Cultura

“No hay un perfil del asesino serial, pero sí coincidencias”, señala Filiberto Cruz

El escritor y reportero presenta su libro “Asesinos seriales en México. Una mirada a su psique criminal”

entrevista

El reportero Filiberto Cruz Monroy.

El reportero Filiberto Cruz Monroy.

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“De 100 carpetas de investigación que se inician por asesinatos, 98 por ciento se van al no ejercicio de acción penal, es decir, no se procesan porque se argumenta que no hay elementos. Esos son los niveles de impunidad que tenemos y por eso matar en México es muy fácil”, expresa en entrevista Filiberto Cruz Monroy a propósito de su libro “Asesinos seriales en México. Una mirada a su psique criminal”.

La obra editada por Harper Collins compila 21 casos de delitos cometidos por asesinos seriales mexicanos que han sido detenidos desde 1986 hasta el presente, por ejemplo, Agustín Salas del Valle, el Matameretrices, que operó de 1989 a 199, condenado por matar a una mujer en situación de prostitución y de quien se presume que violó y asesinó a 20 mujeres más en la misma condición en el centro de la Ciudad de México.

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En la Cuenca de México, en un sentido más amplio llamémosle el Anáhuac, hay poblaciones tan antiguas e interesantes, por ejemplo, el pueblo de Tlaltenco, señala Jorge Pedro Uribe.

“No hay un perfil del asesino serial, pero sí coincidencias, casi todos son personas que fueron abusadas, todos están rotos desde muy pequeños, desde ahí podemos establecer un punto de inicio, fueron abusados por aquella persona que debía protegerlos, por aquella persona en la que confían más”, indica el autor.

Lo que no se puede establecer es porqué algunas personas que vivieron ese abuso se pueden convertir en asesinos y otras no, añade. “Quizá hay un componente psicológico o fisiológico”.

Otro caso que presenta Cruz Monroy es el de Jorge Riosse, un hombre travesti que pintaba, escribía y trabajaba como fotógrafo de quien se cree que asesinó a mujeres de 1991 a 1993; y el de José Luis Calva Zepeda, el Caníbal de la Guerrero, quien mató a mujeres de la CDMX y Estado de México en 2007 y a quienes atraía escribiéndoles poemas.

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¿La marginalidad no es determinante?, se le pregunta al autor. “No tiene nada que ver, pero todos parten de un inicio: una relación rota de una persona muy significativa para ellos”, responde.

El también periodista apunta que se necesita desmitificar a estos criminales. “Muchos piensan que tienen una mente brillante, que son Hannibal Lecter, pero son gente que escogieron a un grupo, en el caso del poeta a mujeres que tienen hijos, con tienen necesidades económicas y carencias afectivas”.

El libro.

El libro.

Cruz Monroy señala que su libro no vende morbo ya que la investigación hemerográfica y testimonial hecha busca generar debate, “que sea útil, que nos pueda arrojar luz y seguir construyendo una verdad que esté más cercana a la realidad”.

En opinión del autor, “las grandes perdedoras de la historia son las mujeres, incluso cuando la mujer es una asesina serial las víctimas también son mujeres, es una calca de lo que está pasando en la sociedad con los feminicidios”.

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En México a pesar de que te sentencien a 500 años lo máximo que alguien puede estar en la cárcel son 50 años, Juana Barraza está condenada a 750 años pero es simbólico. El tema no está en la condena, pueden ser 15 o 200 años, el problema es que verdaderamente hubiera un reinserción porque en la cárcel van a profesionalizarse, si empezabas robando carteras a lo mejor ya sales como clonador.