El día que Berta Kolteniuk Krauze iba a retomar el óleo, tras años de experimentación con la pintura acrílica en distintos soportes, en Estados Unidos mataron al afroamericano George Floyd, quien repetía que lo dejaran respirar.
“Estábamos en plena pandemia, donde no podíamos respirar, la gente moría por no poder respirar y lo matan por asfixia, sin haber hecho nada. Me afectó mucho y lo que hice con el panel que tenía preparado fue pintar el respiro. Traté de pintar el azul más clarito con un horizonte blanco que fuera lo más tenue posible: esa fue la placa número 1 y me seguí”, relata.
A partir de ese momento, Berta empezó a experimentar con el azul en óleo y a lo largo de 2 años realizó una pieza de 54 paneles en distintos tonos de azul. Estos conforman la obra I can’t breathe, una de las 21 obras que se exhibirán en “Este pequeño punto azul”, del 12 de marzo al 29 de mayo, en la sala Salvador Novo del Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez # 30, Centro Histórico).
“Lo que sucede en el mundo me afecta y la manera en que respondo, es con una pieza que tiene que ver con la presencia –porque se debe estar presente para caminarla. Se dispone sobre repisas horizontales, en hileras de 3, a lo largo de 7 metros”, detalla la artista.
En su bagaje de 40 años como pintora, Berta Kolteniuk destaca la importancia de la experiencia cromática. “El color es fundamental para mí”.
Concibe esta exposición de azules como una sola instalación cuyo objetivo es crear una sensación en el espectador al pasar de tonos tenues a los más acentuados. “Azules Turquesa, Cobalto, Prusia, Grises, tormentosos, todas las emociones que podía encontrar en diferentes cielos”.
Añade que, con frecuencia, su obra nace de un posicionamiento político que, posteriormente, transforma en una reflexión poética.
COMPOSICION EN AZULES.
“Todos esos azules pasaron a través de mi cuerpo. Yo los saqué, los produje y me provocaban una serie de emociones y reflexiones que me gustaban mucho. También es un color que hace mucho no exploraba con tanto detenimiento, tiene un grado de melancolía y nostalgia muy fuerte, pero yo llego al color a través de mi experiencia emocional personal y no a través de una idea: no es que decida pintar algo melancólico y por eso agarrar el azul, sino que estoy en azul y pinto en azul, salen azules y después reflexiono que sí, esto es la melancolía”, ahonda Berta.
En su estudio blanco queda sin embalar una sola pintura de la inminente exposición: algunas motas amarillas sobre un profundo color azul nocturno. Ella explica que la pandemia fue un momento de transición en su práctica pictórica, del I cant breathe pasó al azul del espacio y la noche.
“Desde esta perspectiva concibo la pieza central que se llama “Este pequeño punto azul”, una esfera de madera maciza cubierta con tiras de acrílico que fueron enrolladas y pegadas. Se colocará en un riel que permitirá al público moverla de un lado a otro.
“Pequeños movimientos pueden hacer una diferencia en un contexto de los azules. Hay que pensar que el mundo es como decía Carl Sagan, la primera vez que se vio el mundo desde una nave espacial: un pálido punto azul”.
TRAYECTO.
Similar a ese primer universo líquido que se expandía antes de la creación de Este pequeño punto azul llamado Tierra, la propuesta pictórica de Berta inició en lo líquido, el derrame y el azar; pasando después a la exploración de la gravedad y el peso, hasta llegar a la idea de flotación. De fondo, los temas tienen que ver con la naturaleza, los procesos de la vida, el impulso vital, los materiales y las estructuras tanto micro como macroscópicas que forman…todo.
Alrededor del año 2009, Berta dejó el óleo por la experimentación con pintura acrílica, cuyas posibilidades la llevarían, más tarde, a la idea de pintura expandida. Sin embargo, ahora que lo retoma, piensa en incursionarse en figuras más planas y transparentes, “porque me interesa la transparencia, las membranas. Todo tiene que ver con la vida”.
En dialogo curatorial con Rodrigo Ramírez, artista que escribió el texto de sala y comentó algunas obras, la autora plástica muestra el momento de transición en el que vuelve al óleo, aunque aún integra piezas en acrílico.
PINTURA EXPANDIDA.
Una de las propuestas de Berta Kolteniuk que más llama la atención del público y los medios es la noción de “pintura expandida” que, según explica, significa ir más allá del bastidor y pensar en otras posibilidades de exploración de la pintura.
“Es un trabajo que tiene que ver con cómo la pintura dentro del contexto del arte contemporáneo ha estado luchando para poder existir porque estuvo 20 años en un rincón. Es una lucha que yo he tenido, la del papel de la pintura dentro del arte contemporáneo”, manifiesta.
El método que emplea desde 2015 consiste en derramar pintura acrílica en diferentes volúmenes (litros, galones, cubetas) sobre una cubierta de plástico. Se forma un gran derrame que se expande y Berta lo deja secar. Finalmente, cuando lo desprende de la cubierta plástica, la pintura se ha convertido en una especie de masa maleable, no tan diferente de una piel a la hora de manejarse. “Es pintura matérica, digamos, se vuelve escultórico”.
“Estoy abierta a utilizar diferentes medios para incorporarlos en mi trabajo pictórico”, continúa, “la expansión de la pintura es pensar más allá, en que con una pintura me puedo –literalmente- envolver, como un saco. Tiene que ver con el cuerpo, el movimiento... puedo hacer performance, videos o interacciones. Me interesa sacar la pintura del museo para que pueda ser vista de otra manera. Desacralizar el arte y llevarlo a la vida cotidiana”.
Perfil
Berta Kolteniuk: artista conocida por los medios escultóricos y performáticos con los que explora la pintura. Inició su labor como curadora en 2002, en Estados Unidos y, posteriormente, regresó a la Ciudad de México, donde tuvo a su cargo la Celda Contemporánea de la Universidad del Claustro de Sor Juana, de 2012 a 2017. En el 2014 fundó el espacio independiente Estudio 71 Arte contemporáneo, en la Sinagoga Histórica de la Ciudad de México, la cual dirigió hasta el 2016.
Su trabajo ha sido expuesto en recintos como el Museo de la Ciudad de Querétaro; Instituto Cultural Mexicano de Washington; Dallas City Hall; Museo de Arte Carrillo Gil; Galería 123; Polyforum Cultural Siqueiros; Museo de la Cancillería; y la Sala Sala Nezahualcóyotl de CCU (UNAM), entre otros.
Para más información sobre el perfil y obra de la artista puedes visitar su página oficial www.bertakolteniuk.com
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