos se trasladan a los laboratorios que están instalados en los tramos del Tren para darles un primer tratamiento y si el material requiere de mayor estudio se desplazan a lugares de custodia del INAH.
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